Excavaciones en Aroche: Estudian en el yacimiento de Arucci Turobriga los restos del edificio donde las élites romanas cultivaban «cuerpo y mente»

El Grupo Vrbanitas de la Universidad de Huelva y el Ayuntamiento arocheno encadenan 22 años de campañas arqueológicas, centradas en este 2025 en el área del campo de Marte y la necrópolis norte

El yacimiento destaca por contar con la planta completa de la urbe, algo inusual, y poner a disposición del público los descubrimientos que se han ido realizando

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Trabajos en la zona del campo de Marte de Arucci Turobriga H24
Mario Asensio Figueras

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Hay ciudades que quedaron en el olvido con la capacidad de alzarse de nuevo, siendo el conocimiento rescatado lo que completa la apariencia. La urbe romana de Arucci Turobriga, a kilómetro y medio de la localidad onubense de Aroche, es de esas que experimentan un constante resurgimiento por la voluntad de quienes heredaron sus vestigios. En estos días está en marcha la más reciente de las campañas arqueológicas que se vienen desarrollando en el yacimiento desde hace 22 años. En este caso, explora la necrópolis norte y el área de la 'scola' del campo de Marte, donde los jóvenes de las elites se formaban para la vida pública.

La arqueología reconstruye en el aire sobre los cimientos del pasado la vida de las ciudades que pasaron del florecimiento a la decadencia y el abandono. Desanda el paso del tiempo y completa el puzzle de una realidad ya invisible a partir de las piezas que quedaron. De este modo, en espacios muertos, deshabitados, aún late su sustancia, y en torno a ella anida el afán por conocer lo que fue, se da un encuentro entre lo pretérito y lo presente que propicia que la historia se siga escribiendo.

Con sus precisas herramientas labran el terreno los componentes del equipo formado por el Grupo Vrbanitas de la Universidad de Huelva y el Ayuntamiento de Aroche. La arqueóloga municipal, Nieves Medina, presente en ambos pilares del proyecto y codirectora junto al profesor de la UHU Javier Bermejo, destaca a Huelva24 que «llevamos 22 años ininterrumpidos de campañas arqueológicas e incluso ha habido años que han sido dos campañas anuales».

Con este trabajo acumulado se ha podido revelar una de las característica más destacadas de esta ciudad romana, que es que su planta está completa, a excepción de la basílica romana, sobre la que se erigió en el siglo XIII la ermita de San Mamés. «Eso es muy raro, porque normalmente tenemos ciudades superpuestas, como pasa en Huelva y Niebla, y es muy complejo conocer la planta completa», indica la especialista. Son restos que no se vieron tapados por construcciones de épocas posteriores y ahora se pueden contemplar sin esas distorsiones temporales.

Imagen principal - Excavaciones en la zona del campo de Marte de la ciudad romana, más allá de sus murallas
Imagen secundaria 1 - Excavaciones en la zona del campo de Marte de la ciudad romana, más allá de sus murallas
Imagen secundaria 2 - Excavaciones en la zona del campo de Marte de la ciudad romana, más allá de sus murallas
Excavaciones en la zona del campo de Marte de la ciudad romana, más allá de sus murallas H24

Excavando en dos sectores

El equipo de excavación lleva ya varios días trabajando en dos sectores. Por un lado la necrópolis norte, el cementerio ubicado en la entrada de la ciudad, y por otro lado en un recinto que llaman el campo de Marte, porque apareció una inscripción dedicada a Marte, el dios de la guerra. «Son unos recintos que están siempre fuera de las murallas de la ciudad y se dedican a distintas funciones, entre ellas ser la sede de las asociaciones de los jóvenes locales de las elites sociales», explica Medina, sobre la 'scola', que detalla que es un lugar donde los jóvenes ricos venían a «cultivar cuerpo y mente. Tienen un espacio grande para hacer gimnasia y otras salas donde se hacen cultos y donde se dan clases para aprender oratoria y prepararse para la vida pública».

De este modo, los arqueólogos ahondarán en el conocimiento de los ritos funerarios de los habitantes de la ciudad, de quiénes eran y su status social. Hay mucha información en las lápidas grabadas y los posible objetos personales y ofrendas que puedan aparecer, como monedas, lucernas, vasos de cerámica con perfumes y anillos.

Imagen principal - Excavación en la necrópolis norte de Arucci Turobriga / Recreación de un 'funus', un entierro romano / monedas del tesorillo documentado en la campaña de 2014 en la Casa Norte de Arucci
Imagen secundaria 1 - Excavación en la necrópolis norte de Arucci Turobriga / Recreación de un 'funus', un entierro romano / monedas del tesorillo documentado en la campaña de 2014 en la Casa Norte de Arucci
Imagen secundaria 2 - Excavación en la necrópolis norte de Arucci Turobriga / Recreación de un 'funus', un entierro romano / monedas del tesorillo documentado en la campaña de 2014 en la Casa Norte de Arucci
Excavación en la necrópolis norte de Arucci Turobriga / Recreación de un 'funus', un entierro romano / monedas del tesorillo documentado en la campaña de 2014 en la Casa Norte de Arucci AYUNTAMIENTO AROCHE

Por otro lado, los jóvenes de las clases nobles, los patricios, se preparaban para actividades reservadas a su condición, que podría derivar en una carrera política, religiosa o militar. El deporte, la oratoria, la filosofía y el derecho, son las disciplinas en las que se divertían y formaban junto a sus iguales. En el Campo de Marte de la antigua Roma se hacían festivales y ceremonias para honrar al dios de la guerra. Allí actuaba la cofradía de los saliares, donde se instruía a los jóvenes en rituales, danzas y otros elementos de la vida militar, religiosa y cívica.

