Octubre, mes del Rosario en el barrio del Polvorín
La Virgen del Rosario gloriosa, titular de la Hermandad Sacramental de la Sagrada Cena, recorrió triunfante las calles del barrio en el mes dedicado a su advocación
Primera gran cita cofrade tras la Magna de Huelva: la Virgen del Rosario recorrerá el Polvorín


Huelva
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Iniciar sesiónUn año más el barrio del Polvorín vistió sus galas de gloria para acoger la salida procesional de Nuestra Señora del Rosarioen sus Misterios Gloriosos. La titular letífica de la Hermandad de la Sagrada Cena presidió el acto central de los cultos que la cofradía viene celebrando a lo largo de todo este mes de octubre, mes dedicado al Santo Rosario.
A las ocho de la tarde se abrían las puertas del Sagrado Corazón de Jesús. La gloria del Polvorín pisaba la calles precedida por un cortejo integrado por hermanos portando cirio y las representaciones de las hermandades con las que comparte templo, así como los grupos jóvenes de varias cofradías onubenses.

Los sones de la Banda de Música Albricias, de El Cerro de Andévalo, ponían la banda sonora para que la Virgen del Rosario se paseara por las calles de la feligresía. Tras teñir de naranja los últimos rayos de sol de esta tarde otoñal las fachadas del Polvorín, la Virgen junto a Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena iniciaba su breve procesionar visitando las calles del barrio ya bajo el oscuro cielo. Un itinerario que la llevaría a pasar por las puertas de las casas de hermandad de todas las hermandades del templo.

La Virgen del Rosario pisaba las calles de su barrio en este Año Jubilar luciendo su saya de tisú plateado bordada en oro a partir de algunos bordados de un antiguo senatus de la cofradía, realizada por Pedro Ceada en el año 2015 y manto de tisú de plata bordado en recorte por el mismo autor en el año 2020. Ceñía sus sienes corona bañada en oro aditada con broches y colgantes que la hacían lucir aun más junto a la ráfaga de ocho de metal plateado que envuelve todo el conjunto. El Divino Infante portaba corona real y túnica roja bordada en oro. Un gran número de broches, rosarios y joyas completaban el atavío de la pequeña imagen gloriosa. Por su parte Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena vestían el hábito dominico.
Las andas adquiridas hace unos años por la Sacramental de la Sagrada Cena para esta procesión letífica y ampliadas el pasado mes de junio para que pueda procesionar también sobre ellas el Cristo del Amor con motivo de la Solemnidad del Corpus Christi se exornaba con cuatro variados bouquets sobre jarras en los costeros y unos centros en las esquinas en tonos salmón, rosas y blancos.
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