Fuerza y honor
Nunca dos palabras habían ganado tanta fuerza estando juntas. En ‘Gladiator’, la película épica dirigida por Ridley Scott con Russel Crowe en uno de sus papeles más recordados, comprendemos el valor de la fuerza y el honor. En una vida que tiende a ser cíclica, el protagonista decide apostar por un futuro que considera mejor a costa de perder algo muy valioso para él. Y a pesar de ese revés, decide seguir adelante desde la honra, la constancia y la valentía.
Valores que pueden ser extrapolables a este Decano Y es que tras el descenso a los infiernos, muchos han decidido apostar por seguir en albiazul, incluso en Segunda B. Cuando lo fácil es abandonar el barco, algunos prefieren jugarse su última carta. Sabedores de que la situación del club sigue siendo igual de crítica y que las posibilidades de cisma durante el transcurso de las jornadas es elevada, prefieren apostar por el Recre en el objetivo del ascenso de categoría.
No será fácil con casi todo en contra, de hecho aún no está terminada de configurar una plantilla en la que se ha llegado tarde (yo diría que casi de los últimos) y los problemas económicos amenazan con ser una constante incluso vendiendo alguno de los mejores valores (Dani Molina claramente está en el mercado).
Ese es el camino de espinas que le espera al Decano y solo desde la constancia, la valentía y la honra tendrá alguna posibilidad. Pilares en los que sostenerse ante las ventiscas que le esperan en un mar desatado. Esperemos que el barco llegue a buen puerto y encuentre tierra, por un club acostumbrado a ser lastimado. Desde fuera y desde dentro.
Como un juguete roto, el Recreativo lleva demasiado tiempo a la deriva. La espiral de la crispación será difícilmente disipada a pesar de las buenas palabras de personas afables. No se trata de ‘criminalizar’ a nadie, pero los responsables de la actual situación del Decano siguen ejerciendo, aunque sea en una cómoda segunda línea. Solo espero que las cosas marchen bien, personas de la calidad humana como Benjamín Naranjo o Manolo Toledano no merecerán llevarse ‘palos’ en formas de críticas por decisiones no tomadas por ellos. Aunque también es verdad que a ello se exponen cuando dan el paso adelante. Su sentimiento recreativista ha primado por encima de todo, a riesgo incluso de cometer errores.
Y para fuerza y honor están los empleados. Han cobrado, pero gracias a la taquilla del Trofeo Colombino. Así está el panorama y ahí siguen, desarrollando su labor con la mayor dignidad y profesionalidad posible. Se merecen otro trato, se merecen la tranquilidad.