DE 12 MUNICIPIOS ONUBENSES
Arranca el Plan Operativo de Control de Mosquitos sobre 140.000 hectáreas
14.25 h. Si bien las labores de tratamientos correctores con biocidas se centran entre marzo y octubre, el Servicio planifica actuaciones de control de plagas a lo largo de todo el año.


Este Plan Operativo de Control de Mosquitos tiene como principal objetivo reducir la densidad de población de este insecto a niveles que sean tolerables para la ciudadanía, al ser imposible su erradicación. Para ello, las estrategias de control se diseñan específicamente en función de las características particulares del foco, lo que da lugar a dos grandes grupos: marisma mareal y medio urbano y rural, con un ámbito geográfico de actuación total de 140.000 ha de superficie protegida divididas en 16.000 ha de marisma mareal y 114.000 ha pertenecientes al medio urbano y rural, donde se encuentran 25 núcleos de población de la provincia.
De este modo, se prevé la actuación con tratamientos correctores mediante el uso de biocidas en aproximadamente 5.000 hectáreas de marisma mareal susceptible de albergar poblaciones larvarias de mosquitos, con especial incidencia en el estuario del Tinto -aproximadamente el 53% de superficie-, y en el del Odiel – un 43% de superficie-, así como en las marismas mareales del Guadiana, Carreras y Piedras.

Trabajos de investigaciónAdemás de acometer labores de tratamiento sobre el terreno con el mínimo impacto ambiental gracias al uso de técnicas blandas y un máximo rendimiento mediante la optimización de los recursos, el Servicio de Control de Mosquitos desarrolla a lo largo del año distintos trabajos de investigación, manteniendo un completo programa de seguimiento de las poblaciones de mosquitos a través de la red de 16 estaciones de muestreo que están repartidas a lo largo de todo el litoral de la provincia con el objeto de evaluar el estado de la plaga frente a las medidas de control programadas.

Para abordar este Plan de 2019, el dispositivo, con más de tres décadas de experiencia, cuenta con una plantilla sólida formada por 41 oficiales aplicadores, cinco capataces, un técnico de laboratorio, un biólogo jefe de programación y desarrollo, un biólogo jefe de investigación, un director del servicio y un auxiliar administrativo, además de 11 operarios contratados para intensificar las labores de verano. A todo ello hay que sumar los medios técnicos disponibles, como vehículos aéreos, terrestres y embarcaciones equipadas con motor fueraborda, entre otros.