Rubén Gálvez sigue siendo Dios (1-2)

R. Ubric

30/09/2023 a las 20:16h.

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Es verdad que a los porteros también se les debe exigir que hagan su trabajo y que son un jugador más dentro del campo y cobran ni más ni menos que para detener balones y tener protagonismo. Y que en ocasiones deciden partidos, y si no que se lo digan al propio Recreativo de Huelva que todavía sueña con el cancerbero del Melilla Javi Montoya. Pero de ahí a que hagan cada fin de semana un pequeño milagro para su equipo media un abismo. Y eso es lo que hace en todos y cada uno de los partidos Rubén Gálvez. Pero no sólo esta temporada, donde todo es más exigente y difícil, sino también en las dos anteriores donde fue pieza muy, pero que muy clave, para la consecución de los dos ascensos del Decano.

Ante el Real Madrid Castilla de nuevo el guardameta de Aracena se agigantó. Es más grande que la Gruta de las Maravillas. Desquició una y otra vez a los centrocampistas y delanteros del coqueto filial blanco y sus intervenciones, al margen de un buen planteamiento, de un derroche de amor propio y compañerismo de sus compañeros y de dos golazos espectaculares, permitieron que el Recre rompiera su mala racha de cuatro jornadas seguidas sin marcar y esté haciendo los deberes ya metido en pleno 'Tourmalet'. Nueve puntos de 18 posibles con cinco goles a favor y cinco en contra. No está mal para un recién ascendido a la Primera Federación. Yo creo que, siendo sinceros, realistas y humildes, todos lo hubiésemos firmado a estas alturas de la película.

Rubén Gálvez sigue siendo Dios. A día de hoy es el mejor portero de la categoría. Eso no se discute. Parece un pulpo. Mano por aquí, mano por allá... Llega a todas. Anda soberbio y da mucha seguridad a sus compañeros. Pero al margen de su nueva actuación de película hay que subrayar que se vieron también otros brotes verdes en el Decano en Madrid.

Para empezar, su técnico, Abel Gómez, acertó con las modificaciones en su alineación y su dibujo táctico sin los tres centrales de los dos últimos compromisos. Sergio Díez anda mejor que Antoñito, así que volvió al lateral diestro. Y una vez que Alberto Trapero ha superado su lesión volvió a formar pareja con Rubén Serrano en el centro de la zaga. Ambos anduvieron bastante firmes, y no era fácil con los rivales que tenían enfrente, volviendo a demostrar que están bastante más entonados en estos momentos que los veteranos Raúl Navas y Alejandro Gálvez. Y en las bandas Antonio Domínguez le puso pausa al asunto después de varios partidos en el olvido y José Antonio de la Rosa demostró que si el físico le acompaña tiene que ser titular sí o sí porque aporta otras cositas diferentes que se tienen o no se tienen en esto del deporte rey.

De todas maneras, y en esto coincido con el míster albiazul, ni éramos un desastre el día del Castellón ni unos fieras por este sufrido triunfo ante el Castilla. Hay que saber de donde venimos y los mimbres con los que cuenta este Recreativo. Y lo más importante es competir siempre, salgan o no bien las cosas con el balón, algo que afortunadamente parece innegociable en este grupo de obreros donde no hay figuras sino mucho apechugar para sacrificarse por tu compañero de al lado. Y así los resultados acaban llegando. Seguro. Sobre un calor de justicia, más de 30 grados durante todo el partido, los jugadores albiazules se zafaron como jabatos. Y también, como todo en la vida, y si no párense a pensar ustedes en los momentos de suerte que han tenido en sus trabajos, en el fútbol hay que tener esa pizca de fortuna necesaria que te da marcar dos goles, o más bien dos golazos, en minutos psicológicos y cuando tu rival te estaba superando ampliamente.

El Decano llegaba a Madrid tiritando y con dudas tras la goleada sufrida ante el Castellón (aquí habría que recordar su enorme potencial y como hasta la fecha está avasallando en el grupo). Y además después de acumular 400 minutos, casi cuatro partidos y medio, sin marcar. Pues de golpe y porrazo se quitó esos miedos de encima con un zarpazo de David del Pozo a la escuadra. Es verdad que los zagueros merengues estuvieron blandos, pero también hay que darle mérito al buen pase al hueco de Josiel Núñez y sobre todo al obús del pivote madrileño. Un acierto a todos luces su contratación para este Decano por lo que aporta con y sin balón. Uno de esos tipos que hay que tener en todos los equipos. Muere por el grupo.

El tanto ni mucho menos desconcertó al Castilla. Es más, lo envalentonó como a un miura y mereció el empate con hasta tres ocasiones, dos de ellas clarísimas. Rubén Gálvez voló para enviar a córner una falta directa perfectamente lanzada por Nico Paz y después le detuvo un cabezazo muy centrado a Asencio, mientras que Gonzalo García envió un remate al larguero tras golpear el mismo en Trapero. No pintaba bien la cosa para el Decano, muy replegado atrás demasiado pronto. Quedaba casi todo el partido por delante, el balón era totalmente dueño y señor de unos futbolistas que la mayoría acabarán en Primera División más temprano que tarde, y el equipo de Abel Gómez apenas si pasaba del centro del campo. Pero justo antes del descanso llegó la 'delicatessen' de José Antonio de la Rosa, que en su estreno como titular recordó al mejor Hugo Sánchez con una chilena que se coló como una exhalación en la meta defendido por Cañizares. 0-2 y a descansar cuando el partido perfectamente podía ir 2-1.

Como se esperaba, los pupilos de Raúl González salieron con fuerza tras el intermedio y prácticamente en la primera acción pudieron volver a meterse en el encuentro. Pero apareció el de siempre. Ya saben, Rubén Gálvez, que en esta ocasión desquició a Theo Zidane con otra parada plena de reflejos tras una falta directa en la que además contó con la ayuda del larguero para evitar que el balón se colara en el marco albiazul. Rubén Serrano también se lanzó posteriormente muy bien a los pies del propio Zidane para abortar un remate a bocajarro que ya se colaba y el Castilla pasó a jugar con dos centrales, en lugar de su planteamiento inicial de tres, y a intentar soñar todavía con la remontada. Tiempo tenía (aunque realmente pasó volando).

Rubén Gálvez despejó con el pie un contragolpe de Mario Martín y Abel Gómez refrescó a su equipo dándole entrada a jugadores como Nacho Heras, Víctor Morillo y Gorka Iturraspe, que no desentonaron. Todo parecía ya plácido para un Decano bien plantado pero en el minuto 87 Álvaro Rodríguez, delantero con el que ya contó Carlo Ancelotti en el pasado ejercicio en el primer equipo blanco, le dio emoción al tramo final con un buen remate que significó el 1-2. A la postre definitivo porque el Recre supo tirar de veteranía y enfriar el partido.

Vuelven las aguas a su cauce. Pero si se pierde contra el Málaga y el Ibiza no debería haber dramas. Quizás esa no sea la liga de los albiazules. Tocará remar duro y con sufrimiento cada fin de semana para llegar a los 50 puntos. No nos llamemos a engaños. Y por ahora está apareciendo sin fallo alguno su Santidad, don Rubén Gálvez. Y esperamos que nunca baje su excelso nivel. Triunfo de prestigio, de autoestima, de moral, de brotes verdes y de testiculina, que también cuenta en esto... y mucho.

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