Carta de Monseñor Vilaplana, Obispo de Huelva, con motivo del Domund
Monseñor José Vilaplana Blasco, Obispo de Huelva, en su carta pastoral del DOMUND titulada “Misión siempre”, escribe a sus fieles diocesanos para que colaboren generosamente, a pesar de la crisis, en el sostenimiento de la labor misionera.
“El próximo domingo, día23, celebraremos la jornada mundial de la propagación de la fe, llamada popularmente el Domund. Cada año esta jornada tiene un lema que nos ayuda a profundizar en la misión de la Iglesia, enviada por el Señor a anunciar su Evangelio a todos los pueblos. Este año el lema es ‘Así os envío Yo’.
Se trata de la última parte de una frase del Señor resucitado dirigida a los Apóstoles, el mismo día de la Resurrección al atardecer. Los discípulos se encontraban encerrados por miedo y Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: ‘Como el Padre me ha enviado, así os envío yo’ (Jn20,21).
El Padre había enviado al Hijo para que todos los hombres conociéramos el amor que Dios nos tiene; para que, creyendo en Él, tuviéramos vida eterna; para que encontráramos la salvación que nuestro corazón anhela (cfr. Jn I 3, 1 6). Jesús, el enviado del Padre, pasó por el mundo, haciendo el bien (cfr. Hc 10, 38), anunciando la buena Nueva (Evangelio) y curando de toda dolencia a los que se acercaron a El, perdonando y mostrando la misericordia entrañable de Dios para con todos. Jesús cumplió su misión entregando su vida en la cruz. Con su muerte y resurrección nos dio nueva vida.
En el encuentro con los Apóstoles, Jesús les encarga que continúen su misión: ‘así os envío yo’. Una gran misión que los Apóstoles, frágiles como nosotros, pudieron llevar a cabo, porque el Señor les comunicó su Espíritu.
Toda la Iglesia -todos nosotros- hemos de continuar esa misión. La Iglesia existe para evangelizar (EN 14). Ésta es su responsabilidad y su alegría. Los que hemos encontrado a Cristo y hemos saboreado su amor, no podemos guardar este tesoro sólo para nosotros; lo hemos de compartir, presentándolo a todos los que encontremos a lo largo de la vida y haciendo todo lo posible para que esta Buena Noticia llegue a los confines de la tierra. ¿Cómo podemos realizar esta misión? Confiados en la fuerza del Espíritu Santo, ante todo debemos dar testimonio de nuestra fe, dondequiera que estemos, porque la fe se fortalece dándola. Todos estamos en misión, porque vivimos rodeados de personas que no conocen al Señor, o lo han olvidado, o no han descubierto la belleza y la fuerza transformadora de su Evangelio.
Pero nuestra preocupación por la evangelización se ha de extender a todo el mundo. Para ello debemos ser constantes en la oración intensa y sincera, y ofreciendo nuestros sacrificios, -especialmente si estamos pasando por un momento de sufrimiento o enfermedad-, para que la luz del Evangelio se difunda por todos los pueblos. Y, a pesar de la crisis, debemos compartir generosamente, ofreciendo nuestra aportación económica, para sostener a todos los misioneros y misioneras, que han sentido la llamada del Señor para mostrar su amor en los países y lugares a donde no ha llegado la Buena Noticia de Jesucristo.
El Domund, cada año, despierta nuestra conciencia para que vivamos siempre en misión. Jesús nos sigue diciendo así os envío yo. ¡Ojalá escuchemos su voz y nos pongamos en camino! Gracias por vuestra colaboración.
Que la Virgen Maria, estrella de la evangelización, nos acompañe y proteja.”