Dani Molina, ante el reto de la supervivencia

Es un tópico, pero no deja de ser cierto: lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Podemos aceptar que llegar a una determinada meta sí puede entrañar serias dificultades, pero se puede conseguir gracias a un esfuerzo intenso y fugaz. Conservar un estatus implica que el esfuerzo sea sostenido y controlado. Una reválidad continua.

Y en ese brete se encuentra ahora Dani Molina. El canterano del Recreativo ha sorprendido con una pretemporada digna de elogio, ante la que Oltra ha respondido con minutos y confianza. El técnico ha cumplido con lo prometido a su llegada a Huelva y, por el momento, no ha mirado el carné del futbolista, ni por su procedencia ni por su insultante juventud. Tanto es así que le ha dado una cuota importante de minutos en el centro de operaciones, algo nada sencillo, y tiene planeado hacer que debute en competición oficial en el primer partido de Liga. Se trata de algo que viene dado, en parte, por el hecho de que le faltan efectivos en esa zona tras la lesión de Dimas, la sanción de Montoro y el adiós de Larena. Más aún después de que Zamora, otro jugador que podría ser susceptible de ser alineado en ese puesto, haya caído lesionado de la rodilla.

Pero no sería justo decir que si Dani debuta en el inicio de la competición sería sólo por las circunstancias. Se lo ha ganado, ha ido de menos a más y Oltra está encantado con el chico, hasta el punto de que tiene claro que, aunque tenga ficha del filial, por el momento y mientras no demuestre lo contrario, seguirá siendo uno más del primer equipo, con todo lo que ello conlleva.

Competencia y predecesores

Pero aquí es donde todo se complica para Dani. De eso le podrían hablar mucho algunos hombres, que también antes fueron niños, como Fidel, Bonaque, Ale Zambrano, Álvaro Vega o Juan Villar. Todos ellos vivieron algo parecido a lo que le está tocando ahora al joven centrocampista pero, con suerte dispar en unos y otros casos, tuvieron que atravesar dificultades una vez que pasó la euforia inicial en torno a ellos. Fidel enamoró cuando debutó de la mano de Agné, Ale Zambrano debutaron en el primer partido de Liga ante el Deportivo con Cervera en el banquillo, Bonaque también acumuló minutos con el técnico del Tenerife y Juan Villar se hizo jugador de la primera plantilla con Alfaro y Carlos Ríos gracias a su buen hacer en el San Roque. Todos tuvieron su momento y por unas cosas y otras acabaron saliendo del equipo tras haber perdido sitio en las alineaciones.

El paso de los entrenamientos y los partidos pone a todo el mundo en su sitio y en el caso de Dani Molina no será una excepción. Tiene ante sí la oportunidad que podría ser la oportunidad de su vida, aunque ni mucho menos sería la última, y lo sensato sería apostar a que va a poner toda la carne en el asador por conseguirlo. Tiene la ilusión, las ganas y el aval de todos sus técnicos. Quizá sólo necesite suerte.