Las claves del caso de la reportera Alicia Rodríguez: ¿homicidio imprudente o crimen premeditado?
Huelva24 repasa la investigación de un suceso que será juzgado en los próximos días en la Audiencia Provincial de Huelva
Un jurado popular deberá determinar si Manuel atropelló voluntariamente o no a la que entonces era su pareja de madrugada en un campo de Marmolejo
El informe del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de la Guardia Civil es contundente y señala que la muerte de Alicia, que sufrió politraumatismo por atropello y shock traumático, no pudo suceder de manera accidental
El juicio por el atropello mortal de la reportera Alicia Rodríguez se celebrará el 17 de noviembre en Huelva ante un jurado popular
La Fiscalía pide dos años por homicidio imprudente para el autor de la muerte por atropello de Alicia Rodríguez
Un jurado popular juzgará finalmente a la pareja de la reportera gráfica Alicia Rodríguez
Huelva
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Iniciar sesiónEl próximo 17 de noviembre arranca en la Audiencia Provincial de Huelva el juicio por el atropello mortal de Alicia Rodríguez. Un jurado popular deberá determinar si fue atropellada intencionalmente o no por la que entonces era su pareja, Manuel Q. S. La muerte violenta de la reportera, cámara de Teleonuba, conmocionó a Huelva, y casi cinco años y medio después de la fatídica madrugada en la que perdió la vida en Marmolejo (Jaén) llega el momento de encajar todas las piezas para conocer qué pasó realmente. Desde Huelva24 analizamos toda la infromación existente en la documentación de la investigación.
Hasta el día 21 habrá cinco sesiones en los que se expondrán las diferentes pruebas e informes policiales y ofrecerán su testimonio diferentes testigos. De los presentes en lo sucedido en la madrugada del 12 de junio de 2021 en el camino rural en el que Alicia acabó muerta bajo el coche de su pareja, lamentablemente ella no lo puede contar. Hablan en su lugar las múltiples lesiones de su cuerpo, consecuencia, según la autopsia, de un aplastamiento producido por el coche. También vehículo tiene algo que decir y los restos hallados sobre del terreno. Todo ofreció una serie de evidencias que la Guardia Civil interpretó claramente como incompatibles con un atropello accidental. Esto último es lo que sostiene la defensa de Manuel, que no ha sido capaz de explicar coherentemente lo ocurrido, con múltiples contradicciones ya desde la primera llamada al 112, pidiendo ayuda mientras Alicia agonizaba bajo su vehículo y en su declaración posterior.
Antes de llegar al juicio, las peticiones de las penas para el autor material de la muerte de Alicia están totalmente polarizadas. Mientras la acusación particular que representa a la familia reclama una pena de 28 años por asesinato, tanto el Ayuntamiento de Huelva y la Junta de Andalucía, piden 20 y 15 años de prisión por un delito de homicidio doloso. La Fiscalía señala que se trata de un homicidio imprudente y fija la petición en 2 años, mientras que la defensa considera que se produjo un atropello involuntario. Manuel estuvo un año en prisión provisional y cuando la defensa solicitó que debía estar en libertad la Fiscalía dio el visto bueno.
Una noche de fiesta acaba en muerte
Aquella madrugada Alicia (36 años) y Manuel (35) llegaron en el coche de éste, un Opel Insignia, al paraje rural conocido como 'La Fuente del Conejito', en el término municipal de Marmolejo (Jaén). Buscaban intimidad tras todo un día de comida, cena con los amigos y discoteca. Sobre las 3:30 horas de la madrugada Manuel pide ayuda al 112 por su novia está herida. Entonces aún estaba viva, pero agonizando. Cuando llegó la Guardia Civil ya estaba muerta y retiró el cadáver de debajo del coche. Sobre las 4:15 horas los servicios médicos certificaron su muerte.
La posterior autopsia, a la que tuvo acceso Huelva24, indica que Alicia murió a causa de un politraumatismo por atropello -más de 30 fracturas óseas-y un shock traumático. Su cuerpo presentaba también importantes heridas. «La gravedad, intensidad y amplitud de las lesiones en vida ponen de manifiesto que las fuerzas compresoras que ejerció el plano inferior del vehículo sobre el cuerpo fueron de una magnitud considerable», destaca el imforme.
