entrevista

Pilar Castro, Premio Ciudad de Huelva del Festival de Cine: «Me siento más identificada con las personas que tienen dificultades que con el poderoso»

La actriz madrileña afirma que «la pasión» por su oficio es su motor y comparte que atraviesa «por un momento muy dulce y lo quiero disfrutar»

Milena Smit, Premio Luz: «Hay muchos compañeros que se suman a la lucha contra la violencia de género pero hacen falta más»

Manuel H. Martín, director del Festival de Huelva: «La ciudadanía que no es tan cinéfila tiene que palpar que aquí ocurre un gran evento»

Pilar Castro, Premio Ciudad de Huelva del Festival de CIne Iberoamericano ALBERTO DÍAZ
Mario Asensio Figueras

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Pilar Castro (Madrid, 1970) descubrió que quería ser actriz soñando desde pequeña ante la pantalla del cine al que sus padres y abuelos la llevaban recurrentemente. Por sus ojos le llegaban al alma las historias y personajes que quería interpretar, un anhelo que es desde hace muchos años su oficio. Ha trabajado intensamente en cine, televisión y teatro, indagando con mucha voluntad en los matices y contradicciones de cada personaje. Su carrera ha sido no dejar de profundizar en un arte en el que reconoce haber aprendido mucho y lo sigue haciendo impulsada por una pasión enorme. Su misión es poner luz en los personajes y eso le ha llevado a trabajar con grandes directores, ser protagonista en infinidad de historias, acumular premios y estar en la capital onubense en este 51º Festival de Cine Iberoamericano para recoger en el Gran Teatro el Premio Ciudad de Huelva. Feliz y agradecida por el reconocimiento, echa la vista hacia atrás con Huelva24 en una entrevista en la muestra su amor y compromiso por su profesión, muy apegada a la humanidad y la empatía hacia el otro que no deberíamos de perder.

-¿Qué sentimientos y reflexiones le produce recibir el Premio Ciudad de Huelva del Festival?

-Estoy muy contenta. He sido una actriz muy premiada, pero que también ha trabajado mucho. Me produce mucha alegría y también te hace recapacitar sobre toda tu trayectoria, tus momentos buenos y malos. Ahora mismo estoy viviendo un momento muy dulce y lo quiero disfrutar.

-Parece inevitable que cuando se recibe un galardón se eche la mirada hacia el camino recorrido. ¿Qué ve cuando adopta esa perspectiva de la trayectoria que ha seguido?

-Cuando veo mi camino es como que todo ha pasado muy rápido y no te das cuenta, aunque parece un tópico. Pero he vivido muchísimas cosas en esta profesión, he aprendido muchísimo y he podido disfrutar. Estoy contenta por todas las cosas buenas que me han pasado y he aprendido también de las malas.

«A veces te haces una maraña en ti mismo, pero creo que es cuando conectas realmente con los procesos creativos, con meterte en la piel del otro, con contar historias»

-Este año viernes se entregaron en la gala de inauguración del festival los Premios Luz Milena Smit y Yon González y en unos días se entregará el Premio Ciudad de Huelva a Fernando Tejero, con quién ha compartido mucho,¿verdad?

-Con Milena y Yon no he compartido trabajo, pero con Fernando Tejero mucho. Él empezó conmigo en Animalario y tengo muchos buenos recuerdos. Hicimos nuestras primeras inmersiones en el teatro y él ya apuntaba maneras. Muchas veces cuando ves las carreras de los demás te sientes un poco reflejada, porque te das cuenta que hemos ido muy a la par muchos de nosotros y me alegro muchísimo de este premio por Fernando.

-¿Cuál ha sido su principal motor todos estos años y que le mantiene a día de hoy queriendo seguir activamente en la profesión y con energía?

