PRESENTACIÓN OFICIAL DE HERMANDADES

Las 108 filiales rinden pleitesía a la Reina de las Marismas

Por el santuario del Rocío fueron pasando tamborileros, caballistas, peregrinos y carros junto a sus simpecados para inclinarse ante la Virgen. Siguiendo el orden de antigüedad, La Palma, que procesionó en su 75 aniversario con Bollullos, y Moguer fueron las primeras filiales onubenses en presentarse, a las que siguió Huelva, cuya carreta lució un nuevo y original exorno floral.

Las 108 filiales rinden pleitesía a la Reina de las Marismas

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Las 108 filiales rinden pleitesía a la Reina de las Marismas

La romería es un reino efímero, pero el Rocío es eterno y su señora reina en él siendo centro de todos los sentimientos que afloran en la aldea almonteña. La Virgen no tiene súbditos sino fieles a su amor, que lo demuestran rindiendo pleitesía a su reina ante su santuario y para ello se sigue el rito de una prolongada presentación de hermandades, que de manera enlazada pasan una a una para exponerse al calor que irradia su presencia. Desde las 12.00 horas y hasta bien entrada la noche, las 108 filiales de la Hermandad Matriz fueron recibidas con resistente hospitalidad por Almonte y su gente.Bajo la hondura de la inmaculada concha de la entrada del templo destacaba al fondo de sus puertas abiertas el destello dorado del retablo, envolviendo a la Virgen del Rocío, serena y receptiva a los rezos de los romeros que fueron desfilando entre la multitud desde el otro extremo. Por allí pasaron en primer lugar las hermandades de Villamanrique y Pilas, ambas del siglo XVII, siendo las siguientes las onubenses de La Palma y Moguer, del siglo XVIII. Sobre las 12.25 horas sonaba la marcha real a cargo de la banda de Huévar del Aljarafe con la llegada de La Palma cuyo simpecado entró procedente de la calle las Carretas en paralelo con el de Bollullos del Condado, filial de la que es madrina y que cumple este año su 75 aniversario. Los redobles de campanas, los vivas y los aplausos también fueron los sonidos que les acompañaron en su presentación.Minutos después y con el calor subiendo, fue el turno de la Hermandad de Moguer, que tras mirar a la marisma giró sus simpecado hacia la portada del santuario blanco rociero y arrodillo a sus bueyes ante la Virgen del Rocío. Sus peregrinos cantaron sevillanas y sus carros de sabor antiguo dejaron su sello siendo tirados por ocho mulas en hilera. A Moguer siguió Sanlúcar y luego Triana, una de las filiales con mayor tirón popular, que llegó directamente desde el camino. Sus romeros alzaron sombreros y varas para cantarle a la Virgen los clásicos “Triana, Triana, Triana” y “aquí estamos otra vez”.Minutos antes de las 14.00 horas, tras las filiales de Umbrete y Coria, irrumpió en la poblada explanada la Hermandad de Huelva, cuyo nutrido grupo de tamborileros fue abriendo paso lanzando al viento sus notas. Después fueron avanzando los caballistas, que fueron desprendiéndose de sus sombreros en señal de respeto y presignándose. En muchos de sus rostros se evidenciaba la emoción sentida por vivir ese momento, esos pocos segundos en los que se puede conectar la mirada con la Señora de las Marismas. En las últimas posiciones y antecediendo al simpecado apareció el hermano mayor, Paco Zambrano, junto a su esposa, y a continuación una representación a pie, en la que se encontraba el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez.Poco después se mostró la carreta plateada del simpecado de Huelva, reluciente y recuperada del camino, exultante gracias a un nuevo y llamativo exorno floral con varias filas de flores de diferentes colores perfectamente alineadas a su alrededor. A su estela los cientos de peregrinos fueron tocando las palmas y cantaban “Huelva, Huelva”, festejando con felicidad su presentación, seguida como cada año por muchísima gente deseosa de sentir de cerca el compás de la hermandad y colorido. El simpecado subió como una exhalación la rampa de entrada y se colocó entre aplausos y vivas muy cerca de la puerta de la ermita marismeña, donde se encontraba el presidente de la Matriz, José Joaquín Gil Cabrera, que deja el cargo este mes, y el resto de su junta de gobierno y autoridades. Cerró la comitiva onubense un buen número de carros tradicionales adornados con esmero.San Juan del Puerto y Rociana fueron las siguientes filiales en presentarse, a las que siguieron más hermandades de la provincia de Huelva. Cabe destacar que varias de ellas alcanzaron cifras redondas, como Punta Umbría, que este año alcanzó su 25 aniversario o Emigrantes, Palos y Paterna, que alcanzaron los 40 años siendo rocieras. Además, la última filial que se ha incorporado este año, la de San Antonio de Portmany (Ibiza) la 108, procesionó con su madrina, la hermandad de Villalba del Alcor.

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