El tiempo en Huelva: cómo combatir la ola de calor que nos alcanza este fin de semana

Una dorsal y altas presiones en las capas más altas de la troposfera propiciarán la formación de un domo o cúpula de calor que trae una ola de calor que se extenderá al menos desde mañana sábado hasta el martes

El tiempo en Huelva: más de 40 grados este fin de semana

La hidratación, fundamental durante estos días abc
Bernardo Romero

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Las temperaturas, salvo en la línea de costa, subirán en el termómetro de los 40ºC en prácticamente toda la provincia de Huelva. La temible ola de calor, aunque ya se notará en la jornada de hoy viernes, se extenderá desde el sábado hasta el martes, por lo menos, con un pico de calor este próximo domingo. Para colmo el aire cálido que se va a estancar en la península Ibérica nos llega cargado de partículas en suspensión, la calima con orígenes saharianos, lo cual incidirá en hacer el aire más irrespirable. Quienes tengan la suerte de refugiarse en la playa, no pasarán tanto calor, pero deberán extremar las precauciones a la hora de eso que estuvo tan de moda de tostarse al sol, pues lo recomendable y lógico es no pasar de exponerse al sol más allá de un cuarto de hora, procurar estar a la sombra y utilizar protectores solares.

Consejos para combatir el calor

Los trabajadores en el exterior, bajo ningún concepto deben trabajar en las horas de más calor, a no ser imprescindible y en ese caso en periodos cortos de tiempo y con las necesarias medidas de protección: ropa de trabajo suelta, sombra y agua.

Las personas vulnerables por la edad o por enfermedades crónicas respiratorias, pero también niños o embarazadas, es necesario que tengan a mano todo el día una jarra de agua, fresca, pero no fría. Permanecer a la sombra y no hacer ejercicios que puedan fatigarles. Al Centro de Salud, en el caso de que sintamos mareos o vómitos que nos indiquen que estamos sufriendo un golpe de calor.

En general es menester una buena hidratación y no exponerse al sol, pero hay más formas de sobrellevar estos días de calor extremo que se nos avecinan. Aquí ofrecemos algunos consejos que deben asumir no ya las personas antedichas, trabajadores y personas vulnerables, sino todas en general:

Hidratación. Se debe mantener el cuerpo hidratado, simplemente bebiendo agua. El alcohol o la cafeína, deshidratan, de modo que el gin tonic fresquito es contraproducente, así como un té un café por muy helado o granizado que te lo pongan. Aquello de dos litros de agua diarios como recomendación, se torna estos días como rutina obligatoria. Tampoco está mal, llegado el caso, tomar una ducha con el agua tal como sale de la alcachofa.

A la sombra. Aquí en Huelva las horas de mayor insolación vienen a ser desde las once de la mañana hasta las seis de la tarde. Recordad cómo antes de la llegada de tantas tecnologías y los relojes digitales en el telefonillo móvil, nos citábamos con la fresca: “Esta tarde con la fresca nos vemos”. Pues eso, que es absolutamente recomendable permanecer a la sombra, en interiores a ser posible. En caso contrario, poco o el mínimo tiempo expuestos al sol, y en ese caso sombrero o gorra, protector solar en partes expuestas al sol, y gafas de sol para combatir en nuestras retinas los efectos de los rayos UVA, que estos días tienen índices muy altos.

Nuestra casa, bien acondicionada. Si tenemos aire acondicionado, sabed que reseca el ambiente (recordad que expulsa al exterior agua, pues ya está, nos está quitando humedad y creando un ambiente más seco), con lo cual la recomendación de tener un humificador o beber agua es aquí más aplicable si cabe. Es mucho mejor tener la casa fresquita, y eso se consigue, o por mejor decir se conseguía, con casas de muros amplios, cosa hoy impensable en las construcciones modernas, de modo que debemos procurar tener las casas cerradas y oscuritas, con las persianas bajadas, desde las diez y media de la mañana, en el caso de Huelva, y no volver a abrir ventanas y puertas hasta que llegue la fresca, que en estos días va a ser ya casi a la anochecida. En estos momentos, ya muy por la tarde o durante la noche, es conveniente crear corrientes de aire abriendo según qué nos interese ventanas y puertas. El uso de ventilador es preferible al del aire acondicionado. Baldear patios o entradas es también recomendable, pero ya a horas en las que los rayos de sol no incidan de manera perpendicular. El aire acondicionado se impone en estos tiempos porque se habitan espacios no adaptados a unas buenas condiciones climáticas, sino a la especulación. En fin.

