BELÉN CASTILLO, CANDIDATA DEL PSOE DE PALOS
“No podemos tener vecinos en el umbral de la pobreza y que el Ayuntamiento presuma de tener guardados 38 millones de euros”
Palerma de 45 años, no se conforma con medias tintas. Pese a que tiene enfrente una de las mayorías absolutas a priori más consolidadas de la provincia, Belén Castillo asegura que su objetivo el 26M es ganar.

La candidata socialista de Palos de la Frontera, que se estrena en esta ocasión como cabeza de lista por su pueblo, no titubea: cree que es su momento y piensa aprovecharlo. Licenciada en Derecho, con una amplia trayectoria en la Unión de Consumidores y ahora en la Unión de Pequeños Agricultores, Castillo reivindica la política como vocación de servicio público y como una etapa que hay que saber abrir, pero también cuándo cerrar. Aunque afiliada al PSOE desde 1994, acaba de concluir su primera legislatura completa como concejala en la oposición de Palos, donde su objetivo es ganar un Ayuntamiento que lleva más de dos décadas con el mismo alcalde.

PREGUNTA.- Es usted candidata socialista en uno de los bastiones del PP en la provincia, ¿cómo afronta la campaña en esta circunstancia?
RESPUESTA.- Pues la afronto con ilusión. Yo creo que no hay que hablar de nadie como enemigo, son proyectos distintos, formas de entender la política –y, por tanto, la vida- distintas, y en mi caso yo lo que tengo claro es que tengo varios contrincantes, no solo uno, aunque es cierto que normalmente el contrincante a batir es quien está gobernando, y en mi pueblo lleva haciéndolo 24 años. Decir que en 24 años todo se ha hecho mal sería llamar idiotas a mis convecinos y no pienso hacerlo. Obviamente se han hecho cosas bien, se han hecho cosas mal, y se han hecho cosas muy mal; es decir, se han hecho cosas de todas las formas porque es mucho tiempo y porque cualquiera hubiese hecho esas cosas. Mi problema no es lo que se ha hecho, mi problema es lo que no se ha hecho, porque tú puedes hacer las cosas bien o mal, pero lo que no puedes es dejar de hacer, y en Palos tenemos muchas carencias.

P.- ¿Por ejemplo?
R.- La cultura, el turismo, que además deberían ser puntales de nuestro pueblo: que Palos es la cuna del Descubrimiento, que tenemos las playas de Mazagón, que son unas de las mejores playas de la provincia de Huelva, que tenemos La Rábida, los Lugares Colombinos,… y en Palos absolutamente nadie, ni siquiera un 1% de la población, vive del turismo, y ni siquiera un 1% de la población vive de la cultura. Cuando hablo de vivir de la cultura me refiero a, desde dar clases de teatro, a gestionar una biblioteca pública en la que además de ir a estudiar las oposiciones puedas ir porque tengamos los últimos títulos, haya un cuentacuentos infantil, o venga un escritor de la provincia a presentar su obra. Tenemos una carencia cultural brutal en nuestro pueblo, y es una cuestión política. Porque en nuestro pueblo por ejemplo se ha gestionado mucho de cara al deporte y tenemos unas instalaciones deportivas maravillosas, que yo nunca estaría en contra de las que tenemos ni de seguir mejorándolas, pero creo que el ‘corpore sano’ también debe ir unido al ‘mens sana’. Hay una carencia en ese sentido, y tenemos que lograr que en Palos la cultura dé puestos de trabajo, porque es un pueblo que podría vivir de ella.

