Análisis del patrimonio onubense
El delegado de Cultura visita la iglesia de San Juan Bautista y la calzada romana de Gibraleón
12.19 h. El delegado de Cultura en Huelva, Ángel Romero, ha visitado la localidad de Gibraleón donde ha visitado la iglesia de San Juan Bautista y los restos de la calzada romana de Gibraleón, además de reunirse con la junta directiva de la asociación cultural de la localidad para intercambiar ideas y analizar la situación actual del patrimonio histórico olontonse.

Romero ha agradecido el trabajo que realiza la asociación “desde hace mucho tiempo en la puesta en marcha de actividades culturales y en la defensa y conocimiento del patrimonio” y ha mostrado la intención de seguir colaborando en diferentes actividades culturales.Concretamente, la asociación le ha presentado al delegado dos actividades, una sobre el patrimonio oculto en la iglesia parroquial de San Juan Bautista y otro sobre el regreso de los restos del VI Marqués de Gibraleón, mecenas de Cervantes y a quién está dedicado el Quijote, a dicha localidad, cabecera del marquesado de su nombre durante toda la Edad Moderna.Tras la reunión, el delegado de Cultura, junto a los miembros de la asociación, ha visitado la iglesia parroquial de San Juan Bautista, los restos de la calzada romana y la azuda existentes en el río Odiel a su paso por esta localidad.La iglesia está inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la categoría de Monumento. Este edificio, que comenzó a construirse en el siglo XIV en estilo gótico-mudéjar, experimentó posteriormente numerosas transformaciones y ampliaciones, sobre todo en la época barroca.Entre los elementos más destacados de la iglesia figuran sus dos portadas. La principal, a los pies del templo y coronada por un frontón triangular partido, consta de un cuerpo de vano adintelado con dos grandes pilastras dóricas sobre zócalo de ladrillo y de otro con pilastras toscanas que enmarcan una hornacina con la imagen del santo titular. La segunda, en el segundo tramo de la nave del Evangelio, se compone de un vano de medio punto flanqueado por dos columnas toscanas y rematado con un frontón triangular y pináculos en los vértices. De igual modo, presentan especial interés las lápidas funerarias de la aristocracia que alberga la iglesia, todas ellas de los siglos XVI y XVII.Junto con el edificio, el régimen de protección que se aprobó incluía diversos bienes muebles. Entre ellos sobresalen las esculturas de Jesús Nazareno y la Virgen del Mayor Dolor, ambas de estilo neobarroco, y las pinturas de La Verónica limpiando el rostro de Cristo a la Salida de Jerusalén (siglo XVII) y de la Virgen de la Soledad y San Rafael Arcángel (XIX), además de un cáliz bajorrenacentista (XVII) y otro de rocalla (XVIII).