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Consumación de amargor y pesar

20.05h. El Viernes Santo no pudo dejar un buen sabor de boca a los cofrades onubenses, que ha sufrido una dura semana, después de que las hermandades de la Fe, que comenzó a salir y tuvo que volverse bajo la lluvia, Descendimiento, Santo Entierro y La Soledad no pudieran procesionar por el mal tiempo. Quedó para todos los fieles digerir en el recogimiento de los templos una situación dolorosa y que este año ha impedido a 11 hermandades estar en la calle siquiera un instante.

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En la Parroquia Mayor de San Pedro, la Hermandad del Descendimiento, con salida fijada para las 18.50 horas, pidió una moratoria de una hora para decidir qué hacer ante las condiciones desfavorables para procesionar. No obstante, no necesitó agotar este plazo y minutos después anunció que no procesionaría. En el interior del templo, el secretario de la junta de gobierno se emocionó al leer el comunicado redactado tras la reunión de la junta de oficiales de gobierno, que rezaba que la decisión de no salir se tomaba por unanimidad. Ante esta situación, los hermanos, apreciablemente apenados, asistieron al mensaje de la junta y con caras largas fueron abandonando el templo para ir a cada una de sus casas, para meditar allí por qué lo que habían imaginado no pudo ser real. Además de las salidas, también hubo llegadas, pues fueron muchos los fieles que tras la apertura de puertas se adentraron en el templo para rezar ante los sagrados titulares del Santísimo Cristo del Descendimiento y la Virgen de la Resignación.

Resignación en la hermandad oficial

En la Ermita de la Soledad y sin necesidad de pedir el retraso de una hora, el hermano mayor de la hermandad del Santo Entierro, Pepe Mesa, se dirigió a su hermanos para señalar que ante las inclemencias que tenemos y visto que no va a cambiar no vamos a procesionar. Ojalá el año que viene hagamos la estación de penitencia que no pudimos hacer éste y gracias por vuestro esfuerzo y cariño, mensaje que fue respondido por aplausos de los cofrades de la hermandad oficial de la Semana Santa Onubense.

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Tras realizar la estación de penitencia se abrieron las puertas y un buen número de devotos se adentraron en el pequeño templo para contemplar los tres pasos de la cofradía, el de Nuestra Señora de las Angustias, el del Santo Entierro, con el Cristo Yacente en su urna y el de Soledad de María, que dejó sin estrenar una elegante saya de color crema, distitna a la negra habitual, detalle que muchos buscaron contemplar.

Saetas en la Concepción

Con los antecedentes tan claros dejados por el resto de cofradías de la jornada, la Hermandad de La Soledad, no tuvo que pensar mucho su postura. Retrasó su salidad para celebrar una reunión extraordinaria tras la que se le comunicó a los hermanos que la salida procesional no tendría lugar y que la estación de penitencia se realizaría en la iglesia de la Purísima Concepción, donde a pesar del lógico desencanto ya se asumía antes este desenlace. Su salida estaba prevista para las 19.50 horas, momento en el que las precipitaciones eran abundantes sobre la capital, que minutos después respiró un instante dentro de un mal día.Juan José Buenafé, hermano mayor de El Silencio, declaró a Canal Sur Radio que no cabía otra. Tal y como estaban las cosas esra la decisión más sensata, porque no acompañaba el día y no podíamos sacar nuestro patriomonio a la calle. Además comentó que en el año de su despedida del mandato le queda un sabor amargo, aunque recordó que en los tres años anteriores hemos disfrutado y miró hacia delante con vistas a la salida extraordinaria que celebrará la cofradía en su 75 aniversario. A pesar de la tristeza, en el interior de la Concepción se vivió un emotivo momento propiciado por el recogimiento que requería el instante que tocaba vivir, en el que una persona espontáneamente le cantó una preciosa saeta a la Virgen de la Soledad, que estuvo muy arropada.

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