CENTROS SOCIALES
El legado de la Huelva casinera se reivindica
La Asociación Casinos de Huelva inicia su andadura para poner en valor el patrimonio de una institución, la del casino, presente en muchos de los pueblos de la provincia.

En apenas unos meses de vida, la Asociación Casinos de Huelva (ACH) ya ha logrado, como mínimo, llamar la atención sobre la importancia de los casinos en la herencia social y cultural de muchos pueblos de Huelva.
Al oír la palabra “casino” es difícil no pensar en los lujosos locales que aparecen en las películas de James Bond, o en esos “casinos online” en los que se han forjado muchos jugadores de póquer españoles que están logrando muchos éxitos a miles de kilómetros de su país. Nada tienen que ver los casinos en los que compiten estos jóvenes talentos con los que frecuentaban sus antepasados. Los casinos de juego no se legalizaron en España hasta 1977, pero mucho antes existían los conocidos como casinos culturales o recreativos (también “círculos culturales” en algunos sitios), que son un fenómeno típicamente español y clave en la vida social y cultural del país durante años.
Surgidos a finales del siglo XIX, a modo de los clubs de caballeros ingleses, los casinos culturales están presentes por toda la geografía española, siendo algunos tan representativos como el Casino de Madrid, que después de más de cien años de historia sigue vivo y siendo un centro cultural de referencia en la capital. Estas instituciones se asocian con la clase burguesa y las grandes ciudades o con localidades que tuvieron un importante peso industrial; y existe una Federación Española de Círculos y Casinos Culturales (FECC) que mantiene la memoria de esos lugares que fueron cómplices de múltiples intrigas políticas o de expresiones artísticas varias. Sin embargo, los casinos de Huelva son otra cosa.
La cultura casinera onubense ni tiene que ver con el juego –por lo menos no más allá de las partidas de cartas o dominó que se puedan echar sus socios-, ni con la burguesía urbanita. En Huelva el casino ha sido un lugar indispensable que ha moldeado la vida social de un gran número de pueblos de la región.
Hace unas semanas se constituía oficialmente la ACH, un proyecto que se ha venido gestando desde hace unos años gracias al interés de distintas personas relacionadas con el mundo del casino, que se unieron bajo el nombre de Grupo Azoteas, y de los socios de casinos de varias localidades onubenses. Finalmente, el Grupo Azoteas, el Casino Minero de Corrales y el Círculo de Labradores y Artesanos de Gibraleón, han fundado la primera asociación casinera de su categoría.
Los casinos de Huelva tienen mucho que ver con el campo y la cuenca minera. Durante años, los trabajadores de las tierras y las minas no tenían más modo de relacionarse con sus iguales si no era en el casino del pueblo. De ahí que la ACH los defina como “patrimonio social de los pueblos” y que se pueda hablar de una cultura casinera.
Uno de los impulsores del Grupo Azoteas es el investigador Miguel Mojarro que a finales del año pasado presentaba C45sinos de Huelva. Este trabajo, cuyo título hace referencia a los 45 casinos actuales en la provincia de Huelva (aunque el libro recoge también otros tres desaparecidos), es la culminación de varios años de investigación. Casinos de Huelva es un recorrido histórico, antropológico y sociológico por el mundo de los casinos, profundizando en su función como revulsivo necesario de la vida social y cultural de los pueblos. Los datos sobre las peculiaridades de cada casino de Huelva y las poblaciones que los acogen, están acompañados de más de 400 fotografías tomadas por Gabriel López. Una obra muy completa, tanto a nivel de investigación como estético, que puede adquirirse en diversos puntos de venta y que supone una necesaria reivindicación de una figura fundamental de la vida rural onubense.