carta al director
Manifiesto de la Unidad de Acción en la gestión de agua y los regadíos en Huelva
El agua es un bien escaso, pero en Huelva disfrutamos de este recurso para atraer inversiones de forma suficiente, junto con el sol y muchas horas de luz, y excelentes microclimas que debemos saber aprovechar para dar una buena imagen, atraer inversiones productivas que generan empleo y fijar la población en las zonas menos desarrollada donde también se reactiva la minería pirítica.
Si bien para impulsar un desarrollo provincial sostenible y equilibrado se debe tener en cuenta que en la provincia de Huelva existen dos amplias zonas diferentes y que se complementan en materia de reservas y usos del agua. Son comarcas con orografía y clima diferentes, en ambas existen climas que son excelentes para producciones hortofrutícolas, precoz, diversas y de calidad, para lo que se necesitan reservas de agua suficientes, redes de transportes y distribución con dotación suficiente hasta el lugar de consumo y precio justo.
Sin embargo, en cada comarca los proyectos de transformación en regadíos requieren aplicar para su desarrollo modelos de gestión diferentes según la comarca: la Costa, el Condado o Sur Andévalo, no es igual a las comarcas del Andévalo y Minero y la Campiña. Por ello la distribución por parte de la Administración de recursos hídricos debe ser tratada con dosis de sensatez, equidad y solidaridad por las Comunidades de Regantes, que ha de defender los intereses comunes y privados de sus socios, pero como corporaciones de derecho público que son, deben cuidar aplicar la defensa del interés general tanto económico como social. Por ello éstas son merecedoras del apoyo de todos los Poderes Públicos con competencia en agua y regadíos y los organismos de cuenca y las Administraciones General, Autonómica y Local, todas ellas en estos delicados momentos y más que nunca deben extremarse en apoyos nuestras reivindicaciones, que son justas y necesarias para eliminar incertidumbres, consolidar de forma duradera y crecer creando empleos en regadíos.
La provincia de Huelva tiene dos zonas diferentes pero que se necesitan y complementan, y que recaban solidaridad y responsabilidad. En el norte la Sierra y el Andévalo, donde la pluviometría es elevada, entre 600 y 1.200 mm al año, solo superada por Grazalema, y donde se aprovechan las escorrentías y se reservan grandes volúmenes de agua en los embalses del Chanza, Andévalo, Olivargas, Piedras, Jarrama, ahora se construye Alcolea y el PHN incluye la promoción de Coronada y Pedro Arco, sin olvidar las presas de Aracena y Zufre que abastecen Sevilla. A estas reservas se han de suman el caudal de las extracciones en Bocachanza, que aprovecha el agua que llega de Alqueva a la zona internacional del Guadiana, su mejor aprovechamiento en ambos márgenes requiere un buen dialogo hispano-luso en desarrollo de los Acuerdos de Albufeira, que nos permita aumentar las reservas de agua para todos los consumos de la provincia, aprovechando mejor los excedentes que alivia y el caudal ecológico de la presa de Alqueva, la mayor de Europa. Para avanzar en ello debemos seguir trabajando de forma responsable, unida y dialogan todas las CCRR de Huelva, como lo venimos haciendo desde 1984, primero con Coprehu y desde 2005 Corehu.
En 1983, Cartaya y Lepe se convierten en la cuna de un movimiento de agricultores y ayuntamientos por la gestión de agua superficial “a precario” para regadíos, cuyos primeros avances fueron, en 1985, la Zona Regable del Chanza y Valdemaría; en 1987, Coprehu; en 1989 y años posteriores, Sur Andévalo, Onuba, Canal del Piedras, Andévalo Guadiana, Pedro Arco, Anéalo, El Almendro, consolidados estos últimos por la declaración de interés general de la comunidad autónoma andaluza de los regadíos del Andévalo Occidental Fronterizo. Años antes el Condado había comenzado a regar con mucha pujanza, siendo los pioneros de la fresa regando con agua de pozos del Acuífero 27, que en 1986 se refuerza con el riego superficial de Valdemaría en Palos y Moguer, que se amplía por el Fresno.
