Magna Mariana de Huelva: Moguer convirtió las calles de la capital en los pinares de Montemayor

Una multitud arropó a la patrona moguereña por las calles onubenses en su traslado a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en vísperas de la procesión jubilar

Guía de la Magna Mariana de Huelva 2025: horarios, recorridos, vírgenes que procesionan y toda la información que debes saber

Magna Mariana de Huelva: La Peña y Montemayor, las primeras vírgenes de la provincia en llegar a la capital

La Virgen de Montemayor ante el monumento a la Virgen del Rocío S. B.

Sergio Borrero

Huelva

Una romería sobre losas y asfalto en vez de arenas, entre palmeras y naranjos en vez de pinos. Pero como siempre, con dos pueblos unidos por la devoción a la Virgen de Montemayor. Huelva y Moguer se hicieron uno en una jornada histórica y multitudinaria que sirvió para que la patrona moguereña fuera trasladada a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús tras dos días de estancia en la Mayor de San Pedro.

En este último templo comenzaba la tarde, cuando el sol más calentaba. Calor que no era óbice para unas decenas que moguereños que aguardaban a las puertas de San Pedro desde hacía horas para poder ser los primeros en portar sobre sus hombros a su patrona. Emotiva fueron las despedidas ante la Virgen del Refugio y la Virgen de la Cinta antes de atravesar la puerta del mar y que los rayos de sol impactaran sobre la plata de las andas de la romería. La Virgen de Montemayor iniciaba así su traslado, antecedida por los sones de la escuela de tamborileros de la hermandad matriz y acompañada por los rezos y cantes por sevillanas que no cesaron en toda la tarde.

Numeroso público aguardaba en la plaza a que la patrona de Moguer abandonara el porche de la parroquia matriz de la ciudad. Un público que no dejaría de crecer a medida que avanzaba la tarde, convirtiendo la tarde de este miércoles de vísperas en una jornada multitudinaria junto a la Virgen de Montemayor. Sonaban las guitarras y los primeros cantes quebraban las gargantas de los devotos de la reina de los pinares. Las andas de la Virgen se desviaban del itinerario anunciado y se acercaban a la Ermita de la Soledad, donde la esperaba la Hermandad del Santo Entierro con su Simpecado elevado al cielo para recibir a la Virgen. En la calle Tres de Agosto, a las puertas del Convento de las Agustinas también sería recibida corporativamente por la Hermandad de la Buena Muerte.

Imagen principal - La patrona de Moguer recorrió las calles en sus andas de romería y ya se encuentra en El Polvorín tras ser acompaáda en su traslado por una multitud
Imagen secundaria 1 - La patrona de Moguer recorrió las calles en sus andas de romería y ya se encuentra en El Polvorín tras ser acompaáda en su traslado por una multitud
Imagen secundaria 2 - La patrona de Moguer recorrió las calles en sus andas de romería y ya se encuentra en El Polvorín tras ser acompaáda en su traslado por una multitud
La patrona de Moguer recorrió las calles en sus andas de romería y ya se encuentra en El Polvorín tras ser acompaáda en su traslado por una multitud S. B.

La bulla alrededor de las andas seguía creciendo y eran muchos los moguereños y onubenses, que, invitados por los primeros, tenían el privilegio de portar sobre sus hombros las andas de la Virgen. Subía la calor y también las emociones cuando tras discurrir por la Gran Vía, como si de un ensayo para el día 20 se tratara, la Virgen de Montemayor llegaba hasta el Convento de las Hermanas de la Cruz. El rezo de las monjitas llenaba los corazones de todos los allí presentes antes de continuar la marcha hacia el Polvorín. A la plaza Niña acudían también para recibir a la patrona de Moguer las hermandades de la Esperanza y la Vera+Cruz de Aracena.

Frente al Monumento de la Virgen del Rocío

Otro de los momentos de pellizco, de los instantes esperados para capturar con las cámaras y teléfonos móviles llegaba cuando la Virgen pasaba por la plaza del Punto y se detenía para plantarse frente al monumento a la Virgen del Rocío. Dos de las más grandes devociones de Huelva fundidas en un mismo instante. La Alameda se llenaba de fieles que acompañaban a la Virgen de Montemayor, portada durante este trayecto por las mujeres moguereñas. Como fin a esta larga arteria llegaba el coqueto Barrio Obrero al que accedía tras subir la siempre complicada rampa. Sus calles de casitas bajas de estética británica adornadas con arcos de papelillos y verde ofrecían un entorno idílico al paso de la patrona de Moguer.

Pero cuando las emociones terminaron por desbordarse fue al entrar la Virgen en el barrio del Polvorín. Se sucedieron las sevillanas y los fandangos desde balcones y aceras, llovieron pétalos de flores y papelillos y los vivas y rezos erizaban la piel. Si emotivo fue el discurrir por la plaza del Rosario o la calle Niebla, fue pisar la calle Puebla de Guzmán y el Polvorín entero estalló de amor con la Virgen de Montemayor. El barrio donde germinó la semilla de la devoción a la patrona de los moguereños en 1954 es hoy en día un fuerte núcleo de fe y amor a la Virgen.

Especialmente emotivo fue este trayecto para la Hermandad Filial de Montemayor de Huelva. Si el pasado domingo bendecía su nueva casa hermandad, en la tarde del miércoles vivía como su devoción, la Virgen de Montemayor, se detenía ante las puertas de esta nueva sede. Ni en el mejor de los sueños podría haberse imaginado. Pétalos y sevillanas y una interminable ofrenda de ramos de flores servían como agradecimiento a la Santísima Virgen por los momentos regalados. El traslado llegaría a su fin a diez minutos de cumplirse la medianoche. El Simpecado de la filial onubense salía a las puertas del Corazón de Jesús para recibir a la Virgen al son de palmas por Huelva y poner el punto y final a esta jornada junto a la Virgen de Montemayor.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia