MARTES SANTO > PASIÓN
Broche con Pasión desde la Mayor
Tenía ganas Huelva de volver a ver a su Señor desfilar desde el Barrio Alto. El porche de San Pedro volvió a ver descender a Jesús de la Pasión y María Santísima del Refugio, que han venido a completar una jornada de Martes Santo brillante que hace tiempo que no tenía lugar.

Volvió el Señor deHuelva, ése de la medalla al que adoran en el Barrio Alto –y más allá-. Coincidiendo con un momento histórico,la llegada del misterio de la Sentencia, por fin, a la carrera oficial, se abrían las puertas de la Mayor.Miraban ávidos los que aguardaban en la plaza de San Pedro, ansiosos por volver a ver esa túnica meciéndose sobre unmonte de claveles rojos.

Se abrieron las puertas y, tras la Cruz de Guía, comenzó elcortejo. Volvía el aroma a incienso aembriagar el Barrio Alto mientras en el interior del templo se iniciabanlas maniobras. Poco a poco iba avanzando el Señor, desatando alegrías yofreciendo consuelo para las penas. Atraviesa un momento delicado, por ejemplo,el hermano mayor de la Sacramental de San Pedro, Manuel Palacios que, sin embargo, no quiso perderse la ocasión y volvióa hacer sonar el llamador del Señor, que este año sí se echaba a la calle.
Llevaba la lluvia dejándolo encerrado un par de años, sinpoder protagonizar este martes de Pasión, un martes que tradicionalmente hasido suyo y que hoy ha vuelto a serlo. En volandas se asomaba al porche de SanPedro. “Al trabajo. Seriedad y al toro.Pasadlo bien”, ordenaba el capataz a la cuadrilla antes de que el misterioatravesase el dintel.
Se sucedieron los aplausos en San Pedro y la Agrupación Musical de la Buena Muerte deAyamonte entonó la Marcha Real. ElSeñor de Huelva ya estaba en la calle, en su ciudad, dispuesto a volver aderramar Pasión por sus rincones. Comenzó a andar el nazareno de San Pedro, imponente sobre un monte de claveles rojos,meciendo su túnica y su cíngulo. Llovieron esta vez saetas a pie de calle ylágrimas emocionadas desde los balcones, que enmudecían contemplando a Jesús dela Pasión bajo la torre de San Pedro.

Marchaba Jesús camino del calvario mientras su Madre sedisponía a seguirlo. Lo hacía apenas unos minutos después, adornada en blanco y brillando bajo el sol que comenzaba a ponerse enel horizonte, allá en el Conquero. En volandas sacó también su cuadrilla a María Santísima del Refugio, cuyo palio descendió el porche deSan Pedro bailando al ritmo de de Estrellasublime.
Se sucedían de nuevo las lágrimas y los rezos cantados alaire, y se fue la cuadrilla “al cielo con Ella” en varias ocasiones ante lasovaciones de los que se congregaban frente a la Mayor y en el paseo Santa Fe,por donde la Virgen del Refugio desfiló con parsimonia, luciéndose yqueriéndose.
Como también se lució el Señor en su llegada a carreraoficial, ofreciendo una impresionantechicotá hasta prácticamente la puerta de la iglesia de la Concepción. “Derechaadelante” llegó Jesús de la Pasión al símbolo de la Semana Santa onubense que,esta vez sí, vio brillar en la calle a las cuatro hermandades del Martes Santo;un Martes Santo que queda para la historia.