Tarde de ‘Fado y otros cantares’ en el Foro Iberoamericano con la melancólica voz de Juan Santamaría

El Salón de Actos del Foro Iberoamericano vibrará con la voz melancólica de quien hace más de dos décadas se convirtió en el primer intérprete no portugués del máximo exponente del folclore luso, logrando hacerse un hueco entre las grandes figuras del fado.

Las entradas, gratuitas y sin numerar, pueden conseguirse en la plataforma online https://bit.ly/3BEf6B6 . Una persona, registrando su DNI, podrá reservar un máximo de 4 butacas. El aforo, siguiendo la normativa de seguridad Covid 19, está limitado a 280 personas por espectáculo. El concierto comenzará a las 21.00 horas. 

Juan Santamaría es un músico pionero en la fusión del fado portugués con el flamenco y con otras músicas populares españolas. Muy reconocido en el país vecino, su relación con Amalia Rodrigues, la reina del fado, a la que conoció cuando tenía 77 años y Santamaría 26, le inspiró y le abrió las puertas para iniciar su carrera musical, que alcanza ya un cuarto de siglo.

Comenzó su carrera musical en Portugal, debutando en el Coliseo de Oporto, con un repertorio de canción popular y fado, siendo el primer intérprete no luso en afrontar el folclore más puro de Portugal, obteniendo el reconocimiento del público. Ha realizado actuaciones en las más prestigiosas salas del país vecino. En España también ha actuado en todas las regiones, dando recitales en Casas de Cultura, teatros y espacios al aire libre.

Cumpliéndose los diez años de su carrera artística, realizó una gira por toda la península ibérica, concluyendo en la catedral de Sevilla con un grandioso concierto junto a la banda de La Cigarrera presidido por el cardenal de dicha ciudad.

Durante la celebración de la Exposición Universal de Zaragoza actuó en el pabellón de Aragón con motivo del Día de Portugal. Ha cantado con artistas internacionales como Dulce Pontes, Teresa Salgueiro (Madredeus) así como Ronykao. En 1999 fue invitado por la asamblea de la República Portuguesa a cantar en el traslado de los restos mortales de Amália Rodrigues al Panteón Nacional de Portugal.