Humildad por obligación

Otros tiempos a los que el Decano se tiene que adaptar por la vía rápida, tras volver a superar un ‘match ball’ en verano. Ya le pasó la pasada campaña cuando cayó el Murcia y el Recre se libró en el último instante y ha ocurrido ahora con la regularización de la plantilla en el último día. Aún falta ponerse al día con técnicos y ex técnicos para volver a disponer de los derechos federativos y casi lo más importante, en cuanto a honor y responsabilidad, saldar la deuda con los distintos empleados no deportivos y de la zona administrativa.

Abandonó el pozo de la Segunda B un Recre liderado por un prometedor Joaquín Caparrós y un grupo de currantes sin demasiado nombre, pero con un fútbol y compromiso fuera de toda duda. A eso se tendrá que agarrar este nuevo Recre, que no es tan nuevo si los que manejan los hilos son los de siempre. De momento se ha firmado bien, a menos a priori. Jugadores con experiencia en la categoría, con ganas de hacerse un nombre y carrera en este bendito deporte y que lo darán todo por el Decano. Gente que conoce la casa como Ale Zambrano es una apuesta sobre seguro, mientras que Mario Marín, Keita Junior o Carlos Delgado pueden dar un buen desempeño en la categoría. Referencias existen.

Si a eso le sumamos un puñado de jugadores que continúan de la pasada campaña, combinando experiencia como Núñez o Jesús Vázquez, con gente con ganas de afianzarse y seguir creciendo como Rubén Gálvez, Manu Molina, Dani Molina y Antonio Domínguez le darán a José Domínguez unos cimientos con los que fortalecer el grupo. Mientras que llegan fichajes o no, y al margen de la gente que ha llegado a prueba, la cantera parece que tendrá un papel importante, más que nada por obligación. El límite para Segunda B es de 22 jugadores, de los cuales 6 deben tener ficha sub23. Además el club ha dejado claro que siempre entrenarán con el primer equipo chavales del filial y del juvenil, por lo que chicos como Iván Robles, Novoa, José Alonso, Víctor y Salvi Moya pueden tener su sitio, sin olvidar a canteranos con mayor recorrido de los que José Domínguez puede tirar, como son los casos de Arturo, Alberto Barrero, Quintana, Waldo, Manu Torres y los recién llegados Pepelu y Castillo. Distinto es el caso de Miguelito, que por su edad el club deberá elegir entre contar con él para el primer equipo o para el filial, al menos hasta el mercado invernal. Por su actuaciones y lo diicil que está el mercado, bien parece que el club se decidirá por la primera opción.

Y al margen de ello están los 4 fichajes seguros que deben venir, siempre y cuando Víctor Díaz y Pedro Ríos terminen por desvincularse. Son jugadores que de quedarse darían un plus una plantilla, pero sus salarios son inasumibles, siempre que la política del ‘Fondo de Inversión’ sea el de no inyectar dinero como en casos como este. Si estos dos jugadores llegarán otros y en el club buscan un portero, un lateral zurdo, un jugador de banda y un delantero. En principio la idea era traer dos, pero las buenas actuaciones de Rubén Mesa parecen haber convencido a José Domínguez para su continuidad. Una continuidad que parece ser una incógnita para Nana y Braulio, jugadores que tienen complicado encontrar acomodo en otros equipos y que no contarían para el cuerpo técnico.

Así el mercado para un Recre que ya ha dejado claro que su economía es limitada. Toca volver a los orígenes, en el que el Decano siempre ha sabido manejarse bien. Con recursos limitados había que peinar el mercado en busca de ‘mirlos blancos’. Los ofrecimientos difícilmente llegan a buen puerto y la secretaria técnica deberán tener cuidado de los videos. Menos mal que hay gente como Vicente Fuensalida y Manolo Toledano, a los que difícilmente les podrán dar gato por liebre, ni ser la comidilla burlona de representantes.