La Guardia Civil ha asestado un duro golpe a un grupo criminal dedicado a comercializar moluscos bivalvos no aptos para el consumo humano, principalmente almeja japónica, procedente de zonas contaminadas o cerradas de Portugal. En el marco de la operación Clams, los agentes han detenido a ocho personas e investigado a otras tres, interviniendo cerca de 7.000 kilos de bivalvos que estaban destinados a la cadena de distribución con documentación falsificada.
Inspección de la Guardia Civil
guardia civil huelva
Red de documentación fraudulenta
La investigación arrancó el pasado noviembre, cuando el Seprona inspeccionó un centro de depuración y expedición de moluscos de la provincia y detectó una partida de 234,7 kilos de almeja japonesa con papeles falsos. Las pesquisas destaparon una red que emitía documentación fraudulenta —registros, albaranes y facturas— para dar apariencia de legalidad a los cargamentos procedentes de Portugal.
Una vez en las depuradoras, los moluscos se introducían en la cadena de distribución, principalmente a través de grandes mayoristas del sector, utilizando de nuevo documentación falsificada.
En los registros practicados, la Guardia Civil se incautó de ordenadores, teléfonos móviles, documentos, dinero en efectivo y siete vehículos. A los detenidos se les imputan delitos de pertenencia a grupo criminal, blanqueo de capitales, falsedad documental, fraude de fluido eléctrico y contra la salud pública.
La Benemérita recuerda que los moluscos bivalvos pueden ser vectores de enfermedades y patógenos peligrosos si se consumen crudos o mal cocinados.
En la operación han colaborado EUROPOL, la Agencia de Seguridad Alimentaria y Económica de Portugal (ASAE), la Policía Marítima lusa, la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía, la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) y la 5ª Compañía de la Guardia Civil de Ayamonte. Los arrestados y las diligencias han sido puestos a disposición judicial.
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