El pequeño pueblo de Australia que tiene una calle dedicada a Huelva por esta curiosa razón
La presencia de la localidad onubense en un remoto rincón australiano, al igual que las de otras muchas de España, tiene su origen en un naufragio y un posterior malentendido
La historia ha dejado nombres españoles repartidos por todo el mundo, especialmente en América, donde la presencia colonial explica la abundancia de lugares bautizados en nuestro idioma. Es un fenómeno conocido y lógico, pues quienes exploraban y fundaban asentamientos solían recurrir a referencias de su tierra de origen.
Lo que no es tan habitual es encontrar algo parecido en Australia y, además, sin relación alguna con la colonización española. En este caso, fue un malentendido histórico el que provocó que el nombre de Huelva terminara asociado a un pequeño pueblo australiano. Y, de ese error, surgió un detalle sorprendente, una calle que hoy lleva el nombre de esta provincia andaluza.
Una calle dedicada a Huelva en el pequeño pueblo australiano de Cervantes
A más de 14.000 kilómetros de España, en la región de Australia Occidental, se encuentra Cervantes, un núcleo costero pequeño, pero llamativo por la cantidad de referencias españolas que concentra. Situado junto al Océano Índico y muy cerca del desierto de los Pináculos, este pueblo muestra un callejero repleto de nombres que evocan ciudades y provincias de nuestro país. Entre ellos aparece Huelva, que da nombre a una pequeña vía sin salida ubicada en la zona sur del municipio.
Calle Huelva, en el pueblo australiano de Cervantes
H24
Se trata de una calle corta, con casas a ambos lados, trazada en perpendicular a la vía Santander y que discurre en paralelo a la vía Córdoba, formando parte de este curioso homenaje español perdido en medio de Australia.
Este es el origen del pequeño pueblo australiano de Cervantes
Pese a lo que pueda pensarse a priori, el singular nombre de este pueblo no nace del interés por el autor de Don Quijote de La Mancha, sino de un episodio marítimo ocurrido en el siglo XIX. Y es que, en 1844, un barco ballenero estadounidense llamado Cervantes quedó a merced de un fuerte temporal y terminó encallando en unas islas próximas a la actual localidad australiana. A raíz del naufragio, aquel pequeño archipiélago pasó a conocerse como Islas Cervantes, dejando así una huella toponímica involuntaria en la zona.
Imágenes del pueblo australiano de CervantesH24
Con el paso del tiempo, pescadores y trabajadores de la costa empezaron a asentarse en el entorno de esas islas y, cuando surgió la oportunidad de oficializar un nuevo pueblo en la década de 1960, recurrieron a ese nombre ya presente en la cartografía. Fue entonces cuando se produjo el malentendido; muchos de los nuevos residentes y planificadores pensaron que el nombre de Cervantes hacía referencia al escritor español, en vez de al barco naufragado. A partir de esa interpretación equivocada se diseñó un callejero de inspiración hispana que aún perdura.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión