AZALEA CANTA AL SIMPECADO DE HUELVA
Moguer 7, una promesa que tributa emoción
Una vez más y ya van 15 años el paso del simpecado de la Hermandad de Huelva por esta casa situada al final de la calle Las Carretas se ha convertido en una tradicional parada donde confluyen los sentimientos de los romeros y de quienes les reciben. En este encuentro, la emoción se ha desbordado con el cante sobre el silencio del grupo Azalea, cuya ofrenda pone palabras y música a la devoción que se extiende desde este céntrico enclave al resto de la aldea con una sevillana estrenada especialmente para esta cita que siempre promete.


El paso del simpecado de la Hermandad del Rocío de Huelva a su entrada a la aldea por Moguer 7, casa que se encuentra casi a final de la calle Las Carretas, es muy especial. No es un acto oficial, pero se ha institucionalizado como un enclave esencial para entender el sentimiento que reina con la llegada de esta real y centenaria hermandad al Rocío. Desde que hace 15 años Jesús García de Pablo iniciara esta estrecha relación con la Hermandad de Huelva, a la que se le recibe con todos los honores, su casa es templo de cante y recogimiento devoto, es un lugar de encuentro para muchos, una tradición viva en un instante que crece cada año. La parada del simpecado allí se ha convertido con el tiempo en acontecimiento, que cada vez concita a más gente en una calle rebosante de personas, que desborda más sentimientos en cada ocasión y que supera las expectativas de todo aquel que lo vive por primera vez o repite.La chispa para la llama de este rito la ha puesto en los últimos ocho años con talento y sentimiento, con arte y emoción a partes iguales, el grupo Azalea, formado por las puntaumbrieñas María José y Nuria Camacho, que en la madrugada del viernes al sábado generaron con su cante una indescriptible sucesión de pellizquitos al alma de quien se siente rociero, hace del camino de Huelva su razón de ser o admira el testimonio de fe que representa. El esperado momento se retrasa




Siempre acabamos llorandoEs por ello que todos sienten de un modo muy íntimo ese encuentro con el simpecado de Huelva, que consigue que nos emocionemos mucho todos los años y siempre acabamos llorando. La calle se llena de gente, no cabe un alma y cuando empiezan a cantar las niñas no se oye nada, se hace un silencio absoluto para escucharlas que sólo se rompe con los olés al final y es algo muy difícil de que ocurra e impresionante. Además indicó que para los que vienen aquí es el momento más bonito y emocionante y por el que vienen cada año al Rocío.El impulsor de esta ofrenda de la casa a Huelva está muy vinculado al flamenco, que le gusta desde hace muchos años. Lo escuchaba en Madrid, donde hay grandes sitios, y comencé a venir al sur, a la Feria de Sevilla, de Jerez, la Peña Flamenca de Huelva, Mazagón, las Cruces de Alosno, bodegas de Gibraleón... donde fui escuchando muy buen flamenco. Además de visitar varias mecas del arte, por su casa también han pasado cantaores y amigos como Carmen Linares, Manguara, Pepe El Marismeño y varios artistas de Jerez, entre otros. Hace 8 años Pepe Rivero le presentó a las hermanas Azalea y ya son siempre fijas para cantar en la casa y les estoy muy agradecido porque estrenan en exclusiva una sevillana. Asimismo se mostró también honrado por parte de la hermandad, porque hemos llegado a un punto de hermanamiento que es muy bonito y todos sentimos que es la mejor parada que hace el simpecado cuando ya está en la aldea y tenemos mucha suerte, porque a cualquiera no le hacen no que a nosotros Huelva.En lo personal, García de Pablo reconoce que hace lo imposible en cada ocasión para ver a Huelva pararse a su puerta. Ha hecho el camino varios años con las hermandades de Triana primero y Carrión después, pero considera único lo que vive con la filial onubense. En los últimos tres años ha tenido 5 nietos en el mes de mayo, pero siempre ha hecho el esfuerzo para venir de Madrid y al menos estar en el momento en el que su casa recibe al simpecado de Huelva, aunque después tenga que volverse. Asimismo, valora especialmente el haber conseguido una hermandad entre toda la reunión. Nos queremos mucho y celebramos cumpleaños, nos invitamos a bodas familiares, vamos juntos de crucero y nos llamamos en Navidad. Estamos estamos muy unidos y puedo decir convencido de que el 80% de mis amistades auténticas vienen al Rocío.

