Gabriel Carrasco: 'Nadie podrá superar jamás el currículum de Antonio'

Ha sido el mejor de todos los entrenadores que han pisado una cancha en nuestra provincia, con un currículum que nadie jamás podrá superar, fundador de clubes históricos, profesional de la gestión deportiva, impulsando el desarrollo de zonas donde no había nada y que ahora son modélicas en gestión e infraestructura deportiva, cabeza visible de una familia de baloncesto en estado puro, junto a sus hermanos, casado con jugadora, padre de jugador..., pero sobre todo se ha ido, o mejor dicho, se lo han llevado, porque él ha peleado como nadie lo habría hecho contra su enfermedad, hasta el último suspiro, la persona que me introdujo en este deporte que tanto amaba y que a mí y a muchos más, nos enseñó a amar, siendo ese ídolo que llega a ser para cualquier niño ese entrenador que te transmite algo especial, y es que compartimos muchas temporadas, de formación y seniors, pasando pronto a ser un amigo y que con el tiempo comprendí y sé que muchos comprendimos también, que era un padre deportivo, un vínculo especial en nuestras vidas que, aunque estuviera más o menos alejado, siempre seguía nuestros logros y nuestros fracasos, adoptando una postura discreta en el primer caso y entrando como un elefante en una cacharrería en el segundo caso, para provocar que nos levantáramos, porque así era él.

Tengo muchos recuerdos que hoy se amontonan en mi memoria, todos buenos, ninguno amargo, y cada vez que nos encontrábamos nos reíamos recordándolos, una vez analizada la realidad actual de lo que a él le apasionaba, EL BALONCESTO, pero hoy se me viene el mismo recuerdo a la cabeza, el mismo que he tenido en estos últimos días..., yo que en esto de vivir, he perdido más que ganado, lo recuerdo el día que Conquero logró el ascenso a LF, con la locura que se desató ese 13 de Mayo del 2.012. Él, como siempre solía hacer, se mantuvo en un segundo plano, pero esperando a que pudiéramos darnos un abrazo, lo recuerdo con Charo, el amor de su vida, esperando en la grada, cuando subí a verlo, la abracé a ella y él sólo me miró con los ojos llorosos y me dio un abrazo, no hubo que hablar nada más, pues ese recuerdo, es el único que realmente me emocionó, el ver en sus ojos el que se sentía orgulloso, porque para él todos lo que pasamos por sus manos, éramos uno de los suyos, éramos de alguna manera algo de él...

Para mí ha sido un orgullo poder decir que he pasado por tu vida y hoy, aunque haya gente que no lo comprenda o que le parezca obsceno hablar así por aquí, te quiero decir que estoy enfadado como no lo he estado desde hacía más de 13 años, pero no contigo, sino con esta puta vida, que me jode que siga dando estos mordiscos y arrancándonos partes de nosotros tan importantes, como tú lo has sido para muchos y es que no hay nada más injusto que tú, con lo que has apostado y apretado por permanecer, recibas esto.

Supongo que nunca dejaremos de despedirnos, porque mientras algunos sigamos encontrando el sentido para entrar en una cancha de baloncesto, tú estarás presente.