¿Qué cantidad de arena hace falta para restaurar la playa de El Portil?
En 2018 el Gobierno cifró en 900.000 metros cúbicos la cantidad de arena necesitaría para regenerar las playas del litoral onubense
El volumen que debería destinarse a El Portil podría estar por encima de los 50.000 metros cúbicos
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A lo largo de los años, la playa de El Portil ha sido objeto de una serie de esfuerzos para su mantenimiento y regeneración llevados a cabo por el Gobierno a través de la Dirección General de Costas y del Ministerio para la Transición Ecológica. Sin embargo, a medida que el tiempo avanza, el crecimiento de la Flecha de El Rompido está generando erosiones considerables en la playa urbana que han precisado de aportes de arena significativos pero a todas luces insuficientes.
Racpitulando, en junio de 2020, la Subdelegación del Gobierno anunció la realización de trabajos de adecuación en la playa con una inversión de 50.000 euros, que permitió la redistribución de 4.000 metros cúbicos de arena desde la zona seca de la Bota hasta El Portil, preparando así la playa para la temporada estival.
Estas acciones se sumaron a trabajos previos realizados en meses anteriores para reparar daños ocasionados por temporales y garantizar la calidad y seguridad de las playas onubenses para los turistas. En resumen, se invirtieron más de 500.000 euros en El Portil y Nuevo Portil, con aportes significativos de arena en 2018 y 2019, respondiendo a situaciones de emergencia y necesidades de mantenimiento. Concretamente, en la zona de El Portil que corresponde al término municipal de Cartaya se actuó aportando 12.000 metros cúbicos de arena procedente del dragado con una inversión 49.658 euros. En 2019, se hizo una aportación de arena de 2.000 metros cúbicos para la parte de la playa situada en Cartaya y de 4.000 para la parte situada en Punta Umbría, con una inversión de 34.001 euros.
Anteriormente, en junio de 2017, también se redistribuyeron 7.500 metros cúbicos de arena desde la zona de acopio ubicada junto al caño de La Culata hasta una franja de 500 metros de playa, la más afectada por la acción de las mareas y los temporales del invierno precedente.
Nuevo escenario
Sin embargo, en el momento actual, la situación parece haber evolucionado hacia un escenario más crítico y prueba de ello es el balance de la reunión entre la nueva subdelegada del Gobierno en Huelva, María José Rico, con la Asociación de Vecinos Portileños para abordar las preocupaciones y demandas relacionadas con la playa de El Portil. La creación de una comisión de seguimiento, anunciada por Rico, busca evaluar las propuestas de los vecinos y llevar a cabo medidas definitivas en colaboración con el Ministerio de Transición Ecológica y la Dirección General de Costas.
La magnitud del problema se evidencia en las declaraciones de María José Rico, quien reconoció que los aportes de arena realizados hasta 2019, que calificó de «considerables», podrían no ser suficientes en la situación actual. La elevación de la cota de superficie y la separación del suelo hace que se requieran volúmenes mucho mayores de arena para intentar, si no atajar el problema, al menos si mitigarlo. Así, teniendo en cuenta el resultado de anteriores aportaciones y los cálculos que el Gobierno realizó en 2018, cuando cifró en 900.000 metros cúbicos la cantidad de arena necesitaría para regenerar las playas del litoral onubense, el volumen que debería destinarse a El Portil podría estar por encima de los 50.000 metros cúbicos.
En cualquier caso, Rico se comprometió a analizar la situación, elevarla al Ministerio y explorar soluciones técnicas, incluso considerando la posibilidad de encargar un estudio técnico al Cedes. La postura de la Subdelegación del Gobierno ha tenido su reflejo en el balance que hicieron los vecinos tras la reunión, que consideraron «superpositiva» y que supone «un rayo de esperanza», agradeciendo a la subdelegada que visitara personalmente la playa y se comprometiera a buscar soluciones a nivel nacional.
En resumen, la regeneración de la playa de El Portil se enfrenta a problemas ineludibles, y los aportes de arena, aunque significativos en el pasado, necesitan ser revisados para que la inversión se traduzca en una mejora real que retrase el avance del mar durante el mayor plazo de tiempo posible.
