Martes Santo
Esperado reencuentro entre La Lanzada y su barrio de Las Colonias
Amanecía un día amenazante que, conforme pasaban las horas y llegaba la primera hora de la tarde, recordaba a los vecinos de Las Colonias la triste jornada del Viernes de Dolores. Pero tras una hora de moratoria en su salida, la Hermandad de la Lanzada iniciaba la este Martes Santo su Estación de Penitencia con sus dos titulares. Alegría y devoción en un barrio que no dejó sola a su Virgen durante el recorrido.


En la Parroquia de los Dolores, la Junta de Gobierno decidía reunirse para sopesar su actuación en la tarde de este Martes Santo, anunciando el retraso de una hora en su salida, ante la lluvia que azotaba la capital. Mientras, los nazarenos esperaban con nervios e incertidumbre el anuncio de una decisión que, pasadas las 18 horas de la tarde, revelaba la intención de la Lanzada de echarse a la calle.
Sobre las 18.30 horas, la Lanzada abría las puertas de su Casa Hermandad para esperar la llegada del cuerpo de nazarenos, que se organizaban para recoger a sus titulares desde la Parroquia de los Dolores. Los vecinos del barrio, que habían permanecido impasibles bajo la lluvia durante una hora a la espera de ver a su cofradía, recibieron con alegría y revuelo la apertura de las puertas que anunciaban su salida.
Así, una hora después sobre el horario previsto iniciaba su Estación de Penitencia La Lanzada, que salía a la calle detrás de su cruz de guía. Los nazarenos de túnica azul y capa y morrión blanco de raso empezaron a ocupar la calle Don Bosco.

Los aplausos llenaron la calle de este barrio de Las Colonias cuando los primeros tramos alcanzaban ya la avenida Cristóbal Colón. Tras la chicotá de salida, los responsables de este paso de misterio procedieron a la subida del Cristo crucificado a su altura normal de procesión.
Tras los tramos de cirios azules que anteceden el primero de los pasos de La Lanzada, los nazarenos con cirio blanco empezaron a desfilar por la calle Don Bosco, donde, minutos más tarde, la presencia de los cuatro ciriales del palio anunciaban la salida de la esperada Virgen de los Dolores.
Ya en la puerta de su Casa Hermandad, el palio de la Lanzada dedicó su levantá de salida a la Hermandad de la Sentencia y a la gente grande del barrio de Pérez Cubillos, que este Martes Santo han visto truncadas sus ilusiones por protagonizar la primera Estación de Penitencia de su historia.

Acompañada de su gente, la Virgen de la Hermandad de La Lanzada emprendía su camino por la Avenida Cristóbal Colón en dirección a las calles del centro de Huelva, para realizar su Estación de Penitencia en la Purísima Concepción.
En el paso de misterio, destacaba el estreno del manto de salida de María Santísima del Patrocinio y Nuestra Señora de los Dolores, además de las cartelas esquineras del escultor Rubén Fernández Parra. Asimismo, en el palio, se estrenaba el manto en terciopelo azul.
Sobre las 21 horas tenía prevista su llegada a carrera oficial esta cofradía, después del horario propuesto por el Consejo de Hermandades tras la moratoria de una hora en la salida de todas las hermandades que han pisado la calle en este Martes Santo. Así, sobre las 22.45 realizaba su salida del recorrido oficial la Virgen de los Dolores para dirigirse de vuelta a su barrio de las Colonias, donde su pueblo la recibirá con saetas desde la Avenida Cristóbal Colón y la acompañarán con cariño en su recogida junto al Cristo de la Lanzada.