No hay democracia sin memoria

Cuando ves las lágrimas y oyes la voz rota, una y otra vez, de Juan Manuel recordando a su abuela, o de Maruca a su bisabuela, ambas vilmente asesinadas en los años terribles de 1936 a 1975, cuyos cuerpos no han encontrado todavía... Cuando asistes a su sosegada e incansable búsqueda de una verdad silenciada durante décadas, acogotada por el miedo impuesto a golpe de fascismo y de un caciquismo que aún se huele en Aljaraque y Corrales... Entonces comprendes que es tu obligación como demócrata contribuir a restituir la memoria y la dignidad de unas personas que murieron y sufrieron por permanecer fieles a la legalidad vigente de la II República.

No hay democracia sin memoria

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Que fueron víctimas de un régimen criminal cuyo objetivo era exterminar a toda persona que pensara diferente, que se mantuviera fiel a la democracia, robándole además sus propiedades sin el menor pudor. Por eso me incorporé a la Comisión de la Memoria Histórica y Democrática de Aljaraque. Su minucioso trabajo de investigación ha conseguido identificar el nombre de 64 personas asesinadas entre 1936 y 1941, entre ellas las familiares de Juan Manuel y Maruca.

No hay democracia sin memoria

La semana que viene celebraremos en nuestro municipio unas jornadas imprescindibles para restituir esta memoria tan necesaria.

Si España quiere ser una democracia madura no le queda más remedio que hacer justicia con la Memoria Histórica, devolviendo la dignidad a las víctimas del fascismo franquista, depurando las responsabilidades de los crímenes de lesa humanidad (que no prescriben nunca), modificando la Ley de Amnistía de 1977 para posibilitarlo, ilegalizando a todas las organizaciones fascistas que persisten en nuestro país, entre ellas la Fundación Francisco Franco, recuperando los bienes expoliados por Franco y su familia, anulando sus insultantes títulos inventados, retirando nombres de calles y plazas dedicados a personas vinculadas a responsables del golpe de estado, de la guerra y la dictadura...

Alemania, Italia, Argentina o Chile ya recorrieron este camino. Nos toca hacerlo porque ya vamos con mucho retraso. Quien se niega a ello tiene muy poco corazón y desde luego débiles convicciones democráticas. Sin memoria no hay democracia. Sin memoria corremos el riego de repetir los mismos errores del pasado.

No hay democracia sin memoria

Ya es hora de desmontar las falsedades que levantaron los vencedores de aquel negro episodio, incrustadas en nuestra sociedad huérfana de relatos históricos veraces en colegios e institutos. Ni yo, educada durante la dictadura, ni mis hijos, ya en democracia, hemos estudiado jamás el régimen fascista de Franco con sus desastrosas consecuencias para los valores democráticos, las libertades y los derechos humanos, como han hecho, por ejemplo, en Alemania. Cuando algunas personas o la derecha de este país argumentan la equidistancia, alegando que los rojos también cometieron barbaridades, no se ajustan a la verdad.

Hay que  recordarles que en Aljaraque, como en Huelva y en muchos sitios de Andalucía, no hubo guerra, sólo ocupación violenta desde le 18 de julio, represión brutal, exterminio, asesinatos, torturas, vejaciones, violaciones, expolio de propiedades, represalias laborales y sociales, cometidas todas contra mujeres y hombres por los mismos: los criminales golpistas fascistas, militares y civiles, que siguen impunes, cuyos herederos aún reciben el apoyo y subvenciones por parte de la derecha y sus gobiernos. En esto somos una insoportable anomalía entre las democracias de nuestro entorno. A las personas que permanecieron leales al gobierno legítimo republicano (gente de izquierdas y liberales) sólo se les puede achacar su fidelidad a la democracia y a las leyes vigentes. Fueron muy pocas las  involucradas en quema de iglesias, sin víctimas, pero también hubo bastantes curas que apoyaron el golpe y señalaron a quién había que detener y represaliar.

Durante los primeros meses tras el 18 de julio de 1936 los golpistas cometieron unos 60.000 asesinatos políticos en Andalucía. Ésta es la historia veraz de España, constatada ya por rigurosos trabajos de investigación de profesionales y universidades. Repudiemos la posverdad.

No hay democracia sin memoria

Insisto una vez más, no hay democracia sin memoria. Por eso reconozco el paso que están dando, entre otros, el municipio de Aljaraque. Por eso creo que es tan importante apoyar y asistir a las Jornadas de Memoria Histórica que se van a celebrar en este municipio desde el 9 al 14 de abril.

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