Así se dragará el puerto del Terrón: un método probado en Lisboa que respeta el ecosistema del río Piedras

La Junta de Andalucía invertirá algo más de 750.000 euros en solucionar la pérdida de calado con una técnica pionera de remoción de sedimentos

Los trabajos, adjudicados a la empresa Dravo, tienen un plazo de ejecución previsto de cuatro meses

El Puerto de Huelva es premiado internacionalmente por su gestión del dragado con beneficios medioambientales

Panorámica del Puerto del Terrón
H. Corpa

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La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda ha adjudicado por 755.040 euros las obras de mejora de la navegabilidad en el puerto de El Terrón, en Lepe. Para solucionar los problemas de calado se aplicará, por primera vez en la ría del Piedras, un innovador sistema de remoción de fondos mediante inyección de agua a baja presión, una técnica que respeta el entorno natural y que se diferencia del dragado tradicional. Los trabajos, adjudicados a la empresa Dravo, tienen un plazo de ejecución previsto de cuatro meses.

La progresiva pérdida de calado en la zona portuaria ha llegado a comprometer la operatividad de las instalaciones, afectando tanto a la flota pesquera profesional como al sector náutico recreativo que tiene su base en este puerto. La actuación está cofinanciada en un 79% por la Consejería de Fomento, mientras que el 21% restante será aportado por la Asociación Náutico-Deportiva El Terrón.

Este procedimiento novedoso ha sido escogido por la preocupación de la Junta de Andalucía por el mantenimiento de los valores ambientales de la ría del Piedras. A diferencia de un dragado convencional, que extrae y vierte el material, esta técnica consiste en aplicar una inyección de agua a baja presión. Con ello, se fluidifica el sedimento y se genera una corriente de densidad que desplaza los sedimentos aprovechando las corrientes naturales de la marea. Este sistema provoca una afección mínima al ecosistema.

La técnica consiste en mover el material depositado en el fondo hasta el canal central de la ría durante la fase vaciante del ciclo de marea, para que sea la propia corriente la que desplace el material de forma natural hacia la desembocadura. Este método de recuperación de calados ya se ha utilizado con gran éxito en el puerto de Lisboa, en una zona afectada por un parque natural, y en el río Guadiana. La zona de actuación ocupa una superficie de unos 79.000 metros cuadrados, donde se espera alcanzar un calado de 2,5 metros, lo que implicará mover un volumen de unos 80.000 metros cúbicos de sedimento.

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