NUEVAS MEDIDAS DESDE EL OBISPADO
Las Primeras Comuniones se trasladan al último trimestre del año
19.56 h. En cuanto a la posibilidad de trasladar las expresiones de piedad popular y las procesiones a otro tiempo, 'se darán las indicaciones que, a juicio del obispo diocesano, sean oportunas una vez superado el mal que padecemos'.

Ante la aparición de nuevos datos e informaciones relacionados con la pandemia del coronavirus COVID-19, el Consejo Episcopal, tras la reunión celebrada este lunes, ha comunicado las nuevas decisiones adoptadas, como que la Misa Crismal se mantenga en la misma fecha y hora que es tradicional (a las once de la mañana, el martes santo, en la Catedral). Se hará, como esta mandado, a puerta cerrada y el obispo estará acompañado por los Vicarios y un grupo reducido de sacerdotes en representación de todo el clero.
La renovación de las promesas sacerdotales se hará cuando las circunstancias lo permitan en alguna de las celebraciones del tiempo de Pascua. Sería un gesto de comunión que, a esa misma hora, los sacerdotes se unan espiritualmente a dicha celebración.
En lo relativo al Triduo Sacro, se deben seguir las indicaciones de la Sagrada Congregación, en las que se indica, en primer lugar, que la fecha de la Pascua no puede ser trasladada a otro momento. Además, el Jueves Santo, en la iglesias catedrales y parroquiales, en la medida de la posibilidad real establecida por aquellos a quienes compete, los sacerdotes de la parroquia pueden celebrar la Misa en la Cena del Señor; se concede excepcionalmente a todos los sacerdotes la facultad de celebrar en este día la Misa sin el pueblo, en un lugar adecuado. El lavatorio de pies, que es facultativo, se omite. Al final de la Misa en la Cena del Señor se omite la procesión y el Santísimo Sacramento se reserva en el sagrario. Los sacerdotes que no tienen la posibilidad de celebrar la Misa rezarán las Vísperas.
El Viernes Santo, en las iglesias catedrales y parroquiales, en la medida de la posibilidad real establecida por aquellos a quienes compete, el Obispo/el párroco celebra la Pasión del Señor. En la oración universal el Obispo diocesano se encargará de establecer una especial intención por los enfermos, los muertos, quienes han sufrido alguna pérdida. Por su parte, el Domingo de Pascua, la Vigilia Pascual se celebrará solo en las iglesias catedrales y parroquiales, en la medida de la posibilidad real establecida por aquellos a quienes compete.
En cuanto a la posibilidad de trasladar las expresiones de piedad popular y las procesiones a otro tiempo –tal y como expresa en la conclusión de este decreto–, se darán las indicaciones que, a juicio del obispo diocesano, sean oportunas como indica el citado decreto, una vez superado el mal que padecemos.
Las Primeras Comuniones se trasladan al último trimestre del año, a ser posible antes de que comience el Adviento; y dada la suspensión de la romería del Rocío, el obispo solicitará a la Santa Sede la ampliación del Jubileo hasta que la Virgen vuelva al Santuario.
Además, tras la prohibición de los velatorios y el cierre de los tanatorios, se recomienda a los párrocos ponerse en contacto con las funerarias para ver a qué hora se llevará el cadáver al cementerio y poder rezar un responso por el difunto y confortar a los familiares.