El ropero particular de cada cual debe estar acorde a estos tiempos meteorológicos, no al dictado de las revistas de moda. Podría acabar aquí recomendando ropa ancha que permita la circulación del aire por el interior de la que debe ser una mínima cubrición de las intimidades, pero mejor os lo cuento con una anécdota de un apreciado amigo y ex pariente que fue durante años visitador médico. Llegó al bonito pueblo minero de La Zarza, en un caluroso día de julio, que en La Mina (1) ya saben ustedes, o se lo pueden imaginar, cómo son. Pues el hombre iba ataviado como dictaban las normas, pero no el sentido común, quiere decirse con traje y corbata. Al llamar a la puerta del domicilio de don Bartolomé, el médico, le fue a abrir este que iba cubierto apenas con el vuelo de una hermosa bata de hilo. Al ver en la puerta al visitador médico, sudando la gota gorda embutido en el traje, no tuvo otra opción de decirle suavemente que esas ropas no eran las adecuadas para estos climas. Pues eso os digo, mis muy queridos y admirados lectores, acercaos a la tienda de marroquíes o magrebíes (2) que tengáis más cercana y compraos una chilaba de algodón, fina y fresquita, al menos para estar en casa.

Islas acondicionadas. En el caso de no contar con un lugar adecuado para pasar las horas de más calor, y si los ayuntamientos no han reparado en contar con espacios adecuados, algo que están haciendo ya muchos de ellos, podréis acudir a cines, bibliotecas o centros comerciales, que por la cuenta que les trae son espacios muy bien acondicionados, a veces incluso demasiado.

Esfuerzos físicos. Aunque lo decíamos más arriba en el caso de quienes tienen que trabajar en el exterior, es menester no realizar ejercicios físicos durante las horas de más calor.

Comidas ligeras y refrescantes. Es el tiempo de comer frutas y verduras, entre otras cosas porque en la provincia de Huelva abundan, son excelentes, son otra manera de hidratarse y tienen muy buenos precios. Tomemos el ejemplo del gazpacho, que es un error muy común añadirle pan, que es parte de la historia y del origen de esta sopa fría, pero absolutamente innecesaria en estos tiempos. Bastará con añadir aceite suficiente para que el ajo, y todas las verduras, emulsionen simplemente al mezclarlos en la batidora eléctrica. Luego al frigorífico, añadir agua muy fría e incluso hielo, para tomar como un delicioso refresco. Y otra cosa, el gazpacho sin pan que se oxide, no repite. La creencia popular es que el culpable el ajo o el pepino, pero no. El culpable de los gazpachos indigestos es la innecesaria incorporación de pan a esta delicia veraniega.

(1) Tres nombres para un pueblo. En la documentación histórica se le suele llamar La Mina, a secas, y así se siguió nombrando desde el último tercio del siglo XIX hasta prácticamente finales del XX. El nombre oficial era el de Silos de Calañas, anterior a la llegada de franceses primero e ingleses después para hacerse cargo de la explotación de la mina de La Zarza, topónimo este que sería el preferido y el más querido por la juventud, como reza la canción. El caso es que ciertos complejos se manifiestan con un rechazo absoluto a quien se considera superior, y en este caso se rechaza el topónimo Silos de Calañas, que ya en los años setenta del pasado siglo deja de usarse por la población sileña. Conseguida la independencia del municipio por intereses meramente políticos, o más bien electoralistas, en unos tiempos en los que se valora y fomenta la unión de términos municipales, pasa a denominarse el nuevo municipio como La Zarza-Perrunal, a la espera, es de suponer, que se reabran las minas en la zona y vuelva Silos de Calañas, perdón, La Zarza, lo que fue a principios del siglo XX, una población numerosa con unos servicios y unas condiciones sociolaborales verdaderamente, para la época, sorprendentes: hospital, cine, escuelas con enseñanzas obligatorias para todos los niños, casino…. No es menester decir que servidor tiene orígenes zarzeños, de La Mina, que es como en mi casa al menos, se solía llamar a un pueblo con tres nombres y un solo corazón. La Zarza, La Mina y Silos, el corazón volando por entre las cortas y el dique de Puerto León.

(2) Al parecer hoy no es correcto nombrar a los moros así, moros, sino que debe optarse por marroquíes o magrebíes. La palabra moro se ha usado históricamente, y así figura en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, para nombrar a los habitantes del África septentrional más cercana a la península Ibérica, normalmente a los nacidos en Marruecos, Morrocco o en Mauritania, pero en fin, ya a mi edad no voy a cambiar de idioma, y menos con la que está cayendo, o por mejor decir, con la que les está cayendo a esta banda, a la que por cierto, tampoco se le puede llamar banda, por muy banda que sea y por muy bandas que sean todos ellos, como demuestra la punta del iceberg que tan sólo podemos ver hoy. Mañana… la solución mañana. Acabamos con unos versos de Jardiel Poncela que vienen que ni al pelo en la boca de estos elementos: “Si no me escapo / merezco un lapo. / Si no me fugo / soy un besugo. / Pero, ¿cómo voy a fugarme?, / ¿cómo voy a escaparme?, / si la ventana, alta y lejana…/ la solución, la solución mañana”.

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