Los recursos judiciales de un fondo de inversión retrasan los planes de futuro para el yacimiento de Saltés
«Estamos esperando a que la sentencia sea firme para que nos dé seguridad jurídica y poder intervenir», dice la delegada de Cultura, que desea para este BIC una «puesta en valor» apoyada en la opinión de expertos
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Las batallas judiciales por la propiedad del yacimiento de Saltés -de 20 hectáreas-mantienen dormida la ciudad islámica Medina Shaltish, que brilló con esplendor hace casi mil años. Una capa de tierra y vegetación la conserva del paso del tiempo, que también la araña con los años, y a la vez mantiene lejos del conocimiento público sus tesoros y secretos.
Esta capital de la Taifa de Huelva a partir del año 1012 fue abandonada en el siglo XIII y fue pasando de manos hasta quedar su propiedad en un limbo judicial que parece tener como destino que el yacimiento, Bien de Interés Cultura (BIC) sea público, pero un fondo de inversión lo está retrasando este esperado final con carácter oficial con sucesivos recursos judiciales.
El fondo de inversión que tenía la titularidad de Saltés ha recurrido ante la justicia la sentencia que por ser BIC le da la titularidad a la Junta, que asegura que continúa realizando labores de conservación mientras estudia acciones para poner en valor el yacimiento cuando ya la sentencia sea firme. Al menos el camino de acceso fue declarado como público y por eso se siguen realizando visitas periódicas al terreno realizadas por Platalea, gran divulgadora del patrimonio onubense.
A la espera de la seguridad jurídica
Teresa Herrera, delegada de Cultura de la Junta de Andalucía en Huelva, explica a Huelva24 que la propiedad del yacimiento era de este fondo de inversiones y que fue denunciado en el juzgado, pero recurrió la sentencia que decía que «a todas luces, por su singularidad natural y ser BIC, debía pasar a formar parte de la titularidad de la Junta de Andalucía».
«Estamos esperando a que la sentencia sea firme para que nos dé seguridad jurídica y poder intervenir», detalla la delegada, que recuerda que tanto las Consejerías de Medio Ambiente como de Cultura son conscientes del «gran patrimonio natural y cultural» que significa Saltés, «uno de los grandes yacimientos de Huelva y de toda Andalucía», resalta.
Destaca que la joya de este yacimiento es «una alcazaba que tenemos que proteger» y que aunque se están llevando cabo las labores de preservación y conservación, «nos falta coordinarnos las administraciones, fundamentalmente la Junta de Andalucía, para hacer la puesta en valor que merece Saltés», fase que ya tienen en estudio y que quieren ejecutar una vez que haya una sentencia en firme. Al respecto indica que «estamos trabajando muy a conciencia y de manera seria para esa puesta en valor y queremos hacerlo a la mayor brevedad posible, pero ahora tenemos que ser cautos».
«De momento estamos en el ámbito de la prevención y conservación, que nunca se han dejado de hacer y que también reclamamos a Costas, para que no se destruya el patrimonio, y la meta, tras el fin del ámbito jurídico, es ejecutar el abanico de posibilidades que estamos estudiando en el momento actual», expone.
La opinión de los expertos
En esta fase de puesta en valor, Herrera que es fundamental la aportación de los expertos, que son quienes «tienen que definir que tipo de actuaciones se pueden llevar a cabo». Agrega que «sin un estudio completo e integral de los expertos no podemos aventurar qué necesita Saltés».
Cabe recordar que sólo se excavó en sucesivas campañas arqueológicas apenas un 2% de las 20 hectáreas de la ciudad, del que intuye en el plano general y se conoce concretamente en algunos casos todo su entramado de calles, con sus manzanas y casas, edificios públicos y la alcazaba, trono reinante a la orilla de la ría. Unas 20.000 personas vivían en esta urbe insular.
El arqueólogo Jesús de Haro, el mayor experto sobre Saltés, destacó a Huelva24 a finales de 2024 que el yacimiento es víctima de una desidia institucional y reclamó que sea declarado conjunto arqueológico, que garantiza fondos anuales y un órgano propio de gestión. Huelva es la única provincia andaluza sin esta figura.
De mano en mano durante siglos
Saltés es hoy un paraíso natural deshabitado con evidentes signos de haber sido el hogar o punto de conexión de diferentes culturas, como la tartésica, fenicia, romana, griega y árabe. Tras el abandono de la ciudad, la reconquista cristiana llevó la propiedad de estas tierras a la familia De la Cerda. Luego fueron cedidas a los duques de Medina Sidonia, que encomendó su mantenimiento a los frailes franciscanos del Monasterio de Santa María de La Rábida. Los marineros que se hospedaban allí realizaron trabajos agrícolas en la isla como forma de pago. Pasaron los siglos y la propiedad pasó de unas manos a otras, de empresa en empresa y fue conocido que llegó a ser del empresario constructor cordobés Rafael Gómez 'Sandokán', que llegó a proponer a la Junta de Andalucía una permuta por terrenos edificables. Fue encausado en la Operación Malaya, con epicentro en Marbella, y posteriormente acabó condenado por Hacienda por otros asuntos empresariales. Sus sociedades acabaron en concurso de acreedores y sus propiedades, Saltés incluidas, fueron parte de un embargo de entidades bancarias que acabaron por lotes en diferentes fondos de inversión como el actual que frena batalla en los juzgados que comience a verse bajo la luz del sol una ciudad que tiene mucho que contar sobre la Huelva del pasado.
