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El pueblo escondido de Huelva que se ha detenido en el tiempo: tiene casas blancas, miradores y cada piedra parece guardar una historia

Sus casas blancas, sus calles empedradas y el silencio que lo envuelve componen una estampa que recuerda a la Andalucía más auténtica

El museo más pequeño del mundo se encuentra en este pueblo de Huelva: cada año lo visitan cientos de personas

Berrocal (Huelva) holapueblo

S. M.

Huelva

En lo más profundo del Andévalo onubense, entre colinas verdes y caminos de tierra roja, se encuentra Berrocal, un pequeño pueblo de apenas 300 habitantes que parece haberse detenido en el tiempo. Sus casas blancas, sus calles empedradas y el silencio que lo envuelve componen una estampa que recuerda a la Andalucía más auténtica.

Situado en la comarca de la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva, este municipio conserva intacta su esencia rural y un entorno natural que sorprende por su belleza. Rodeado de sierras, bosques de alcornoques y el característico cauce del río Tinto, Berrocal es un destino perfecto para quienes buscan desconexión, autenticidad y paisajes con historia.

Un pueblo con raíces antiguas

Las huellas de Berrocal se remontan a tiempos prehistóricos. En sus alrededores se han encontrado restos del Calcolítico y la Edad del Bronce, como el Dolmen del Casullo, uno de los más antiguos de la provincia de Huelva. Este yacimiento megalítico, datado en torno al cuarto milenio antes de Cristo, demuestra que estas tierras han sido habitadas durante miles de años.

Con el paso del tiempo, la minería del cobre y el hierro marcó la vida de la comarca. Sin embargo, a diferencia de otros municipios mineros, Berrocal logró conservar su carácter rural, su paisaje intacto y su espíritu tranquilo.

Pasear por Berrocal es como recorrer un pequeño museo al aire libre. Su casco antiguo, de calles estrechas y casas encaladas, mantiene el encanto de los pueblos serranos tradicionales. Cada fachada cuenta una historia y cada rincón invita a detenerse y contemplar.

@turidescanso Berrocal nos recibió con la calma de los pueblos que se detienen en el tiempo. Sus calles blancas, sus miradores y el rumor del río Tinto nos recordaron que la belleza más profunda se encuentra en lo sencillo. Entre riscos, silencio y horizonte, sentimos la fuerza de la tierra minera… un lugar pequeño, pero con un alma enorme, donde cada piedra parece guardar una historia. Berrocal… rincón escondido de Huelva que nos enseñó a mirar despacio, a dejar que el paisaje hable, y a entender que a veces, lo más auténtico está en lo más humilde.#videoviral #travel #rutas #sendero #furgocamper ♬ Die On This Hill - SIENNA SPIRO

Uno de sus lugares más destacados es la Iglesia de San Juan Bautista, un templo sencillo pero lleno de historia, situado en el corazón del pueblo. Desde sus inmediaciones se pueden alcanzar varios miradores naturales que ofrecen panorámicas únicas del valle y de los bosques que rodean la localidad. La luz del atardecer tiñe las fachadas de tonos dorados y convierte el horizonte en una postal inolvidable.

Los amantes de la naturaleza pueden adentrarse en los senderos que parten del municipio. Las rutas atraviesan paisajes de encinas, alcornoques y jaras, ideales para disfrutar del silencio del campo andaluz y del aire puro de la sierra. Muy cerca, los tonos rojizos del río Tinto crean un contraste único con el blanco del caserío.

Tradición y vida local

A pesar de su tamaño, Berrocal mantiene vivas sus tradiciones. Una de las más emblemáticas es la Fiesta de las Cruces de Mayo, declarada de Interés Etnológico, que se celebra entre el 2 y el 6 de mayo. Durante esos días, el pueblo se llena de color, música y encuentros vecinales, en una celebración que mezcla raíces paganas y religiosas.

El pueblo también conserva una rica gastronomía basada en productos locales. Miel, cerdo ibérico, setas, castañas o dulces artesanales forman parte del recetario tradicional, que puede degustarse en sus pequeños bares y casas rurales.

La mejor manera de conocer Berrocal es perderse por sus calles, detenerse en sus miradores y dejarse llevar por el sonido del viento entre los árboles. Es un destino perfecto para una escapada de fin de semana, especialmente si se busca tranquilidad y contacto con la naturaleza.

Imagen principal - Berrocal
Imagen secundaria 1 - Berrocal
Imagen secundaria 2 - Berrocal
Berrocal HOLAPUEBLO

Los visitantes pueden combinar la visita con una ruta por la Cuenca Minera de Riotinto, admirando el paisaje casi marciano del río Tinto, o disfrutar de alguna excursión de senderismo o ciclismo por los caminos rurales que rodean el pueblo. Se recomienda llevar calzado cómodo, agua y cámara de fotos, porque cada rincón invita a inmortalizar la escena.

Berrocal no es un destino de masas, y ahí reside precisamente su encanto. Es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, donde la vida transcurre sin prisa y el visitante puede reconectar con lo esencial. Entre sus casas blancas, sus miradores al paisaje y el murmullo del río, uno entiende que hay lugares que no necesitan grandes monumentos para ser inolvidables.

Pequeño, auténtico y profundamente andaluz, Berrocal es uno de esos pueblos escondidos que conservan el alma del sur. Cada piedra guarda una historia, y cada visita deja la sensación de haber descubierto un rincón secreto de Huelva donde el pasado aún respira.

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