P.- ¿Quema especialmente la oposición en Palos? Porque es usted la tercera candidata diferente que ha presentado el PSOE en las últimas tres citas electorales municipales
R.- Yo puedo hablar de mis circunstancias, por las demás no quiero hablar. Sí es cierto que quema, y sobre todo quema porque son 24 años en la oposición, en un pueblo donde la oposición es muy dura, donde hay medios de comunicación propios del Ayuntamiento, o donde se editan los plenos, no se emiten en directo. Yo aparezco, por ejemplo, en la misma emisión con ropa distinta: llevo una ropa cuando pregunto y aparezco con otra cuando se me está contestando. En ese aspecto quema mucho, igual que en otros pueblos supongo, porque creo que en general quién tiene el poder –que no se debería llamar poder, se debería llamar responsabilidad social, porque es lo que tenemos los políticos- decide la forma de gobernar, y cuando son 24 años, pues sí, la oposición sí está quemada. En mi pueblo además tenemos el Ayuntamiento más rico de la provincia, por el superávit que tiene, pero somos el quinto pueblo con la renta per cápita más baja, ¿por qué tenemos un ayuntamiento con tanto dinero y sin embargo tenemos una media ciudadana con una renta tan baja? Pues claro, quema el hacer propuestas contra esto y que siempre te digan que no. Nosotros votamos a favor prácticamente del 90% de los puntos que el alcalde, el Gobierno, lleva al pleno, y sin embargo a nosotros en toda una legislatura no se nos ha aprobado ni un solo punto a favor de lo que hemos llevado. Nada. Absolutamente. La única moción que se nos ha votado a favor fue la moción de Memoria Histórica y porque en el Parlamento andaluz el PP la había aprobado y había un mandato a los municipios para que se aprobara. Nosotros podemos tener malas ideas, igual que todo el mundo, pero entiendo que no todas nuestras ideas son malas, ¿no? Aunque incluso así ayudamos a que se construya, porque a veces, a los cuatro meses de nuestra propuesta, viene en un punto del orden del día propuesta por el equipo de Gobierno, y evidentemente entonces votamos que sí. Pero bueno, yo estoy ilusionada, me veo fuerte mentalmente, y me veo fuerte porque creo que el proyecto y el programa que llevamos merece la plena.


P.- ¿Y en qué se basa ese proyecto que usted considera que merece la pena?
R.- En gobernar dándole a la gente seguridad: seguridad jurídica, seguridad laboral, estabilidad y dignidad. Esa es la forma de la que quiere gobernar Belén Castillo y el PSOE en Palos. Yo creo que que vayan personas detrás de cualquier alcalde o alcaldesa de cualquier pueblo pidiendo trabajo, rogando trabajo, no es dar dignidad. Yo creo que cambiar puestos de trabajo a cambio de favores electorales no es dignidad. Y no es algo que yo esté afirmando desde el desconocimiento, solo hay que ir a comprobar los niveles de empleo de contratación en el Ayuntamiento de mi pueblo en los meses previos a cualquier tipo de elección municipal, y tenemos que los cuatro meses anteriores a la celebración de las elecciones hemos llegado a superar los 1.400 contratos. En un municipio en el que los votantes rozan los 7.000, si se quita al 20-25% que no va a votar y esos 1.400 lo multiplicas por dos, por los dos miembros de la familia, ahí tienes ya la mayoría absoluta. ¿Por qué tiene que ser así? Si esas personas llevan años trabajando en el Ayuntamiento algunos meses al año. Son fijos discontinuos, pero nadie se atreve a ir a un juzgado a denunciarlo. Yo estoy segura que si nosotros gobernásemos tendríamos una cola que daría tres vueltas al Ayuntamiento reclamándonoslo. Y como no quiero eso, lo primero que llevo en mi programa es que, si nosotros llegásemos a gobernar, esas personas que llevan años teniendo un contrato cada ciertos meses, que se va repitiendo –aunque lo vayan cambiando de sitio, porque no se profesionaliza a nadie-, hay que regularizar esas situaciones, que no sirvan para canjear por votos. Yo quiero que la gente me vote porque crea que yo puedo ser alcaldesa de Palos, que podemos gestionar bien el pueblo y que podemos dar calidad de vida y dignidad a la gente, que no tiene que venir detrás tuya rogando un puesto de trabajo, sino a la que hay que ofrecerle formación, ayudas al autoempleo y promoción de la industria.

P.- Precisamente el de la industria es un tema siempre controvertido, aunque en Palos es un sector fundamental. ¿Cuál es su postura ante el tejido industrial? ¿Más industria, sí o no?
R.- La industria no es un polo químico, la industria puede ser una empresa de transformación de frutos rojos, por ejemplo. Yo estoy cansada de que Huelva sea la despensa de Europa, de que en mi pueblo se recolecten las fresas y yo me coma un yogur que ha sido transformado en Valencia, y ahora vuelve a venir desde allí, y me lo como yo, aquí, con fresas de mi pueblo. A esa industria me refiero. Con esa otra industria que es el polo químico sí tenemos un problema, porque está ubicado casi íntegramente en nuestro término municipal -que es cierto que es lo que hace que tengamos un ayuntamiento rico, que no un pueblo rico-, pero tenemos nada más que un 5% de la población trabajando en ese Polo. Y yo creo que hay 1.000 formas legales de cambiar esto. ¿Usted cuántos operadores necesita?¿100? Yo le voy a formar a 600, con las características que usted me está pidiendo, y ahora de entre esos 600 usted escoge. Lo que no podemos es que la única contraprestación que tenemos con empresas como Cepsa sea poner una escultura –o tres- que a los pies ponga Cepsa, con todos mis respetos hacia las esculturas.

