Victoria Franco ha presentado este martes en Huelva su primer largometraje como directora, Doce lunas, una historia conmovedora en la que Sofía, una arquitecta de 40 años interpretada por Ana de la Reguera (Narcos), tiene que reordenar su vida tras sufrir una pérdida traumática. Una producción ilustrada en blanco y negro por la fotografía del prestigioso Sergio Armstrong.
Galardonada con el premio Mezcal a la Mejor Dirección y Mejor Fotografía del Festival de Guadalajara (México) y seleccionada en varios festivales, como TriBeCa o New Horizons (Polonia), persigue el Colón de Oro, principal galardón de la Sección Oficial del Festival.
Franco ha explicado durante su encuentro con la prensa que su principal intención a la hora de hacer la película ha sido la de tratar de conseguir «que los espectadores puedan llegar a sentir lo mismo que siente la protagonista, y con puedan conectar con su espiritualidad y con su fragilidad».
Poner «el foco en las emociones»
En este sentido, ha detallado que el uso del blanco y negro ha sido por este motivo precisamente. «Entiendo que conlleva un riesgo, pero era necesario para retratar la arquitectura emocional del propio personaje. El color distrae y quería centrarme el foco en las emociones», ha dicho.
La realizadora mexicana ha explicado que le interesa contar temas como el de la mujer en un país como México y la «exigencia de la maternidad, que es un reto que siempre se plantea como casi una obligación». Además del tema de las adicciones, ya que «a la gente adicta no se le trata con la dignidad que merecen, y hay que tener en cuenta que son personas enfermas».
Antes de Doce lunas, Franco ha codirigido en 2013 A los ojos junto a su hermano Michel Franco, además de dos cortometrajes: Reconciliados en 2014 y Borde en 2017. Ahora, afronta su primera experiencia en el largometraje como directora, guionista y productora.
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