FOTONOTICIA
El lince Madagascar, en el oculista
Para un cazador especialista como el lince ibérico los ojos son su principal fortaleza. Sus grandes glóbulos oculares le permiten maximizar la visión en condiciones de baja luminosidad y le garantizan una mayor efectividad en la caza de sus presas, y por eso en los chequeos veterinarios se examinan en detalle para comprobar su buen estado.

En la fotografía –colgada en la página del programa de conservación Lynx ex-situ- se aprecia un instante del examen oftalmológico realizado a un cachorro del 2015, Madagascar, en el centro de cría del lince ibérico de El Acebuche, en Doñana, tras habérsele detectado por videovigilancia una disminución del reflejo a la luz en uno de sus ojos.
Según explican desde el programa, ante la posibilidad de una afección en el tapetum lucidum (estructura interna del ojo que les permite multiplicar el uso de la luz) y que podría ser indicador de alguna patología grave, se decidió examinar en profundidad los ojos de este ejemplar con la ayuda de Fernando Sanz, veterinario especialista en oftalmología, descartándose cualquier tipo de anomalía una vez terminado el examen.