Orgullo onubense
Este jueves Huelva demostró para aquellos incautos que crean lo contrario que los onubenses pelean por lo suyo. Casi 10.000 seguidores del club Decano se echaron a la calle para dar un golpe encima de la mesa. El Recreativo está muy vivo, al menos en lo que su gente se refiere. Otra cosa es la realidad institucional, que si no aparece la solución desde el cielo o nadie se compromete con la realidad del Decano, difícil futuro tendrá.
Al menos lo que el aficionado de a pie pide, por activa y por pasiva, es la salida de los actuales gestores del club. Señores que han demostrado que no están capacitados y que bien por inmovilismo o bien por interés de recuperar lo invertido, de momento prefieren hacer oídos sordos a las críticas y las peticiones de salida. Dicen que la afición es soberana, pero se la ‘torea’ un día y otro. A los empleados no se les saldan las deudas, se les despide y no se les abona ni sus finiquitos ni las indemnizaciones. Y aquí nadie decide marcharse, ¿para qué? Ya no hablamos del dueño, sino de las personas de Huelva que se están dejando su prestigio en estas tempestuosas temporadas en el Decano.
El jueves habló el recreativismo y la ciudadanía de Huelva. No se les quiere y todo lo que sea parapetarse en el Decano, aludiendo a un futuro negro porque no aparecerá nadie, solo suena a una huida hacia adelante. El Recreativo quiere vivir y quiere hacerlo sin Gildoy, empresa que ya ha demostrado lo nociva que es para el club y su supervivencia. Lo de este domingo fue una muestra más y nada favorecerá al devenir de la entidad recreativista ese empecinamiento.
Este jueves tendrá lugar la Mesa de la Unidad, ocasión idónea para que los propietarios del club se personen en la Casa Colón y vuelva a palpar, de primera mano, el sentir onubense y recreativista. Será momento para ofrecer soluciones y será el momento para saber si hay voluntad o no en que Huelva vuelva a recuperar a su club, ya sea por medio de su afición o de una especie de consorcio de empresarios, gente con arraigo y con capacidad para tirar para adelante. El partido por la supervivencia del Decano se sigue jugando.