El séptimo de comisaría

Sobre las consecuencias culturales del presentismo histórico

El presente es peligroso. Todo (especialmente la publicidad y los profesores de yoga) nos insta a que vivamos aquí y ahora, a que disfrutemos el momento, que si carpe diem, que si it's now or never... ¡Memeces! ¡Paparruchas!

Sobre el valor social del viajero regional

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Tu libro favorito puede ser la próxima víctima H24

Jennifer Rodríguez-López

Punta Umbría

Ya os digo yo que el presente es de los que las mata callando, de los que tiran la piedra y esconden la mano, de esos tibios que en realidad tienen más mala leche que una madre con una zapatilla como arma arrojadiza.

Estaréis pensando que dónde está la amenaza; os preguntaréis que por qué conlleva tanto riesgo vivir en este instante, si prácticamente no tenemos otra cosa... Pues, veréis, tropa, tropita, el tema tiene bastante miga porque resulta que existe el llamado presentismo histórico. Esto no es ni más ni menos (y así muy resumido, muy anti-Nolan) que analizar el pasado desde la óptica actual, es decir, interpretar acontecimientos históricos o culturales desde el ahora mismito.

El presente es el enemigo del cine clásico H24

 

Os voy a poner un ejemplo práctico: es viernes noche y te pones a ver 'Pretty Woman' con tu pareja en el sofá, con tu filita de chocolate Nestlé, de tranqui, de buen rollo. Bien, la peli es de 1990, así que está plagada de diálogos y escenas que hoy en día, y gracias a Dios, nos chirrían un poco. Que si un micromachismo por aquí, que si un estereotipo de género por allá, que si un prejuicio racial más adelante... Total, que tú y tu tic en el ojo os pasáis los siguientes ciento catorce minutos al liquindói de todos esos elementos que tú, moderna de pueblo, ya has dejado atrás.

¿Que estamos obligados a someter a películas, canciones y libros a una censura salvaje y desenfrenada?

Vale, hemos evolucionado y progresado en tolerancia, igualdad y apertura de mente (lo contrario sería preocupante), pero ¿quiere decir eso que debemos desterrar todo lo anterior por ser fruto de su tiempo? ¿Que estamos obligados a someter a películas, canciones y libros a una censura salvaje y desenfrenada? ¿Que tenemos que adaptarlo todo para que encaje en los patrones vigentes? Ya hemos visto lo sucedido con 'Matar a un ruiseñor' o 'Charlie y la fábrica de chocolate', entre muchos otros.

El presentismo histórico supone redefinir el pasado, proyectando valores actuales en él y, por lo tanto, interpretarlo y juzgarlo fuera de su contexto, impidiendo entenderlo en toda su complejidad. Spinoza afirmó: «Si no quieres repetir el pasado, estúdialo», pero ¿cómo hacerlo si lo hemos modificado a nuestra imagen y semejanza? Dejemos 'Pretty Woman' tal y como está y no olvidemos que nos enseñó algo bien valioso para la vida diaria: que el Lotus Esprit cogía las curvas como si fuese por raíles. Ahí es nada.

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