P.- ¿Habla de cuotas entonces, no? ¿De obligar a que se contrate mano de obra local?
R.- Legalmente no podemos imponer a una empresa una obligación de esas características, pero estamos hablando de una empresa privada con la que tú puedes firmar convenios para que gane la gente del pueblo y gane la empresa, y que pasaría por la formación y la cualificación en función de lo que necesita la empresa. Y un ayuntamiento al que le han sobrado en el último año 38 millones de euros a mí no me puede contar que no tiene dinero para formar y cualificar. Lo que no podemos es gestionar un ayuntamiento como una empresa privada, donde prime el ahorro: un Ayuntamiento no puede decir ‘qué bien gestiono, qué bien ahorro’, porque lo que nos está dejando es ruina, porque el dinero es mío, de la ciudadanía. No podemos tener ciudadanos en el umbral de la pobreza y que el ayuntamiento presuma de tener guardados 38 millones de euros. Mientras tenga usted una sola persona parada, una sola persona yendo a pedir ayuda a Cáritas, mientras haya un solo vecino que necesite un cheque bebé, usted no puede guardar dinero. Usted, se llame como se llame y en el municipio que sea.

P.- ¿Qué es lo primero que tendría que cambiar, a su modo de ver, en el Gobierno de Palos?
La candidata socialista de Palos de la Frontera, que se estrena en esta ocasión como cabeza de lista por su pueblo, no titubea: cree que es su momento y piensa aprovecharlo. Licenciada en Derecho, con una amplia trayectoria en la Unión de Consumidores y ahora en la Unión de Pequeños Agricultores, Castillo reivindica la política como vocación de servicio público y como una etapa que hay que saber abrir, pero también cuándo cerrar. Aunque afiliada al PSOE desde 1994, acaba de concluir su primera legislatura completa como concejala en la oposición de Palos, donde su objetivo es ganar un Ayuntamiento que lleva más de dos décadas con el mismo alcalde. PREGUNTA.- Es usted candidata socialista en uno de los bastiones del PP en la provincia, ¿cómo afronta la campaña en esta circunstancia?RESPUESTA.- Pues la afronto con ilusión. Yo creo que no hay que hablar de nadie como enemigo, son proyectos distintos, formas de entender la política –y, por tanto, la vida- distintas, y en mi caso yo lo que tengo claro es que tengo varios contrincantes, no solo uno, aunque es cierto que normalmente el contrincante a batir es quien está gobernando, y en mi pueblo lleva haciéndolo 24 años. Decir que en 24 años todo se ha hecho mal sería llamar idiotas a mis convecinos y no pienso hacerlo. Obviamente se han hecho cosas bien, se han hecho cosas mal, y se han hecho cosas muy mal; es decir, se han hecho cosas de todas las formas porque es mucho tiempo y porque cualquiera hubiese hecho esas cosas. Mi problema no es lo que se ha hecho, mi problema es lo que no se ha hecho, porque tú puedes hacer las cosas bien o mal, pero lo que no puedes es dejar de hacer, y en Palos tenemos muchas carencias. P.- ¿Por ejemplo?R.- La cultura, el turismo, que además deberían ser puntales de nuestro pueblo: que Palos es la cuna del Descubrimiento, que tenemos las playas de Mazagón, que son unas de las mejores playas de la provincia de Huelva, que tenemos La Rábida, los Lugares Colombinos,… y en Palos absolutamente nadie, ni siquiera un 1% de la población, vive del turismo, y ni siquiera un 1% de la población vive de la cultura. Cuando hablo de vivir de la cultura me refiero a, desde dar clases de teatro, a gestionar una biblioteca pública en la que además de ir a estudiar las oposiciones puedas ir porque tengamos los últimos títulos, haya un cuentacuentos infantil, o venga un escritor de la provincia a presentar su obra. Tenemos una carencia cultural brutal en nuestro pueblo, y es una cuestión política. Porque en nuestro pueblo por ejemplo se ha gestionado mucho de cara al deporte y tenemos unas instalaciones deportivas maravillosas, que yo nunca estaría en contra de las que tenemos ni de seguir mejorándolas, pero creo que el ‘corpore sano’ también debe ir unido al ‘mens sana’. Hay una carencia en ese sentido, y tenemos que lograr que en Palos la cultura dé puestos de trabajo, porque es un pueblo que podría vivir de ella. P.- ¿Quema especialmente la oposición en Palos? Porque es usted la tercera candidata diferente que ha presentado el PSOE en las últimas tres citas electorales municipalesR.