No es bueno para el prestigio y crecimiento de la provincia generar alarmas injustificadas y falta de fundamento sobre la falta de agua, ya que el crecimiento de los regadíos en Huelva siempre ha sido equilibrado con el incremento de las reservas de agua (recordar el “plano de los colorines”). Para crecer ordenadamente se han aprovechado las autorizaciones de agua “a precario”, y es lógico que tanto agricultores como sus comunidades exijan que se conviertan en concesiones definitivas YA con 6000 m3/ha/año, y se debe comenzar por “dar prioridad a consolidar con concesiones definitivas a los regadíos actuales y en ello coincidimos todos ya que es un derecho adquirido legítimamente por el que ya riega de cualquier Zona de Riegos provincial”. En lo que aún NO existe consenso, y siempre que lo tocamos en Corehu se pierde la unidad de acción, es en cómo crecen los regadíos como se distribuyen las reservas de agua excedentes y ello corresponde al planeamiento hidrológico, y es esto lo que se debe debatir, ya que ninguna comunidad de regantes puede imponer sus criterios ni “por antigüedad o poderío”. En materia de agua no hay mas derechos adquiridos que los que derivan del interés general de los regadíos. La única prioridad es la que contempla la Ley de Aguas: primero el consumo para usos urbano e industrial, después el agrícola, turístico e hidroeléctrico, en este orden y aplicando para precios el coeficiente 1:3:3. Entre los regantes la prioridad la da su declaración de interés general, da igual que sea de la nación o la comunidad autónoma. Sin embargo, solo el disponer de estructuras de distribución de uso común que han sido pagadas con dinero público no da prioridad ante otros demandantes con proyectos reales de transformación para consumir el agua, pagarla, regar, crear riqueza y empleo, la realidad mediante colaboración publica-privada debe cumplir los requisitos.
En estos momentos en que el sector hortofrutícola, junto con el turismo y la industria, son motores de la economía provincial, hay que garantizarles el agua que requieran para usos eficientes, de acuerdo con la Directiva Marco de la UE. Para regadíos hay que evitar el uso del agua para especular con el valor de la tierra que dispone del derecho de agua y con infraestructuras ejecutadas con dinero público pendiente de pagar -porque recordemos que las obras financiadas o cofinanciadas con dinero público se amortizan con el pago del agua, y quien no consume agua no contribuye a devolver la financiación, recayendo esta responsabilidad y este gasto en los verdaderos regantes-. Por ello deben practicarse sistemas de distribución basados en el riego a la demanda, en el que se prioricen aquellos proyectos de inversión para puesta en riego de productos de calidad demandados en los mercados internacionales, y que alcance el índice de producción en el plazo comprometido al otorgar el agua, deben potenciarse y apoyarse los proyectos generadores de empleo y que usen el agua con eficiencia Pero es la Junta de Andalucía quien tiene las competencias en la gestión del agua en la Demarcación Tinto-Odiel-Piedras, y a quien corresponde determinar qué zonas se deben regar declarándolas de interés de la comunidad, a lo que posteriormente se podrá sumar la declaración de interés nacional para proyectos a cofinanciar por el Estado, que requieren acuerdo interadministrativos que las Comunidades de Regantes debemos propiciar desde la Unidad de Acción.
Estamos pues en momento decisivo en el que la Junta de Andalucía y los organismos de cuenca han iniciado la revisión 2015 de los planes hidrológicos, que debemos aprovechar para:
Propuesta formulada por Juan Antonio Millán para dialogar la Unidad de Acción y que apoyan los siguiente colectivos: CR Andévalo Fronterizo, CR Andévalo Minero; CR Andevalo Pedro Arco, CR Fresno y Comisión Promotora de la Comunidad General de Regantes de Alcolea (Regadíos Campiña-AndévaloSur-Condado Norte-Sur, Corona Norte Forestal) y otras que han comenzado a estudiar la propuesta y apoyan gestionar desde la Unidad de Acción.