CONFIDENCIAL
El runrún: El falso pingüino de Mazagón
Hace unos días, cuando un calor más propio del verano pillaba por sorpresa a media España, nos llegaba desde Mazagón una noticia inaudita: un pingüino había aparecido en la playa, por la zona del chiringuito Costa Colón.
El animal estaba desnutrido y fue recogido por agentes de la Policía Local de Palos de la Frontera, cuyo ayuntamiento destacó lo curioso del hallazgo, precisamente, cuando se estaban registrando temperaturas superiores a los 30 grados. También añadía que se trataba de un alca o pingüino europeo, «que suele habitar en islotes rocosos y acantilados marinos del norte del Atlántico«. Sin embargo, pese al revuelo, todo apunta a que este ave, el alca común, de pingüino tiene sólo la apariencia. Son físicamente parecidos, ya que son pesadas, muy buenas buceando y tienen las alas cortas, pero a diferencia de aquellos,las alcas mantienen la capacidad de vuelo. En realidad, son parientes tan cercanos de las gaviotas como lejanos de los pingüinos. Luis Manuel Bejarano, ambientalista onubense conocido por sus proyectos relacionados con la naturaleza, como los'burros bomberos' de Doñana, nos ponía sobre la pista: «El alca es un ave voladora bastante común y que se encuentra emparentada con los frailecillos, pero que de pingüino solo tiene el color». Pidiendo perdón por quitarnos «la ilusión» del hallazgo, explica que el llamar a las alcas «pingüino europeo» no es sino una referencia a su color blanco y tamaño parecido. Algo similar a cuando se llama a las orcas «ballenas asesinas» por su tamaño, cuando realmente no son sino una especie de delfín. Por ello, el ecologista onubense recomienda estudiar con cuidado estas llegadas de aves y no pensar que Doñana se va a convertir, en poco tiempo, en una nueva reserva de pingüinos. «Doñana es el último sitio del mundo al que acudiría un pingüino en busca de una vida mejor», lamenta, en referencia al delicado momento que atraviesa este espacio natural.
Una onubense, la mejor vestida de la Feria
No es que nos vaya a sorprender ahora, cuando lleva décadas haciendo gala de su estilo y elegancia, pero siempre viene bien que lo recuerden y le den el mérito que merece. Hablamos de nuestra modelo más top, Laura Sánchez, que ha sido señalada por algunos medios especializados como la mejor vestida de la Feria de Abril. Y no será porque no tenía competencia, con ese Real a reventar... Pero la modelo y empresaria onubense supo destacar, pese a su sobriedad, y acaparar las miradas con un traje blanco impoluto firmado por Alicia Suárez. Sin estridencias ni excentricidades, con la sencillez y la elegancia por bandera, se coronó como una de las mejor vestidas de la Feria. Como complemento ideal, esa enorme sonrisa que la hizo famosa en su momento y que sigue luciendo como mejor carta de presentación. Un sobresaliente para ella.
Duele a la vista
El municipio de Palos de la Frontera, lo saben muchos onubenses, es especial y reúne una serie de ventajas ser vecino del municipio que no hay en otras localidades de la provincia. Aquí todavía hay cheque bebé y además se extiende el cheque bañera, ayudas para jóvenes de estudios, para sacar el carné de conducir, para comprar casa, etc. Otra de las ventajas es que el municipio cuenta con un parking subterráneo y gratuito, algo también poco visto. Es un privilegio poder dejar el coche en pleno centro del pueblo en un lugar espacioso y bajo techo en lugar dar millones de vueltas. Pero precisamente en este párking hay un cartel que nos han hecho llegar y que no está en consonancia con todo lo mencionado hasta ahora. Está pegado en varias columnas de la superficie de aparcamiento y contiene una falta de ortografía. No sabemos si hay sido un lapsus o quien lo escribió piensa que se escribe así esa palabra, pero ya decimos que así no es. Esto solo le pasa a quien escribe y qué vamos a decir nosotros, que también tenemos nuestras erratas. Esta por lo menos es fácilmente corregible y seguro que en el Ayuntamiento de Palos hay presupuesto para editar unos carteles nuevos. Esto carteles en cuestión están en unas cajas rojas colgadas de columnas pintadas de amarillo, blanco y azul. En ellos se puede leer: «Absorvente de aceite. Prohibido tirar basura». Duele un poco la vista al leerlo.
