Segunda edición
Almonaster la Real, entre las diez finalistas del Concurso de Fotografía de los Pueblos más Bonitos de España
14.13 h. La Asociación de los Pueblos más Bonitos de España ha presentado las 10 fotografías seleccionadas por el jurado en la II edición de su Concurso de Fotografía para mostrar, mediante el lenguaje universal de la imagen, la belleza de sus 68 pueblos incluidos en esta red de calidad.

El Jurado ha seleccionado las fotografías de Ana Vargas (Frigiliana) y Manuel Ruiz (Almonaster la Real) entre sus diez finalistas.

Frigiliana es uno de los pueblos blancos de Málaga con más encanto. Una ciudad de paredes encaladas, calles estrechas y sinuosas, herencia morisca que se aprecia desde el casco antiguo de Frigiliana, uno de los mejores conservados de la provincia. La fotografía de Ana Vargas sabe captar muy bien el sabor de la tradición del pueblo malagueño.
Por su parte, Almonaster la Real, recién incorporado a la Asociación, está ubicado en plena Sierra de Huelva, parcialmente retratada en la fotografía del finalista. Almonaster es un lugar de visita obligada para todo aquel que desee descubrir un espacio patrimonial único y un paisaje rico en vegetación, lleno de esplendor y colorido.
El resto de imágenes que han pasado a la final son las realizadas por Teo Moreno (Frías), Carlos Tiedra (Trujillo), Conchi Pal (Calaceite), Ángel Serrano (Ciudad Rodrigo), Salvador Pérez (Aínsa), Alberto Seoane (Puebla de Sanabria), Iván Agut (Vilafamés) y Silvia Tarín (Santillana del Mar).

Las tres fotografías más votadas estarán premiadas con uno de los tres Cofres Regalo Wonderbox por orden de popularidad de la imágenes. Los autores de las otras siete finalistan ganarán una Guía Oficial de los Pueblos 2018.
Sobre la Asociación de los pueblos más bonitos de España
La Asociación de los pueblos más bonitos de España nace de la convicción y necesidad de poner en conocimiento de todo el mundo los maravillosos pueblos que salpican la geografía española. Lugares de gran belleza que destilan historia y cultura a la par, villas donde la tradición envuelve al viajero, que al mezclarse con los lugareños, pasa a formar parte de este marco único aunque sea solo por unos instantes.