Una clausura con acentos, ritmo y «pelazo»: así se despidió la 51 edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva
Antes del cierre se anunciaron las fechas de la próxima edición: del 13 al 21 de noviembre de 2026
'La mejor madre del mundo', Colón de Oro de la 51 edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva
Así lucieron los premiados en la gala de clausura del 51 Festival de Cine Iberoamericano de Huelva
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Iniciar sesiónLa 51 edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva bajó este sábado el telón con una gala que hizo honor a una virtud poco habitual en estos territorios de focos y egos: fue breve, fue ágil y fue directa. Una gala «al pie», en la que nadie pareció dispuesto a estrenar discurso interminable. Quizá porque no se apagaba el micrófono —cosa siempre peligrosa—, quizá porque el propio ambiente invitaba a la contención. Sea como sea, el público lo agradeció sin reservas.
Como cada año, la ceremonia volvió a convertirse en un mapa sonoro de Iberoamérica. Entre los acentos de aquí y de allá, dos destacaron sobre el resto: el portugués arrastrado del brasileño Gustavo Maximiliano Silva Oliveira, productor de La mejor madre del mundo —flamante Colón de Oro—, que se hizo entender sin renunciar a su acento; y el mexicano cálido y firme de Mayra Hermosillo, que llegó al festival conocida por su faceta de actriz y que lo abandona convertida en una directora a seguir gracias a Vainilla, una de las películas que más conversación han generado en esta edición.
A esos matices transatlánticos se sumaron los acentos de casa, los de la tierra: dos onubenses subieron al escenario para recoger premios que el público celebró como propios. Paco Ortiz, conmovido, agradeció el Talento Andaluz por la dirección en Antonio, el bailarín de España, mientras que Manuela Ocón hizo lo propio con el Premio Acento a la Mejor Dirección Española por Los tigres, de Alberto Rodríguez. Así Huelva, en su festival, también habló en onubense.
Baute, entre notas y melena
Pero si hubo algo capaz de desordenar la ceremonia —con cariño y humor— fue la presencia de Carlos Baute. Sobre el papel, venía a cantar. Sobre el escenario, ofreció un pequeño concierto en dos tiempos, con Te regalo primero y después el infalible Colgando en tus manos, que llegó a dejar en manos del público desde la platea. Baute no deslumbró por voz, pero sí por su carisma y por esa facilidad suya para llenar un escenario con su planta.
Y también, ojo, por su cabello. El propio presentador, Adolfo Zarandieta, no pudo evitar el comentario: «qué pelazo, aunque mis problemas capilares no vienen al caso», dijo mientras miraba con cierta (comprensible) envidia esa melena impecable del venezolano. Un guiño que arrancó carcajadas y recordó que estas galas, tan protocolarias, a veces agradecen un golpe de humanidad.
Baute había sido recibido por la mañana en el Ayuntamiento de Huelva, donde firmó en el libro de honor con un mensaje que resumía bien el tono de la noche: «Vine a regalarles sonrisas». El público, al parecer, estaba dispuesto a corresponder.
Un palmarés de heridas abiertas
El festival volvió a demostrar que su mirada social no es pose, sino línea editorial. La maternidad asumida en soledad y cuyo coste cargan, demasiadas veces, las madres sobre sus hombros, los exilios forzosos, la persecución política, los dilemas y heridas del colectivo LGTBIQ+: las historias premiadas en el certamen onubense no esquivan lo incómodo ni miran hacia otro lado.
La mejor madre del mundo se llevó el Colón de Oro con una historia que cuestiona quién sostiene la crianza cuando el Estado no lo hace. Aún es de noche en Caracas, Premio Especial del Jurado, profundiza en el exilio como desgarro cotidiano. Vainilla, además de su Colón a la Dirección, fue reconocida por el trabajo coral de su elenco, cuya mirada sobre la identidad ha calado con fuerza. Y Un mundo para mí, Premio del Público, vuelve a México para dibujar una búsqueda íntima que resonó especialmente en las salas onubenses.
Arropada por autoridades y representantes de todas las instituciones que sostienen el certamen, la gala avanzó sin titubeos. Vídeos resumen, guiños al trabajo educativo y de industria, y aplausos para quienes han hecho posible esta semana de cine en Huelva. Todo bajo la batuta de la Banda Sinfónica Municipal, que dio empaque y aire solemne a los pasajes más ceremoniosos.
Antes del cierre, Zarandieta anunció las fechas de la próxima edición: del 13 al 21 de noviembre de 2026. Una cita aún lejana, pero que ya empieza a sonar.
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