Un gran equipo de trabajo

Durante los próximos dos meses estarán sobre el terreno cinco operarios contratados por el Ayuntamiento de Aroche y todo el equipo del grupo Vrbanitas de la Universidad de Huelva, con hsta ocho personas, entre los que se encuentran los profesores Javier Bermejo y Lucía Fernández y otros arqueólogos posdoctorales,con becas, o alumnos que están haciendo el doctorado.

«Tenemos un amplio equipo técnico», valora Nieves Medina, quien ha participado en las 22 campañas e incluso en algunas previas. Su vida profesional está vinculada al yacimiento desde 1999 y reconoce que es «un sueño» para cualquier arqueólogo participar de un proyecto que cuenta con una amplia planificación, apoyos fundamentales y una gran labor de difusión.

Los trabajos se enmarcan en el tercer Proyecto General de Intervención (PGI), que se encuentra en su quinta anualidad. Cuenta con la financiación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Aroche, la Fundación Cajasol y la empresa HortiFruit, dedicada a los frutos rojos.

Los primeros estudios del yacimiento son de los años 70. Se buscaba ubicar dónde estaba la ciudad de Arucci Turobriga que mencionaba en sus textos el historiador romano Plinio. El profesor José María Luzón Nogué realizó las primeras investigaciones y lo años 90 comenzó la implicación de la Universidad de Huelva, que en 1996, como apoyo a la restauración de la Ermita de San Mamés, realizó una intervención preliminar en el yacimiento. Desde 2004 las excavaciones son ininterrumpidas.

En conexión con la sociedad

Cada excavación, cada descubrimiento, no sólo se queda en el plano de la investigación, sino que hay una transferencia inmediata a la sociedad. Medina aclara que «desde el primer momento se pone el yacimiento en valor y se abre del público y se hacen campañas de socialización para explicar a los visitantes la importancia de este yacimiento y el conocimiento que tenemos de él».

Escolares, en una visita guiada al yacimiento ayuntamiento aroche

En este sentido, el Festival de Diana durante el verano, que es un gran evento de recreación histórica con mucho prestigio, y distintas visitas especializadas y teatralizadas durante todo el año ahondan en los objetivos del programa de socialización.

«Es la única ciudad romana de la provincia de Huelva que está excavándose y que es un yacimiento vivo»

Nieves Medina

Arqueóloga del Ayuntamiento de Aroche

Como recuerda la arqueóloga municipal de Aroche, la ciudad de Arucci Turobriga es el único yacimiento arqueológico de su tipología visitable en la provincia de Huelva y el único vestigio urbano romano en el norte del territorio onubense. «Es la única ciudad romana que está excavándose y que es un yacimiento vivo. Todos los años se amplían las excavaciones y por tanto se amplía la zona visitable del yacimiento y también el conocimiento de esta ciudad romana», precisa.

Nacida de un deseo de controlar el territorio

Los restos más antiguos de la ciudad arochena datan del año 15, en época del emperador Augusto. En el siglo III comienza a despoblarse y se abandona en el siglo IV d. C. «Las villas rústicas que están en torno a la ciudad romana se mantienen hasta el siglo VII e incluso el VIII. A partir del siglo IX el pueblo se vuelve a subir al cerro buscando seguridad defensiva. Empiezan a colonizar el cerro donde actualmente está el núcleo urbano de Aroche», comenta Medina, que subraya la intención clara en el origen de la ciudad.

«Es una ciudad vinculada al control del territorio. Estamos en una zona fronteriza entre lo que fue la Lusitania y la Bética, en un espacio que los romanos llamaron Beturia Céltica. La importancia de esta ciudad era estratégica, control del territorio y de las vías de acceso hacia las zonas de Riotinto y Nerva, donde se está extrayendo oro y plata», expone la arqueóloga, que también recalca su vinculación a una calzada entre Urium (Riotinto) y Pax Iulia, ahora Beja, en Portugal.

Señala que la fundación de la ciudad significó «una forma de romanizar rápidamente un territorio que había sido muy hostil al control romano», pues sus gentes participaron en la guerra contra la ocupación. El objetivo era fijar en el terreno una población frente a las aldeas circundantes y que éstas se fueran despoblando ante el control que ejercía. «Construyen una ciudad romana donde no había nada antes, porque los castros de Beturia Céltica de la zona estaban en sitios altos, en los Picos de Aroche y el más cercano estaba debajo del Castillo de Aroche. Además, traen a colonos latinos cuyos nombres conocemos por la epigrafía funeraria, que está expuesta en la colección arqueológica que tiene Aroche. Consiguen que esos castros se vayan despoblando progresivamente y la gente se vaya viniendo al llano, donde está la ciudad romana», relata Nieves Medina, inmersa en una interesante campaña de excavación que promete más alegrías en forma de conocimiento.

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