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Playas onubenses: ¿accesibles para todos?
Pasear por la orilla de la playa o darse un refrescante baño es uno de los mayores placeres de la vida que, sin embargo, no parece estar al alcance de todos, sobre todo si quienes desean disfrutar de la costa onubense padecen algún tipo de discapacidad física o dificultad en la movilidad. Huelva24.com ha querido recorrer el litoral onubense en busca de las playas que presentan mayores problemas en esta materia y aquellas que cumplen con los requisitos necesarios.

Pasear por la orilla de la playa o darse un refrescante baño es uno de los mayores placeres de la vida que, sin embargo, no parece estar al alcance de todos, sobre todo si quienes desean disfrutar de la costa onubense padecen algún tipo de discapacidad física o dificultad en la movilidad. Se trata de un derecho recogido en el artículo 31 de la Ley de Costas de 1998 y que, por lo tanto, es un derecho para todos los ciudadanos, sin distinción, en teoría, ya que la práctica está llena de obstáculos que chocan frontalmente con las banderas azules que ondean en distintas playas y que deberían garantizar una buena accesibilidad. El “ examen de accesibilidad” comienza antes de ni siquiera poner un pie en la arena ya que una playa adaptada debe contar con una zona de aparcamiento reservada para minusválidos que esté conectada con el paseo o infraestructuras de acceso, y continúa cuando el visitante en cuestión pretende llegar hasta la orilla, para lo cual es necesario disponer de rampas, pasarelas móviles y fijas de madera que lleguen hasta donde la arena está mojada y el desplazamiento es más sencillo, ayuda y vigilancia, y sillas anfibias que permiten circular por la arena y bañarse en el mar, que están presentes en prácticamente todas las playas y cuyo uso facilitan los miembros de Protección Civil.El grado de adaptabilidad puede variar entre alta, media y baja, siendo ésta última clasificación sinónimo de una playa inaccesible y que es desaconsejable para las personas con movilidad reducida que se lo tienen que pensar más de dos veces antes de coger sus bártulos y poner rumbo a algún punto de la costa, por eso es recomendable que, mientras se siguen denunciando las deficiencias, apuesten por playas que cubran sus necesidades. Es el caso de las playas del Centro y La Gaviota, en Isla Cristina, Punta del Moral, en Ayamonte, varias zonas de Punta Umbría y El Portil, o Torre de la Higuera, que se encuentra en el término municipal de Almonte.Las asociaciones de afectados reconocen que los Ayuntamientos, instituciones de las que dependen estos servicios, han realizado una labor considerable que, sin embargo, no es suficiente, de ahí que les insten a seguir mejorando ya que recuerdan, la visita a la playa no representa únicamente un cuestión de ocio sino que en muchos casos, y según los trastornos que se padezcan, tiene efectos terapéuticos. Las denuncias de los usuarios suelen centrarse en la ausencia de pasarelas que comunican la zona del aparcamiento con la propia playa y dentro de la misma, la falta de pasarelas o el grave deterioro que presentan algunas y que imposibilitan el tránsito.En definitiva, lo deseable es que el año que viene, cuando se vuelvan a izar las banderas azules que reconocen la calidad de las playas, se pueda enarbolar también el emblema de la accesibilidad.
