El plan para Aqualon: demolición parcial para levantar un hotel de ocho plantas
La modificación urbanística registrada en el Ayuntamiento contempla derribar el ala que mira a la ría para construir un conjunto de edificaciones de menor ocupación en planta pero mayor altura
El inminente cierre del Burger King, un golpe casi definitivo para el centro comercial Aqualon de Huelva
¿Adiós al Aqualon? El que fuese el primer centro comercial de Huelva podría tener una nueva vida como hotel


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Iniciar sesiónEl futuro del centro comercial Aqualon, cuyo declive se ha acelerado en las últimas semanas con el cierre de sus cines y el inminente adiós del Burger King, comienza a despejarse. Mientras el edificio languidece, el proyecto de reconversión en un complejo hotelero avanza en su tramitación administrativa, revelando detalles clave sobre la que será una de las transformaciones urbanísticas más importantes para la fachada marítima de Huelva. Lejos de una demolición total, la propuesta que maneja la propiedad pasa por una reforma parcial que preservaría una de las alas del actual inmueble, concentrando la construcción del hotel en el ala oeste, la más cercana a la Avenida de Hispanoamérica.
Según se detalla en el documento de Avance de la Modificación Puntual nº 35 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), promovido por la entidad Desarrollos Aqualon S.A. y aprobado por la Junta de Gobierno Local el pasado junio, el objetivo es reordenar el volumen edificado sin aumentar la edificabilidad total. El plan divide el edificio en forma de 'V' en dos zonas. El ala este (denominada parcela A), donde se encuentran la bolera y se ubicaban los cines y el Burger King, se mantendría en su estado actual. La intervención se centraría en el ala oeste (parcela B), que da frente a la ría. Esta parte sería demolida parcialmente para dar paso a un nuevo conjunto de edificaciones de menor ocupación en planta pero mayor altura.

La modificación urbanística permitirá pasar de la altura máxima actual de tres plantas (11 metros) a una de hasta 26 metros, lo que equivale a ocho plantas más un ático. Este cambio busca igualar la altura con la de los edificios del entorno, en la barriada del Molino de la Vega, y, paradójicamente, regularizaría la situación del propio edificio, cuya altura de coronación ya alcanza los 26 metros, superando lo permitido hasta ahora. Al reducir la superficie construida en el suelo y crecer en altura, el proyecto liberará espacio en la planta baja, creando pasajes peatonales y corredores que mejorarán la permeabilidad visual y física entre la ciudad y el Muelle de Levante, eliminando el efecto de pantalla arquitectónica que genera la actual estructura.
Esta reforma parcial aclara el futuro de los pocos negocios que resisten. El hecho de

Se pretender dar a la parcela un uso definitivo y sostenible a largo plazo, garantizando su viabilidad sin depender de la competencia de los centros comerciales
que el proyecto no afecte al ala este del edificio confirma que los recientes cierres de los cines y el Burger King no responden a un supuesto plan de demolición inminente, sino a criterios puramente económicos y a la falta de viabilidad en un centro comercial prácticamente vacío. La bolera, por su parte, podría continuar su actividad sin problemas, ya que su ubicación queda fuera del ámbito de la reforma principal.
El objetivo de los propietarios es dotar a la parcela de un uso definitivo y sostenible a largo plazo, que garantice la continuidad y viabilidad del espacio sin depender de la competencia comercial, que ha demostrado ser un problema para el centro comercial en los últimos años. La reconversión en un complejo de usos mixtos, donde el hotel de lujo constituirá el uso principal, pretende revalorizar el inmueble con una propuesta más acorde a las necesidades actuales de la ciudad y sus planes de desarrollo urbanístico.

Este proyecto contempla la integración de actividades complementarias que diversifiquen la oferta, incluyendo locales comerciales, oficinas y espacios dotacionales destinados a alojamientos de larga estancia o servicios sanitarios, ampliando así la función del edificio más allá de un mero centro comercial.
La modificación urbanística aprobada ha recibido el respaldo expreso del Ayuntamiento de Huelva, que ve en la transformación de Aqualon una oportunidad estratégica para fortalecer la mejorable oferta turística de la capital onubense. La apuesta por un hotel de este tipo responde a la creciente demanda detectada tras los picos turísticos recientes y al interés por atraer un turismo más sofisticado y de mayor poder adquisitivo.
Pero el alcance de la transformación va más allá de una simple adecuación hotelera. El proyecto incorpora también la creación de espacios abiertos y zonas verdes que mejorarán la integración urbana de la parcela, disminuyendo el impacto visual y generando un entorno más amable para peatones y vecinos. Esta reurbanización contribuirá a la mejora de la conectividad entre la ciudad y la ría, reforzando la idea de una fachada marítima accesible y viva.
El nuevo complejo se plantearía con los estándares más exigentes de sostenibilidad, eficiencia energética y accesibilidad, apostando por tecnologías punteras que minimicen su impacto ambiental. Además, la remodelación incluirá mejoras en infraestructuras viarias y peatonales para facilitar el acceso y la movilidad.
Con esta propuesta, Aqualon pretende resurgir como el referente arquitectónico y urbanístico que fue en su momento, simbolizando la transformación y modernización de Huelva y ofreciendo un nuevo impulso económico y social para el entorno, probablemente el que mayor transformación experimentará en los próximos años, con proyectos como el gran bulevar del Molino o la remodelación de la Avenida Hispanoamérica y el Muelle de Levante.
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