-La pasión que siento por esta profesión, el aprendizaje que me produce. He aprendido muchísimo y es como un veneno que ya tienes dentro y ya no lo puedes soltar. Muchas veces he querido dejar de ser actriz en momentos complicados y duros, incluso cuando he tenido mucho trabajo, porque nosotros somos los que lo gestionamos todo, dentro, fuera… somos nuestro instrumento de trabajo. A veces te haces una maraña en ti mismo, pero creo que es cuando conectas realmente con los procesos creativos, con meterte en la piel del otro, con contar historias… Yo siempre digo que soy también actriz porque soy hija y nieta de gente que iba mucho al cine y me llevaban. Veía hasta doble sesión y era nuestra manera de soñar, ver otros mundos y emocionarnos y cuando dices yo quiero estar ahí es por algo, aunque luego tengas una parte masoquista. Porque dices, párate, pero ahora, dentro de poco, voy a estrenar una función de teatro. Pero creo que todo se compensa con el aprendizaje y también hay uno del ser humano para encarnar a los personajes.

-Ha protagonizado series de éxito en televisión, ha hecho cine, teatro. ¿Qué te aporta cada faceta?

-El teatro a mí me pone en la casilla de salida siempre. Ahora que estoy en un momento dulce, me meto desde cero y es como si no supiera nada. Luego me doy cuenta que sí que sabes, pero yo necesito ese empezar de nuevo. El teatro me aporta ese aprendizaje que digo y poder hacer personajes que en la ficción no me van a dar y con un gran arco dramático. El cine me apasiona, porque es escuchar «acción» y conectarte con la cámara. Me pasa al hacer cine y también al verlo. Me siento y me evado de todo y es solamente lo que me cuentan y yo. Me molesta cualquier ruido y cualquier cosa. Y haciendo cine es igual, es la cámara y yo y lo doy todo para que la historia salga lo mejor posible. La televisión es donde vas más al resultado. Es como si fuera el gimnasio. Ahí vas a resolver, todo va muy rápido y no te puedes comer mucho el coco. Nuestro oficio cada vez más rápido y la televisión va así.

«

«Observo mucho al ser humano y me encanta. Me gusta mucho profundizar en los matices. Porque no somos lineales, estamos llenos de contradicciones»

-En su carrera ha dado vida a muchos personajes con carácter y complejos emocionalmente? ¿Cómo se prepara para interpretarlos?

-Yo soy actriz para salirme de mí, para no ser yo. Sobre todo observo mucho al ser humano y me encanta. Me gusta mucho profundizar en los matices. Porque no somos lineales, estamos llenos de contradicciones. Escuché el otro día de Guillermo del Toro y me encantó: A las diez de la mañana eres un imbécil, a las once eres una persona maravillosa, a las tres eres un poco psicópata… Todos esos matices los llevamos en nosotros mismos y en los personajes, igual. Me gusta la máxima complejidad para que la historia sea interesante y los personajes me los preparo con mucho trabajo.

Imagen principal - Pilar Castro, Premio Ciudad de Huelva del Festival de Cine: «Me siento más identificada con las personas que tienen dificultades que con el poderoso»
Imagen secundaria 1 - Pilar Castro, Premio Ciudad de Huelva del Festival de Cine: «Me siento más identificada con las personas que tienen dificultades que con el poderoso»
Imagen secundaria 2 - Pilar Castro, Premio Ciudad de Huelva del Festival de Cine: «Me siento más identificada con las personas que tienen dificultades que con el poderoso»

-Uno de sus papeles más recientes es en la serie 'Furia', una comedia negra, que parece disparatada por lo que ocurre pero que a la vez es inquietante porque por momentos parece más cerca de la realidad de lo que se puede pensar, ¿no cree?

-Es que Félix Sabroso, el director de la serie, es inteligentísimo y habla de la decadencia del sistema. Se había hecho en hombres pero no en mujeres, que también tenemos voz y podemos contar historias. Es tan complejo lo que ha escrito, tan sumamente inteligente, y han salido personajes llenos de matices y contradicciones. Es una sátira pero se acerca a lo que pasa normalmente. Nos pone a todas en un punto muy al límite, que como actrices es algo maravilloso, es un regalo. 'Furia' la hicimos como un auténtico drama, que es realmente lo que cuenta, pero lo eleva un poco y parece comedia, pero en realidad la comedia es eso, puro drama.

