VIERNES SANTO
Fe resignada ante un cielo imposible
19.02 h. Aniversario bajo techo. Aunque en un primer momento la hermandad de Viaplana no quiso resignarse y solicitó la hora de moratoria, finalmente el milagro no se produjo. El cielo no quiso abrirse para dejar paso al Cristo de la Fe y a Nuestra Señora de la Caridad, que este Viernes Santo han tenido que recibir a sus devotos en casa.
No ha querido abrirse el cielo, dejando cerradas las puertasde Santa María Madre de la Iglesia.Estaba llamada a ser la primera de la tarde, la que inaugurase el epílogo de laPasión, pero finalmente, la Hermandad de la Fe no ha podido echarse a la calleeste Viernes Santo.
No quiso resignarse en un principio, ni quiso perder laesperanza. Solicitar una hora de moratoria, esa fue la decisión. En el interiordel templo, junta de Gobierno y hermanos rogaban por el milagro, suplicaban asus titulares que lo obrasen, mientras a las puertas de la iglesia comenzaban acaer unas gotas caprichosas, mal presagio, antesala de lo que estaba porllegar.
La hermandad de Viaplana–cuya salida estaba prevista a las 16.45 horas- manejaba unas predicciones quehablaban de chubascos especialmente intensosdesde las siete de la tarde y, frente a un cielo totalmente encapotado,nada se pudo hacer. “Esta junta, con todo su dolor, ha decidido no salir”. Conestas palabras, el hermano mayor de la Fe, José Manuel Huerta, anunciaba la suspensión de la procesión de la cofradía, que este año no hapodido pasear su aroma a barrio por laConcepción.
Pese a la decepción que se reflejaba en los rostroscongregados en Santa María Madre de la Iglesia, y las lágrimas que muchos nopudieron evitar derramar, el anuncio fue recibido con aplausos; aplausos con los que se demostraba el apoyo a esa difícildecisión en la que, por encima de todo, primael interés del patrimonio no sólo material, sino también humano, que sepone en riesgo en caso de ser sorprendido por un chaparrón en su camino haciael centro.
Un riesgo que no se quiso correr, que no se pudo correr. LaFe no ha podido celebrar su 25 aniversario en la calle, no ha podidodedicar a Manuel Mateos, párroco deSanta María Madre de la Iglesia que se debate entre la vida y la muerte en elhospital, su paseo por Huelva. Su Cristo no deleitó con su caminar, Caridad nopudo bailar con la Banda Hermanos Niñode Moguer.
La estación de penitencia se llevó a cabo en el interior dela parroquia, así como las levantásde los pasos, que estaba previsto que se dedicasen –en el caso del de misterio-a Manuel Gámez Montiel, ‘El Monti’,costalero fallecido en la madrugada de este Viernes Santo.
Viaplana no pudo vivir su día grande y los sones de la Agrupación Musical Cristo del Amor, llamadaa acompañar al paso de misterio, fueron acallados por un cielo imposible que noquiso abrirse, impidiendo que Huelva recibiese esa marea de Fe que cada añollega desde Santa María.
Fotos: Elisabeth Domínguez