- Yo puedo hablar de mis circunstancias, por las demás no quiero hablar. Sí es cierto que quema, y sobre todo quema porque son 24 años en la oposición, en un pueblo donde la oposición es muy dura, donde hay medios de comunicación propios del Ayuntamiento, o donde se editan los plenos, no se emiten en directo. Yo aparezco, por ejemplo, en la misma emisión con ropa distinta: llevo una ropa cuando pregunto y aparezco con otra cuando se me está contestando. En ese aspecto quema mucho, igual que en otros pueblos supongo, porque creo que en general quién tiene el poder –que no se debería llamar poder, se debería llamar responsabilidad social, porque es lo que tenemos los políticos- decide la forma de gobernar, y cuando son 24 años, pues sí, la oposición sí está quemada. En mi pueblo además tenemos el Ayuntamiento más rico de la provincia, por el superávit que tiene, pero somos el quinto pueblo con la renta per cápita más baja, ¿por qué tenemos un ayuntamiento con tanto dinero y sin embargo tenemos una media ciudadana con una renta tan baja? Pues claro, quema el hacer propuestas contra esto y que siempre te digan que no. Nosotros votamos a favor prácticamente del 90% de los puntos que el alcalde, el Gobierno, lleva al pleno, y sin embargo a nosotros en toda una legislatura no se nos ha aprobado ni un solo punto a favor de lo que hemos llevado. Nada. Absolutamente. La única moción que se nos ha votado a favor fue la moción de Memoria Histórica y porque en el Parlamento andaluz el PP la había aprobado y había un mandato a los municipios para que se aprobara. Nosotros podemos tener malas ideas, igual que todo el mundo, pero entiendo que no todas nuestras ideas son malas, ¿no? Aunque incluso así ayudamos a que se construya, porque a veces, a los cuatro meses de nuestra propuesta, viene en un punto del orden del día propuesta por el equipo de Gobierno, y evidentemente entonces votamos que sí. Pero bueno, yo estoy ilusionada, me veo fuerte mentalmente, y me veo fuerte porque creo que el proyecto y el programa que llevamos merece la plena. P.- ¿Y en qué se basa ese proyecto que usted considera que merece la pena?R.- En gobernar dándole a la gente seguridad: seguridad jurídica, seguridad laboral, estabilidad y dignidad. Esa es la forma de la que quiere gobernar Belén Castillo y el PSOE en Palos. Yo creo que que vayan personas detrás de cualquier alcalde o alcaldesa de cualquier pueblo pidiendo trabajo, rogando trabajo, no es dar dignidad. Yo creo que cambiar puestos de trabajo a cambio de favores electorales no es dignidad. Y no es algo que yo esté afirmando desde el desconocimiento, solo hay que ir a comprobar los niveles de empleo de contratación en el Ayuntamiento de mi pueblo en los meses previos a cualquier tipo de elección municipal, y tenemos que los cuatro meses anteriores a la celebración de las elecciones hemos llegado a superar los 1.400 contratos. En un municipio en el que los votantes rozan los 7.000, si se quita al 20-25% que no va a votar y esos 1.400 lo multiplicas por dos, por los dos miembros de la familia, ahí tienes ya la mayoría absoluta. ¿Por qué tiene que ser así? Si esas personas llevan años trabajando en el Ayuntamiento algunos meses al año. Son fijos discontinuos, pero nadie se atreve a ir a un juzgado a denunciarlo. Yo estoy segura que si nosotros gobernásemos tendríamos una cola que daría tres vueltas al Ayuntamiento reclamándonoslo. Y como no quiero eso, lo primero que llevo en mi programa es que, si nosotros llegásemos a gobernar, esas personas que llevan años teniendo un contrato cada ciertos meses, que se va repitiendo –aunque lo vayan cambiando de sitio, porque no se profesionaliza a nadie-, hay que regularizar esas situaciones, que no sirvan para canjear por votos. Yo quiero que la gente me vote porque crea que yo puedo ser alcaldesa de Palos, que podemos gestionar bien el pueblo y que podemos dar calidad de vida y dignidad a la gente, que no tiene que venir detrás tuya rogando un puesto de trabajo, sino a la que hay que ofrecerle formación, ayudas al autoempleo y promoción de la industria. P.- Precisamente el de la industria es un tema siempre controvertido, aunque en Palos es un sector fundamental. ¿Cuál es su postura ante el tejido industrial? ¿Más industria, sí o no?R.