JUGANDO A LAS COCINITAS
Caqui cakes
Antes de que se acabe mi estación favorita tenéis que probad estos preciosos panecillos de caquis. El caqui es una de las frutas típicas de la época y aún no habíamos cocinado con ella. Pues aquí lo lleváis, buenísimos, facilísimos y de temporada. Y la crema de caqui para acompañarlos es una auténtica delicia. Apúntatela.


Inmediatamente me acordé de mi abuela, de lo que le hubiera gustado probarlos, así que me la copie en el papelillo que tenía a mano en ese momento (mi bolso está siempre plagado de trocitos de papel con cosas interesantes). También me acordé de mis amigos May y Javi, y de su árbol cargadito de caquis todos los otoños. Ya os he hablado de ellos y su huerta de Linares de la Sierra en otras ocasiones.
Mis amigos siempre me surten de frutas de temporada, pero como no me gustan los caquis nunca los había cogido. Pero este otoño era distinta. Yo tenía una buena razón para querer caquis: esta receta. Y fue todo un éxito. Hice una docenita de panecillos y todos quedaron encantados. May y Javi fueron los primeros en probarlo y Raquel, una amiga común que estaba en casa ese día, los bautizó como caqui cakes. Me parece un nombre estupendo.
¿Sabíais que los caquis viene de China y Japón? Desde el siglo VIII llevan cultivándolos en esa zona del planeta. A España llegaron en el siglo XIX y actualmente Valencia es la comunidad que los produce en su mayoría. Tenemos hasta caqui con denominación de origen, la variedad autóctona “Rojo Brillante” de la Ribera del Júcar.
Los caquis son además muy ricos en vitaminas A y sobre todo C. Y son astringentes., así que van muy bien para tratar cuadros de diarrea y colitis. A mí siguen sin gustarme, pero estos panecillos están estupendos. Como me fastidia tanto que algo no me guste voy a seguir dándoles la oportunidad en dulces, jaleas, bebidas… Aquí tenéis la receta:
INGREDIENTES:

Mezclamos el azúcar con la mantequilla, el puré de caqui y los huevos. Por otro lado unimos los ingredientes secos (harina, levadura, bicarbonato, sal) y tamizamos.
Unimos las dos mezclas y por último añadimos las nueces, picadas a vuestro gusto de grosor.
Horneamos a 175º unos 25 minutos, comprobando si están hechos con un palo de brocheta. Para la crema de queso sólo hay que batir juntos todos los ingredientes y la tenéis.
Están riquísimos con esta cremita, pero con mantequilla también. ¡Son un desayuno de campeonato!