En la llamada al 112 que realiza el acusado tras el atropello, Manuel Q. S., que posteriormente dio positivo en alcohol ( (1,45 g/L), así como en drogas -MDA y MDMA-, no es capaz de explicar lo que ha ocurrido. No obstante, en el informe forense se determina que con posterioridad le entrevistó y los expertos consideraban que entonces estaba en pleno uso de sus facultades y era plenamente consciente de lo que hacía.
«Está está consciente, pero tiene la pierna chunga. No sé si la han atropellado o no. He ido a mear y no sé lo que ha pasado. Está debajo del coche»
Manuel Q. S. al 112
Acusado de la muerte de Alicia Rodríguez
«Está mi pareja debajo del coche, no sé lo que ha pasado» dice en un momento de la conversación. En otro comenta que Alicia «está está consciente, pero tiene la pierna chunga. No sé si la han atropellado o no. He ido a mear y no sé lo que ha pasado. Está debajo del coche». Más adelante indica que «estamos los dos debajo del coche» y que ha perdido su móvil y llama desde el de ella. «Se habrá ido el coche para atrás. no sé, pero está la pobre debajo del coche», dice en otro instante. Luego grita «¿cariño estás bien?», como si estuviera lejos. De fondo una voz agonizante dice «no puedo».
En su declaración posterior ante las autoridades, Manuel explicó que descendió del vehículo para miccionar junto a luna caseta de perros, hasta que se percató de que la víctima se encontraba atrapada en los bajos del coche, que no tenía la luz de cruce encendida. Al llegar a la altura del puesto del conducción se subió en el vehículo y lo desplazó unos metros hacia delante con la puerta del conductor abierta. «Me monté en el coche directamente y lo moví un poco más palante [...] unos dos metros, dos metros y algo», declaró. Luego, según contó, comienza a buscar a Alicia, va hacia la parte posterior del coche y vuelve a la zona delantera. Apagó el coche y quitó la música y las llaves. En ese momento se percata de que Alicia está bajo el coche.
En la reconstrucción judicial realizada, con la que el acusado sólo colaboró inicialmente, se evidencia que éste al aproximarse a la puerta del conductor ya «disponía de un campo de visión suficiente para percibir la presencia de un peatón que supuestamente se encontraba vomitando en la parte frontal del vehículo». Igualmente se indica que una vez sentado en el puesto de conducción, teniendo en cuenta que la víctima en la posición del atropello debía encontrarse ligeramente agachada, «el campo de visión seguía siendo relativamente bueno», comentan los expertos. Además, el coche contaba con avisador acústico y sensores, que se comprobó que funcionaban perfectamente, así como la dirección, suspensión y frenado.
Un informe contundente
El informe del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de la Guardia Civil es un muy contundente. Indica que las pruebas realizadas descartan que el atropello fuera macha atrás y sí ven lógico un desplazamiento del vehículo hacia adelante. «El conjunto de información analizada pone en evidencia y guarda relación directa con la acción conjunta y voluntaria del conductor del vehículo sobre los pedales de conducción para salvar un obstáculo sobre el terreno», se destaca.
También se indica que el obstáculo que generó el cuerpo en su interacción con los bajos del vehículo, limitó su avance y causó una pérdida de apoyo en el neumático delantero derecho y patinó por pérdida de adherencia.
«Se infiere una intencionalidad clara del investigado en desplazar el vehículo, no desistiendo en su propósito a pesar de la resistencia al avance que le supuso el cuerpo de la víctima«
Informe del Equipo de Reconstrucción de Accidentes
Claramente se llega a la conclusión de que «se infiere una intencionalidad clara del investigado en desplazar el vehículo, no desistiendo en su propósito a pesar de la resistencia al avance que le supuso el cuerpo de la víctima, prolongando voluntariamente la secuencia cronológica de su desarrollo, y sin que se hubiera producido ningún fallo en los sistemas de seguridad activa del vehículo». Es más, la maniobra de avance del vehículo requirió por parte del conductor «perseverancia y destreza en la actuación combinada sobre el pedal del acelerador, el pedal del embrague para evitar que el turismo se calara». En esta línea, se asegura que estas maniobras fueron suficientes para que un conductor se percatara de que el vehículo no se desplazaba con normalidad.
Por tanto, este informe determina que el hecho investigado reunía las características propias de «un atropello frontal a baja velocidad con desequilibrio y caída al suelo de la víctima, y posterior arrollamiento y arrastre con los bajos del vehículo». Este se encontraba en un terreno irregular y plano, libre de obstáculos y conocido por Manuel, con una orografía ligeramente cóncava, que «reducía el espacio de supervivencia de la víctima bajo el vehículo».
