En este pueblo de Huelva puedes visitar los restos de una antigua ciudad romana

Este destino serrano ofrece un paisaje de dehesas de encinas y alcornoques y sus rutas de senderismo se transforman en otoño con los colores ocres y dorados de los abundantes castañares de la zona

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El Enclave Arqueológico de Arucci Turobriga h24

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En el corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, hay un municipio onubense que se erige como un destino que combina un profundo legado histórico con un entorno natural privilegiado. Este pueblo serrano no solo ofrece el encanto de sus calles y paisajes, por no hablar de su gastronomía, sino que también custodia un tesoro único en la provincia: los restos de una ciudad romana completa que se pueden recorrer a pie.

Nos referimos a Aroche, cuyo principal atractivo patrimonial es el Enclave Arqueológico de Arucci Turobriga, la única ciudad romana visitable en Huelva. Fundada en tiempos del emperador Augusto, entre los años 15 y 10 a.C., la urbe conserva íntegra su planta original y experimentó su mayor esplendor durante los siglos I y II d.C.. Las excavaciones han sacado a la luz edificios tan significativos como el foro –la plaza pública–, el mercado, unas termas, varias viviendas como la Casa de la Columna y el Campo de Marte, dedicado a actividades militares y deportivas. El proyecto de investigación activo en el yacimiento permite que cada año se desvelen nuevos secretos de su historia.

Aroche es uno de los pueblos más hermosos de la Sierra de Huelva h24

Dentro del mismo enclave se encuentra otra joya arquitectónica: la ermita de San Mamés. Este templo de estilo mudéjar, considerado un ejemplo de las «ermitas de repoblación», fue edificado en la Edad Media directamente sobre las ruinas de la basílica romana. Su interior sorprende por las pinturas murales figurativas y geométricas que decoran sus paredes, datadas entre los siglos XIV y XVII. La visita cultural se complementa con la Colección Arqueológica Municipal, ubicada en el antiguo Convento de la Cilla, del siglo XVII.

Pero Aroche es mucho más que su pasado romano. El pueblo ha hecho una apuesta decidida por su patrimonio cultural como motor turístico. Dominando el paisaje urbano se alza el Castillo de Aroche, una fortaleza de origen almohade que fue clave en la defensa del territorio por su cercanía con la frontera de Portugal. Pasear por sus calles es descubrir la esencia de la sierra onubense.

El entorno natural es otro de sus grandes reclamos. Situado en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, el municipio está rodeado de dehesas de encinas, alcornoques y quejigos, ofreciendo un paisaje ideal para la práctica del senderismo. En otoño, los castañares tiñen el horizonte de tonos ocres, dorados y rojizos, creando una estampa de gran belleza.

La experiencia en Aroche no está completa sin disfrutar de su gastronomía, uno de sus valores más apreciados. Los productos derivados del cerdo ibérico son los protagonistas indiscutibles de la mesa serrana. A ellos se suman las setas comestibles que crecen en sus montes y las castañas, un ingrediente versátil utilizado en multitud de platos tradicionales que definen la identidad culinaria de la comarca.

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