- La industria no es un polo químico, la industria puede ser una empresa de transformación de frutos rojos, por ejemplo. Yo estoy cansada de que Huelva sea la despensa de Europa, de que en mi pueblo se recolecten las fresas y yo me coma un yogur que ha sido transformado en Valencia, y ahora vuelve a venir desde allí, y me lo como yo, aquí, con fresas de mi pueblo. A esa industria me refiero. Con esa otra industria que es el polo químico sí tenemos un problema, porque está ubicado casi íntegramente en nuestro término municipal -que es cierto que es lo que hace que tengamos un ayuntamiento rico, que no un pueblo rico-, pero tenemos nada más que un 5% de la población trabajando en ese Polo. Y yo creo que hay 1.000 formas legales de cambiar esto. ¿Usted cuántos operadores necesita?¿100? Yo le voy a formar a 600, con las características que usted me está pidiendo, y ahora de entre esos 600 usted escoge. Lo que no podemos es que la única contraprestación que tenemos con empresas como Cepsa sea poner una escultura –o tres- que a los pies ponga Cepsa, con todos mis respetos hacia las esculturas. P.- ¿Habla de cuotas entonces, no? ¿De obligar a que se contrate mano de obra local?R.- Legalmente no podemos imponer a una empresa una obligación de esas características, pero estamos hablando de una empresa privada con la que tú puedes firmar convenios para que gane la gente del pueblo y gane la empresa, y que pasaría por la formación y la cualificación en función de lo que necesita la empresa. Y un ayuntamiento al que le han sobrado en el último año 38 millones de euros a mí no me puede contar que no tiene dinero para formar y cualificar. Lo que no podemos es gestionar un ayuntamiento como una empresa privada, donde prime el ahorro: un Ayuntamiento no puede decir ‘qué bien gestiono, qué bien ahorro’, porque lo que nos está dejando es ruina, porque el dinero es mío, de la ciudadanía. No podemos tener ciudadanos en el umbral de la pobreza y que el ayuntamiento presuma de tener guardados 38 millones de euros. Mientras tenga usted una sola persona parada, una sola persona yendo a pedir ayuda a Cáritas, mientras haya un solo vecino que necesite un cheque bebé, usted no puede guardar dinero. Usted, se llame como se llame y en el municipio que sea. P.- ¿Qué es lo primero que tendría que cambiar, a su modo de ver, en el Gobierno de Palos? R.- Yo creo que en mi pueblo se gobierna desde el miedo. A mí me gusta mucho la película ‘Monstruos S.A.’, de Disney, que cuenta que los monstruos no asustaban porque fuesen los más duros, sino porque tenían miedo a desaparecer y creían que lo que les daba vida eran los gritos de miedo de los niños. Pero de pronto hubo un monstruo que se dio cuenta de que la alegría y la risa también les daban vida, y empezaron entonces a ser amigos de los niños. Ya su labor no era dar miedo, porque tenía claro que podía estar donde estaba sin tener la necesidad de asustar a nadie. Yo quiero ser como ese segundo monstruo, y creo que en Palos estamos en la primera parte de la película. P.-¿ Y cuál es su carencia principal?R.- Además de lo que hemos hablado ya, tenemos un gran problema medioambiental, porque actualmente no se está depurando en ninguno de los núcleos poblacionales del municipio. En Mazagón, la zona de Palos iba directa a una fosa séptica que tuvo problemas este verano, que reventó, y que filtra como se filtraba hace 40 años, a través de filtración por arena, y se están vertiendo en bruto aguas fecales y sucias directamente al mar. Luego tenemos el problema de La Rábida, donde había fosas sépticas individuales en cada una de las casas, y aunque es cierto que ahora se ha hecho un colector y se está facilitando a algunos vecinos el enganche a ese colector, que va a la depuradora de Palos de la Frontera, nos encontramos con el tercer problema: la depuradora está desmantelada, el vertido también es en bruto. El Ayuntamiento se comprometió con la Junta de Andalucía a que la iba a arreglar -porque lleva sin depurar más de 16 años- mientras construía otra que no fuese en terreno protegido medioambientalmente -como es la zona donde está ahora mismo-, pero ese compromiso tiene ya dos años y ahí no se ha hecho absolutamente nada. Es decir, ahora las aguas sucias no solo de Palos, sino también de La Rábida, van a salir todas al Tinto, y esa es la depuración que tenemos en Palos, un verdadero problema medioambiental. Eso es una prioridad en Palos, sin duda. Y de hecho estoy segura de que el alcalde la lleva en su programa, lo que pasa es que si llevas 24 años gobernando y no le has puesto solución, carece de credibilidad. P.