La cautelar, pan para hoy...
No va a ser el de diciembre un mes tan decisivo para el Recre como se dice. Entre otras cosas porque en los últimos tiempos cada vez que se ha dicho que estábamos ante un punto de inflexión, ante un antes y un después, ante una fecha definitiva..., después no ha ocurrido prácticamente nada. El Decano ha salvado 'in extremis' los últimos 'match-ball', pero nunca ha salido reforzado de ellos ni en lo deportivo, ni en lo económico, ni en lo social, ni en lo institucional. Ahora llegará diciembre con la posible concesión de la cautelar de la Audiencia Nacional que será pan para hoy y hambre para mañana, ya que todo lo que sea seguir con Gildoy al frente del club albiazul es continuar dando pasos de gigante hacia la inanición.
Pablo Comas está tieso. Se lo reconocido a sus más allegados. Tiene la sartén por el mango, pero no la solución, que se llama dinero. Abandonado por Víctor Hugo Mesa, al que en su día llegó a engatusar para que pusiera un millón de euros en el Decano, se ha quedado solo al frente de la nave albiazul y por ahora, y no parece que vaya a haber un vuelco a la situación, no tiene ningún tipo de liquidez para poder reconducirla. La única solución es que venda. Pero que venda ya y que lo haga a un precio razonable. Lógicamente comprar ahora el Recre no es ninguna bicoca. Está todavía peor que hace cuatro años, cuando llegó Gildoy, pero aún tiene 'novias' dispuestas a evitar lo que parece cada vez más inevitable se mire por donde se mire: la muerte del club más antiguo de este país. Y no es ponerse dramático, ni negativo, sino ser realista y objetivo. El tiempo corre en contra del Decano, que sólo está ya a expensas de un milagro.
La herida con el Ayuntamiento de Huelva ha vuelto a abrirse. La ruptura fue total casi desde el inicio entre Pablo Comas y Pedro Rodríguez, y ahora, y tras un inicio esperanzador, ya también el dueño de Gildoy ha roto relaciones con Gabriel Cruz. Mal asunto. Cada uno haciendo la guerra por su cuenta y mil y un cruces de declaraciones que no le benefician al club ni tampoco a sus posibles compradores por la mala imagen que se está vendiendo fuera. Ya se han marchado los dos consejeros puestos por Huelva Deporte. Lógico. Han pedido las cuentas y un plan de viabilidad futura y aquí siguen el compadreo, el oscurantismo y la falta de transparencia. Demasiado tiempo han durado ahí dentro. Todo el que está alguna semanas trabajando codo con codo con Comas y Cía sale escaldado y con su reputación por los suelos dentro de la sociedad onubense. Léase Antonio Martín, José Luis Martín, Benjamín Naranjo, Fernando Iturbe, José Luis Peña... Es posible que hasta le estén poniendo voluntad y que alguno sea válido, pero si se es cómplice de los desmanes del mandamás y no se denuncian desde dentro las irregularidades que están viendo que se están cometiendo le están haciendo un flaco favor al Recre. Más bien todo lo contrario.
Es una cuestión de lógica. De sentido común. De ética. De fata de valores humanos. Ustedes piénsenlo. ¿Serían capaces de dormir a pierna suelta sabiendo que les deben varias nóminas a sus trabajadores, la mayoría de ellos mil euristas y padres de familia que no pueden llegar a fin de mes? Pues este tipo sí que puede. Con personajes de semejante calaña liderando al club más antiguo y señorial de este país es imposible salir adelante. El Decano está compitiendo en Segunda B gracias al millón de euros del Getafe por Adrián Colunga, no porque el supuesto e inexistente grupo inversor hispano-mexicano aportara musculo económico env erano. Ahora llega el famoso 12 de diciembre y Gildoy dará otra limosna. Posiblemente le pague un par de nóminas tanto a trabajadores como a empleados y así seguirá hasta final de temporada. Haciendo la goma, como se diría en el argot ciclista. Habrá denuncias y alguna que otra baja, además de que es bastante posible que Alejandro Ceballos tire la toalla y se marche a mediados o finales de enero, ya que hasta el más tonto de la clase sabe ya que el Recre no podrá fichar en el mercado invernal porque por segundo año consecutivo le van a suspender los derechos federativos.
Si llega la cautelar de la Audiencia Nacional, entrarán algunos ingresos, pero tampoco será la panacea. Dará para vivir algunas semanas. Pero no evitará que el caos y la cuesta abajo hacia los infiernos continúen. La roncha es bastante gorda. No se conocen ni la mitad de los asuntos económicos delicados que debe subsanar el Decano de manera medianamente urgente. Será una nueva cortina de humo con la que ganar tiempo y distraer al personal, como el Museo, como el Bien de Interés Cultural, como los principios de acuerdo con Hacienda, como los comunicados que luego acaban siendo papel mojado... La afición tiene el cielo ganado. Habrá protestas en el partido ante el Murcia. Da igual. En el palco no habrá ningún representante institucional. Esto cada vez es más deprimente, desesperante y aburrido. Se ha pasado en demasiado poco tiempo de la Liga de las Estrellas a estrellarse. Así, sin punto medio. Sin una transición. Culpables hay muchos, sobre todo uno que quería llenarse los bolsillos y al que le da igual todo. Porque si no fuese así y esto le doliera, ya habría dado paso a otro. Es la ley del más fuerte y de momento nadie puede con él. O el Recre, o yo, pensará. Mal vamos. Cuando todos señalan al mismo, que curiosamente hace cuatro años decia que solventaría la situación del Decano con la gorra, en plan sobrado, es que no todos pueden estar equivocados. Vamos, digo yo. Que acabe ya 2015 porque peor de lo que se han hecho las cosas está claro que no se puede.