Atletismo
El doloroso limbo de Héctor Santos: «No veo el final y eso siempre te da algo de ansiedad»
El saltador onubense fue operado de la rodilla a finales de octubre con un plazo de recuperación de un mes, pero a día de hoy no puede hacer vida normal y ni mucho menos entrenar
Acumula seis semanas con dolores, con la rodilla «muy hinchada», «falta de movilidad y de fuerza», dice el onubense, preocupado porque viene un año olímpico
«No me dan ninguna solución, solo que de un día a otro la rodilla se desinflará, pero es vivir con la incertidumbre», afirma el atleta, que está con muchísimas ganas de volver a saltar
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EA estas alturas del año Héctor Santos Llorente tendría que estar preparando la temporada de pista cubierta o renunciando a ella para entrenar más y centrarse en planificar a largo plazo el salto que le lleve a los Juegos Olímpicos de París 2024, su gran objetivo. Sin embargo, ahora mismo el saltador de longitud onubense no puede estar en un punto más opuesto. Una operación en su rodilla, aparentemente sencilla, ha tenido un postoperatorio complicado que le tiene sin poder hacer vida normal y que ni mucho menos le permite entrenar. Se operó a finales de octubre y lleva seis semanas de dolor. Sólo le cabe esperar a que baje la inflamación y trabajar para recuperar la movilidad y la fuerza, para no dar perdido su sueño.

Santos, que en menos de un mes cumplirá 26 años, tiene una marca personal de 8,19 metros (2019). Con ella fue subcampeón europeo Sub 23. También se clasificó para su primer Campeonato del Mundo Absoluto. Además en su currículum hay un bronce europeo Sub 20 y en el Campeonato Iberoamericano de 2022, año en el que fue séptimo en la Copa de Europa y disputó su segundo mundial. En este 2023 fue quinto en los Juegos Europeos y sumó una medalla más a su colección de podios nacionales.
«Me operé a finales de octubre de la rodilla. En principio era una tontería y se me ha complicado mucho la recuperación»
Ahora mismo esta trayectoria está interrumpida, en un limbo en el que Héctor tiene que recuperar su vida normal antes de plantearse volver a sentirse atleta. Como el mismo explica a Huelva24.com «me operé a finales de octubre de la rodilla. En principio era una tontería y se me ha complicado mucho la recuperación. Tenía una bola de grasa y fibrosis pegada al menisco, entonces me tenían que limpiar y ya está».
En la intervención «tuvieron que cortar un poco la sinovial y por lo visto sangra mucho, pero dicen que igual mi cuerpo reaccionó exageradamente a la heparina», sustancia que se inyecta a los pacientes para evitar coágulos mientras están en reposo.
Todos los días drenando sangre
Agrega que «era una operación en la que en un mes ya estaba al 100%, pero la rodilla después de la operación, sangraba mucho y se me hinchaba. Ne tenían que sacar la sangre todos los días con agujas y a día de hoy sigue inflamada, por lo que tengo falta de movilidad y falta de fuerza», precisamente en su pierna de batida en el foso de longitud.
Santos reconoce que ha venido experimentando «un dolor horroroso, de no poder ni dormir» y que transcurridas seis semanas desde su salida del hospital «a día de hoy sigo sin poder correr ni nada y ya llevo 6 semanas».
Las últimas tres semanas ya camina sin muletas, pero admite que «aún me sigue fallando la pierna andando», por lo que «no puedo entrenar nada».
Con respecto a cómo afronta psicológicamente todo lo que le ha venido pasando, relata que «estuve bastante de bajón al principio. Ahora ya lo he asumido, pero no veo el final y eso siempre te da algo de ansiedad».
«Ya sabía que la temporada de invierno se iba, pero ahora siguen pasando semanas y veo que tengo que empezar para la temporada de verano, que encima hay año olímpico», explica Santos, que insiste en que ha perdido «todo el músculo de la pierna».
«En cuanto pueda volver a entrenar voy a dar el 200%. Tengo más ganas que nunca»
Ahora mismo tiene que armarse de paciencia para salir del bucle de inactividad que le aprisiona. «No me dan ninguna solución, solo que de un día a otro la rodilla se desinflará, pero es vivir con la incertidumbre», expresa.
«Peor no podría ir la verdad, pero esperemos que todo cambie. Tengo ganas ya de tener vida normal y dejar esto atrás, que es duro. Ojalá que por lo menos pueda empezar el 2024 normal», detalla el saltador onubense, que asegura que «en cuanto pueda volver a entrenar voy a dar el 200%. Tengo más ganas que nunca».