-¿Se atreve a aventurar un resultado para Palos el próximo 26 de mayo?R.- A mí me preguntan mucho cuántos concejales más quiero sacar, y yo contesto que 17, y la gente se ríe. Pero yo tengo claro que me presento a unas elecciones para ganar: mi objetivo está en el máximo, porque además sería incapaz de levantarme y mirarme al espejo al día siguiente de las elecciones si no he dado el 100%. Yo creo en lo que estoy haciendo, yo no vivo de la política, a mí la política no me da ni un céntimo: yo por la mañana me voy a trabajar, y luego por la tarde me dedico de forma altruista a la política. P.- ¿Y le merece la pena ese altruismo?R.- Claro. Me preguntan que cómo me he metido en política ahora… Pues porque mi trabajo ha sido vocacional y social toda mi vida, y es lo que me gusta. Yo he sido siempre muy reivindicativa. Pero siempre he tenido claro que a la política hay que ir con los deberes hechos, y no es una crítica a nadie, pero sí una convicción: creo que a la política hay que ir cuando has conocido la vida, sabes lo que es estar trabajando, en paro, buscar trabajo, pagar una hipoteca, que llegues a fin de mes o no… Creo que, en definitiva, cuando has vivido es cuando puedes ayudar a gestionar la vida de los demás. Cuando no has tenido todo ese recorrido vital es muy difícil que tengas una percepción real de lo que pasa en la calle. Por eso me meto en política ahora, con mi vida resuelta como quien dice, porque creo que a la política hay que llegar cuando una ya tiene los deberes hechos, sabe dónde se mete, y sobre todo tiene dónde volver, porque la política tiene que ser una etapa de tu vida, no un plan de jubilación para nadie. Llegará un momento en la que mi etapa política también se acabe, mis convicciones políticas van también con mi edad y con la vida que he vivido, y probablemente dentro de 20 años mis convicciones políticas, por mucho que yo me actualice, se queden arcaicas, por eso creo que a la política hay que saber llegar y hay que saber irse. Eso es lo que pienso yo, Belén Castillo, aunque haya gente, en todos los partidos, que tal vez no lo compartan. P.- Probablemente incluso en el suyo…R.- Sí, claro, por eso digo que en este sentido es mi convicción personal. Yo milito en el PSOE y me presento con el PSOE, pero hay gente que me ha dicho que por qué no me presentaba como independiente, que las siglas están debilitadas… Pero es que yo milito en el partido que ha luchado por los derechos de la gente. ¿Yo me voy a avergonzar de las siglas socialistas? De unas siglas que luchan por la igualdad, por el respeto, por la dignidad, por la libertad, por la multiculturalidad. ¿Qué yo me voy a avergonzar? No, mire usted. Si alguien de mis siglas se tiene que avergonzar porque lo ha hecho mal que se salga de mis siglas, pero yo lo que no voy a hacer es, porque haya cosas puntuales que no me gusten, o haya cuatro en mi partido que lo estén haciendo mal, me voy y monto otro partido. No, yo soy socialista, y hay muchísimos más socialistas buenos que socialistas malos, igual que en general hay mucho más políticos buenos, en cualquier partido, que políticos malos. Bueno, en los partidos malos es raro que haya políticos buenos, pero eso es porque los extremos nunca me han gustado… P.- Se ha dejado ver públicamente de la mano de los independientes, unidos contra el alcalde. ¿Es una señal de por dónde podrían ir los tiros? ¿Hay alguna línea roja que no cruzaría para desbancar a Carmelo Romero de la Alcaldía?R.- Yo mis líneas rojas las tengo muy claras, y las tengo en lo que yo quiero para mis vecinos. En los pueblos son mucho más importantes las personas que las siglas, las personas y los programas reales, realizables, presupuestados,… Pero claro que el extremismo no es bueno. Prohibir determinadas conductas que son totalmente democráticas, e intentar sacar a la luz barbaridades que no son solo antidemocráticas sino también antisociales y contrarias a la cordura desde luego no va conmigo. Yo nunca pactaría con alguien que quiere que los niños a partir de los 16 años puedan ir con armas al instituto, por ejemplo. Mis líneas rojas están en la coherencia, porque además considero que en el municipalismo lo que tiene que primar es la coherencia y el bien común.