«El atropello pudo haber sido evitable»
Se determinó que en el momento del choque la víctima se encontraba de costado con respeto al frontal del coche y en una posición inclinada o de cuclillas. El atropello se produjo «a baja velocidad», desde la marca del vómito de la víctima hasta unos 5,40 metros hacia adelante, distancia que recorrió en más de 30 segundos, según los investigadores. El cuerpo fue desplazado unos tres metros, de los que al menos 2,5 fueron bajo el vehículo. Este avance se produjo por «la acción de conducción fue voluntaria para el investigado» y que «el atropello pudo haber sido evitable».
Otras evidencias materiales de la aceleración es la fricción sobre las piedras pulidas de caucho del neumático anterior derecho del turismo. Esto evidencia que sintió la resistencia a la rodadura normal del vehículo, ejercida por el cuerpo de la víctima, y que el conductor «obligatoriamente» debió percibir su presencia «por el sentido del tacto y del oído».
Una expareja maltratada y la familia, «indignada»
No existen denuncias de maltrato de Alicia contra Manuel, pero una expareja sí declaró que tenía «reacciones extrañas» cuando se emborrachaba y que sufrió insultos y vejaciones y que por eso puso final a la relación. Admitió en su declaración haber recibido «maltrato psicológico» por parte de Manuel y que la sometió a un continuo control, le controlaba el móvil y no aceptaba de forma natural que hubiera tenido otras parejas anteriormente.
«Ese sufrimiento no puede quedar impune. Cometió un asesinato con ensañamiento y alevosía»
Rafael Gavilán
Portavoz de la familia de la víctima
Por su Rafael Gavilán, portavoz de la familia de Alicia Rodríguez, indicó en Canal Sur, donde se emitieron los audios de las llamadas a 112 de Manuel, señala tras escucharse la voz de Alicia que «se nos hiela el alma a los que la queríamos al escucharla lamentarse así. Cuánto sufriría en esos 30 minutos que fue aplastada por un coche. Ese sufrimiento no puede quedar impune. Cometió un asesinato con ensañamiento y alevosía. El sufrimiento de esa persona fue innecesario y todo el peso de la ley tiene que caer sobre el autor».
Asimismo denunció que ha habido «un cambio en la Fiscalía». Tras decretarse la prisión provisional por los hechos sucedidos, el estamento fiscal determinó que lo ocurrió fue «homicidio imprudente» y aceptó la puesta en libertad del acusado. «No lo entendemos. Nadie lo entiende y la familia está indignada», lamenta Gavilán.
«No sabemos qué ha sucedido. Si hubo una discusión o qué pasó para que esta persona atropellara a Alicia y muriera. No había denuncias previas por malos tratos. Aparentemente se llevaban bien. Lo que sucediera pasó en ese momento y no hay más testigos». Alicia residía en Huelva y Manuel en Marmolejo y ese fin de semana fue al pueblo. Pasaron el día juntos, fueron a comer y cenar y en un momento dado se fueron a un descampado y allí murió Alicia.
Añadió que la relación de Alicia y Manuel no había alcanzado aún el año y que como amigo de Alicia y habiendo tratado también a Manuel, «yo no vi nunca comportamientos de maltrato». No obstante, apuntó que Manuel le contó que su padre tenía comportamientos inadecuados con su madre. «Eso por desgracia influye y lo proyectan hacia sus parejas, pero no vi ningún comportamiento extraño», insistió.
El portavoz de la familia también puso el acento en que los expertos de la Guardia Civil insisten en que «la conducción tuvo que ser voluntaria porque el vehículo estaba detenido y para vencer la resistencia de un cuerpo y pasar por encima tuvo que llevarse a cabo una conducción habilidosa con los pedales y no pudo ser involuntario». Por tanto, opina que «el informe es tan contundente que no cabe que sea un accidente».
De las declaraciones de Manuel, comentó que éste dijo que «el coche ha podido irse hacia atrás porque falló el freno de mano y después dice que iba a mover el coche porque no le gustaba dónde estaba», cuando el terreno, según los informes era llano e irregular y no se podía haber desplazado. «Entra en muchas contradicciones y eso hace sospechar», apuntó.
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