-¿Qué papel de los que ha interpretado en su carrera no le importaría vivir de verdad en la realidad un mes y en cual no aguantaría ni una semana?

-Evidentemente el de Vera en 'Furia' directamente no lo aguantaría una semana, pero me encantó hacerlo. Y en un mes estaría en los musicales que he hecho, como 'Al otro lado de la cama'.

«Necesito como artista tener mis tiempos de tranquilidad, de vacío, de desconexión y ahora es muy complicado. Me siento muy exigida a tener que dar una opinión, a tener que ser elocuente, a ser graciosa a que lo que diga sea inteligente»

-En paralelo a su carrera ha podido ser testigo de cómo el público y la industria ha cambiado y se ha pasado de una etapa con gran protagonismo del cine a un consumo mayor de contenido audiovisual en la televisión, ordenadores, móviles… y la irrupción de las redes sociales. ¿Cómo ha vivido esos cambios?

-Creo que antes éramos más amos de nosotros mismos a la hora de elegir lo que queríamos y ahora nos eligen bastante. Nos han puesto un dispositivo que es una ventana al mundo, pero es catastrófico para nuestro cerebro y situarnos. Todo me parece demasiado expuesto, demasiado rápido. No tengo capacidad para evolucionar tan rápido con todo lo que está pasando. Yo necesito como artista tener mis tiempos de tranquilidad, de vacío, de desconexión y ahora es muy complicado. Me siento muy exigida a tener que dar una opinión, a tener que ser elocuente, a ser graciosa a que lo que diga sea inteligente y tenga que tener opinión de todo. No puedo más.

-La gente asocia mucho a la vida de actores y actrices la fama, el dinero, el glamour, pero no se ve tanto la otra cara de la moneda, como el sacrificio y la dedicación que exige ¿Qué hay en ese otro lado que no se lleva tantos focos?

-Una de las cosas en las que hay que no se pone tanto el foco es lo difícil que es conciliar en esta profesión cuando eres madre. Es muy complicado, como en todas. Tenemos unos horarios y unos periodos muy complicados. Le pasa a mucha gente también. Pero si estás embarazada ya no puedes trabajar y si lo haces es muy cansado. Y luego he vivido los ciclos de cuando eres la chica de la película y pasa a ser la madre o ya te quieren como abuela. Son como clichés de las mujeres en las historias. Durante la adolescencia no lo piensas ni en la siguiente etapa pero ya más cuando estás en la mediana edad. Creo que esos tránsitos de saber dónde la industria te coloca son muy difíciles en las actrices.

«Como en la cuestión de Palestina, si no tienes empatía por esos niños… Ahora mismo lo más peligroso es la deshumanización y la tecnología nos lleva un poco a eso»

-Hemos visto al colectivo de los actores y actrices significarse públicamente en muchas causas, desde el No a la Guerra a la situación de Palestina. ¿Cree que el haber encarnado tantas vidas les hace tener una mayor empatía social con respecto a lo que sucede alrededor?

-Creo que sí, aunque es una cosa personal. Ponerse en el lugar del otro forma parte de nosotros y realmente me siento más identificada con las personas que tienen dificultades que con el poderoso. Es así. Es una cuestión de empatía. Está claro que la desarrollas, pero va más allá de ser actor. Si el ser humano no empatiza con los menos privilegiados, ¿qué sociedad estamos creando? A veces nos encasillan en lo de que tenemos que posicionarnos siempre en causas así, pero creo que se tendría que posicionar todo el mundo. Como en la cuestión de Palestina, si no tienes empatía por esos niños… Ahora mismo lo más peligroso es la deshumanización y la tecnología nos lleva un poco a eso y nuestro trabajo es humano. Nosotros trabajamos con nosotros mismos y tenemos que encarnar a muchas personas y profundizamos mucho, pero es algo personal. Yo pienso que si no fuera actriz también empatizaría mucho. Lo que pasa es que dar constantemente la opinión de todo hace que pierda valor. Para tener una opinión formada hay que estudiar mucho y profundizar mucho y ahora se está perdiendo eso.

Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia