cuéllar acusa a volante de 'hipotecar' el futuro del municipio
El Ayuntamiento de Moguer afirma que 'los 6 millones que pagó Aqualia tiene devolverlos el Consistorio'
12.42 h. El equipo de gobierno municipal que integran PSOE y Avema han hecho pública su 'indignación' respecto a las circunstancias del proceso de concesión a Aqualia del servicio integral del agua en Moguer y Mazagón, ya que, aseguran, 'las ventajas que supuestamente iba a tener esta gestión tanto para las arcas municipales, como para la mejora del servicio a la ciudadanía, no han sido más que una mentira de Volante y del anterior gobierno popular».
Según el alcalde, Gustavo Cuéllar, tras las enormes subidas de tarifas propuestas por la empresa concesionaria (primero un 31,2 % y hace sólo unas semanas de un 36,7%), a las que se opone con firmeza el consistorio municipal al considerarlas totalmente injustificadas e inviables, ahora el primer mandatario local afirma que la empresa Aqualia está intentando realizar al Ayuntamiento «un verdadero chantaje» al pretender que éste asuma el pago de varios conceptos de gastos variables del propio presupuesto de la concesionaria, entre ellos, la amortización financiera del canon inicial de 6 millones de euros que la misma Aqualia pagó en su día al Ayuntamiento para hacerse con la concesión del servicio de agua y su gestión en el municipio.
«En total son casi 700.000 euros los que se exigen al Ayuntamiento cada año» explicaba Cuéllar, «algo verdaderamente descabellado que no entendemos cómo pudo aceptar el gobierno municipal popular sabiendo que se trataba de costes inasumibles y totalmente desproporcionados».
«Cuanto más analizamos las condiciones de adjudicación del servicio a Aqualia y del contrato de concesión firmado por Volante, más se confirma nuestra opinión inicial de que todo el proceso ha sido un verdadero fraude para Moguer y los moguereños», afirmaba Cuéllar, quien recordó que «esta situación que ahora vivimos la anticipamos ya cuando estábamos en la oposición y manifestamos que abandonar Giahsa y la Mancomunidad de Aguas para ponernos en manos de una empresa privada, no traería más que problemas a los ciudadanos y ciudadanas de nuestro pueblo».
Para el primer mandatario local «Volante y su equipo nos vendieron la concesión a Aqualia como una panacea para Moguer, y ahora resulta que tenemos que hacer frente también a los intereses contraídos por la propia empresa para entregar en su día al Ayuntamiento los famosos 6 millones de euros de los tanto presumió Volante».
«En el contrato suscrito en su día», afirma el actual Alcalde de Moguer, se contempla asimismo que las inversiones de mejora en infraestructuras y redes, que también con tanto bombo se nos vendieron desde el anterior gobierno popular, deberán ser amortizadas por el propio consistorio para que no repercutan en el incremento de tarifas a los usuarios, lo que supone una nueva carga financiara para el Ayuntamiento que no podemos ni estamos dispuestos a tener que asumir.
Un préstamo encubierto
No podemos comprender, continuaba Cuéllar, cómo se firmó un contrato por el que el Ayuntamiento de Moguer no sólo se hacía responsable de equilibrar la cuenta de resultados de Aqualia, sino que además, debía asumir la amortización de esos 6 millones de euros que la empresa entregó al Ayuntamiento como contrapartida a la concesión.
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«Ahora Volante debería explicar a los ciudadanos y ciudadanas de Moguer», insistía el Alcalde, «cómo y porqué se rescató un servicio que se prestaba de manera ejemplar por una empresa pública de la que además el Ayuntamiento era copropietario, para encomendárselo a una empresa privada que ni de lejos ofrece el mismo servicio a los usuarios, acordando además que el propio Ayuntamiento amortizase el pago del canon inicial que la empresa abonó al consistorio».
Para Cuéllar, «si analizamos todos estos datos, nos daremos cuenta de que la operación no fue más que un verdadero préstamo encubierto que realizó Aqualia al gobierno popular de Volante, ya que ahora corresponde al Ayuntamiento según el contrato firmado por ambos, asumir la amortización de ese canon inicial que la empresa entregó al consistorio para hacerse con la concesión, un canon que se nos vendió como una gestión ejemplar y beneficiosa para el pueblo, y que pasados unos meses, se ha convertido en una verdadera trampa que amenaza la viabilidad económica de nuestro Ayuntamiento».
«Podemos hablar sin duda alguna», concluía Cuéllar, «de un contrato leonino por el que Aqualia tiene garantizada la rentabilidad económica de su gestión, aunque ésta sea ineficaz, mientras se pretende hacer repercutir en los recibos de los usuarios de Moguer y Mazagón todos esos incrementos injustificados e injustificables, y eso es algo que no estamos dispuestos a permitir».
