Huelva camina rumbo a su abrazo con la Blanca Paloma dejando por las arenas todo un reguero de risas, bailes y plegarias lanzadas al viento en forma de cantes.
Tras un camino espléndido, emprendido ayer desde la casa de la plaza Paco Toronjo, la filial ha cruzado este mediodía la cancela de Gato, un lugar icónico porque supone adentrarse en las arenas. De este modo, como cada peregrinar, este último tramo del camino discurrirá ya por el corazón de Doñana, desde el que la hermandad alcanzará la aldea.
Se espera que lo haga al anochecer y que, como cada romería, su entrada al Rocío se viva como una auténtica fiesta en el barrio de las Gallinas.
Hasta entonces, la Hermandad del Rocío de Huelva disfruta de su caminar por las arenas de Doñana.
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