El nuevo albergue desaparece de unos presupuestos municipales en los que sin embargo aumenta el presupuesto en Servicios Sociales

El Ayuntamiento de Huelva aparca iniciativas polémicas mientras refuerza los servicios públicos y multiplica las inversiones en los barrios

El presupuesto para 2026 crece en áreas de amplio consenso ciudadano y deja fuera proyectos que generaban contestación social

Pilar Miranda presenta unas cuentas récord de 202 millones para una Huelva «solvente y en crecimiento»

El proyecto de la piscina pública obliga a replantear el del nuevo albergue municipal de Huelva

Actuaciones en la ciudad en los espacios más cercanos al vecino protagonizan las cuentas del Ayuntamiento de Huelva para 2026 h24
María Carmona

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Los presupuestos del Ayuntamiento de Huelva para 2026 permiten ya una lectura en clave preelectoral. Las nuevas cuentas, presentadas esta semana por la alcaldesa Pilar Miranda, muestran cierto viraje en las prioridades del equipo de gobierno: se aparcan proyectos polémicos, se incrementa el gasto en seguridad, limpieza y servicios sociales, y se impulsan obras de barrio de amplio consenso. El objetivo declarado —«reforzar los servicios públicos, la seguridad ciudadana y el gasto social»— se combina con una estrategia política evidente: minimizar conflictos y maximizar visibilidad justo antes de un año con trascendencia en las urnas.

La ausencia del nuevo albergue municipal, el Centro Integral de Transeúntes que el Ayuntamiento presentó como una de sus grandes apuestas del año pasado, puede entenderse como el símbolo del cambio. Pese a haber iniciado su tramitación y a contar con un presupuesto plurianual superior a los 3,5 millones, su rastro desaparece por completo de las cuentas de 2026 y parece que la dotación, que se había señalado como prioritaria en repetidas ocasiones, se guarda de momento en un cajón.

La parcela inicialmente prevista se destinará ahora a una piscina pública al aire libre, una intervención formalmente integrada en Urbanismo y que sí fue destacada durante la presentación de las cuentas de 2026. Con ello, el Consistorio evita un foco de contestación vecinal y lo sustituye por un equipamiento de popular aceptación, tras casi 20 años sin piscina de verano en la ciudad.

Terreno seguro: limpieza, seguridad y servicios públicos

La mayor subida de las cuentas presentadas para 2026 se produce en Infraestructuras y Servicios Públicos, que pasa de los 38 millones del ejercicio anterior a 42,6 millones, reforzando la limpieza viaria —con 1,8 millones más para el contrato—, el mantenimiento y el alumbrado. La mejora de calles y plazas -con un plan propio para renovación de parques infantiles-, el espacio más cercano al ciudadano, se convierte así en una prioridad que el gobierno local quiere hacer visible.

En Seguridad Ciudadana también se aprecia esta estrategia: 1,89 millones para la incorporación de 17 nuevos agentes y la renovación de la flota policial con 10 vehículos. En las cuentas de 2025, este bloque se mantenía sin grandes anuncios; ahora adquiere peso propio en un discurso marcado por la demanda de más presencia y más seguridad, a la espera de la puesta en marcha de la red de videovigilancia, que ha sido autorizada solo en parte por la Subdelegación del Gobierno.

También el área de Servicios Sociales crece de nuevo, esta vez un 26%, hasta los 21,5 millones, pese a que desaparece a priori el proyecto estrella del albergue. En su lugar, destacan actuaciones como la rehabilitación de viviendas municipales en la Barriada de la Navidad.

Urbanismo, con proyectos de consenso

Urbanismo, que el año pasado se estructuró sobre grandes transformaciones —la urbanización del Ensanche Sur, el inicio de la Plaza Mayor, o el avance del nuevo PGOU—, incorpora ahora nuevas actuaciones de consenso, como el inicio de las obras de la antigua cárcel o la primera fase de la ampliación del Recinto Colombino, además de la nueva piscina municipal al aire libre.

Así, se trata de un listado más funcional, que permite al equipo de gobierno evitar grandes discusiones urbanísticas y, al contrario, poner en marcha -aunque sea solo de inicio- proyectos históricamente demandados.

En otras áreas el destino de las partidas cambia pero sin que varíe mucho el sentido. Por ejemplo, en Deportes el Centenario de la Copa del Rey de Tenis, que marcó el calendario de 2025, deja paso al Europeo de Bádminton 2026, evento histórico para la ciudad y que incorporará la despedida de Carolina Marín. En Cultura el presupuesto se sitúa en 7,8 millones, similar al del año pasado sin eventos extraordinarios como la Procesión Magna Mariana, pero con la restauración del edificio central de la Casa Colón como principal inversión.

Por su parte, el plan de inversiones 2025–2027, dotado con siete millones, refuerza la estrategia de hacerse fuerte en las barriadas, con actuaciones moderadas pero muy visibles: reurbanización de plazas, arreglo de vías, aparcamientos, parques infantiles o mejoras en el entorno de la Plaza de Toros y el Nuevo Colombino. Así a diferencia de 2025, donde predominaban los proyectos estructurales, el nuevo plan se centra en acercar la inversión a cada rincón de la ciudad.

La conclusión política de esas cuentas queda así bastante clara, con unas cuentas orientadas a reforzar la cercanía con los vecinos y a evitar proyectos que podrían suponer frentes abiertos -nueva ubicación para el albergue municipal, o la continuidad de los proyectos de peatonalización- en un año preelectoral. En cambio, se apuesta por pequeñas actuaciones pero tangibles, visibles y con amplio consenso ciudadano.

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