P.-¿ Y cuál es su carencia principal?

P.-¿Se atreve a aventurar un resultado para Palos el próximo 26 de mayo?
R.- A mí me preguntan mucho cuántos concejales más quiero sacar, y yo contesto que 17, y la gente se ríe. Pero yo tengo claro que me presento a unas elecciones para ganar: mi objetivo está en el máximo, porque además sería incapaz de levantarme y mirarme al espejo al día siguiente de las elecciones si no he dado el 100%. Yo creo en lo que estoy haciendo, yo no vivo de la política, a mí la política no me da ni un céntimo: yo por la mañana me voy a trabajar, y luego por la tarde me dedico de forma altruista a la política.
P.- ¿Y le merece la pena ese altruismo?
R.- Claro. Me preguntan que cómo me he metido en política ahora… Pues porque mi trabajo ha sido vocacional y social toda mi vida, y es lo que me gusta. Yo he sido siempre muy reivindicativa. Pero siempre he tenido claro que a la política hay que ir con los deberes hechos, y no es una crítica a nadie, pero sí una convicción: creo que a la política hay que ir cuando has conocido la vida, sabes lo que es estar trabajando, en paro, buscar trabajo, pagar una hipoteca, que llegues a fin de mes o no… Creo que, en definitiva, cuando has vivido es cuando puedes ayudar a gestionar la vida de los demás. Cuando no has tenido todo ese recorrido vital es muy difícil que tengas una percepción real de lo que pasa en la calle. Por eso me meto en política ahora, con mi vida resuelta como quien dice, porque creo que a la política hay que llegar cuando una ya tiene los deberes hechos, sabe dónde se mete, y sobre todo tiene dónde volver, porque la política tiene que ser una etapa de tu vida, no un plan de jubilación para nadie. Llegará un momento en la que mi etapa política también se acabe, mis convicciones políticas van también con mi edad y con la vida que he vivido, y probablemente dentro de 20 años mis convicciones políticas, por mucho que yo me actualice, se queden arcaicas, por eso creo que a la política hay que saber llegar y hay que saber irse. Eso es lo que pienso yo, Belén Castillo, aunque haya gente, en todos los partidos, que tal vez no lo compartan.

P.- Probablemente incluso en el suyo…
R.- Sí, claro, por eso digo que en este sentido es mi convicción personal. Yo milito en el PSOE y me presento con el PSOE, pero hay gente que me ha dicho que por qué no me presentaba como independiente, que las siglas están debilitadas… Pero es que yo milito en el partido que ha luchado por los derechos de la gente. ¿Yo me voy a avergonzar de las siglas socialistas? De unas siglas que luchan por la igualdad, por el respeto, por la dignidad, por la libertad, por la multiculturalidad. ¿Qué yo me voy a avergonzar? No, mire usted. Si alguien de mis siglas se tiene que avergonzar porque lo ha hecho mal que se salga de mis siglas, pero yo lo que no voy a hacer es, porque haya cosas puntuales que no me gusten, o haya cuatro en mi partido que lo estén haciendo mal, me voy y monto otro partido. No, yo soy socialista, y hay muchísimos más socialistas buenos que socialistas malos, igual que en general hay mucho más políticos buenos, en cualquier partido, que políticos malos. Bueno, en los partidos malos es raro que haya políticos buenos, pero eso es porque los extremos nunca me han gustado…

P.- Se ha dejado ver públicamente de la mano de los independientes, unidos contra el alcalde. ¿Es una señal de por dónde podrían ir los tiros? ¿Hay alguna línea roja que no cruzaría para desbancar a Carmelo Romero de la Alcaldía?
