ENTIERRO DEL DUQUE DE BÉJAR

Los restos del mecenas de Cervantes ya reposan en Gibraleón

16.59 h. Los restos del Duque de Béjar y Marqués de Gibraleón han sido enterrados en la Iglesia de Santiago Apóstol, en una solemne ceremonia a la que asistieron numerosos representantes institucionales y cientos de vecinos.

Los restos del mecenas de Cervantes ya reposan en Gibraleón

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Los restos del Duque de Béjar y Marqués de Gibraleón, FranciscoIII Diego López Zúñiga Sotomayor y Mendoza, ya reposan en la localidadolontense, tal y como dejó recogido en su propio testamento. La ceremonia hatenido lugar en la Iglesia de Santiago Apóstol, hasta la que las HermanasDominicas del Convento Madre de Dios de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)trasladaron dichos restos.

El acto ha estado presidido por el obispo emérito de laDiócesis de Huelva, Ignacio Noguer Carmona, José Ramón Gómez Cueli, alcalde deGibraleón, los párrocos anterior y actual, Teodoro Bernal Serradilla y RobertoAbeja Cortés, y Juan Mandesis Trisac, presidente de la Asociación GibraleónCultural.

En el turno de intervenciones, el presidente de GibraleónCultural, Juan Mandesis, mostró su satisfacción porque, de esta forma, lalocalidad recuperaba parte de su historia. Por su lado, el anterior párroco delmunicipio, Teodoro Bernal, explicó las gestiones que había realizado para queeste noble, de tanto significado para la localidad y el resto del Marquesadopudiese descansar para siempre en la tierra que él quiso.

Precisamente, el alcalde olontense, José Ramón Gómez Cueli,destacó el trabajo hecho por dicho sacerdote para el traslado de estos restos,apuntando que ha sido “el principal artífice de este hecho histórico”. Por suparte, la priora del Convento Madre de Dios de Sanlúcar de Barrameda, SorInmaculada Ocaña, destacó el cariño que Gibraleón ha demostrado con este enterramientohacia la figura del marqués.

Tras la firma de pergaminos de hermanamiento, el obispoemérito de la Diócesis de Huelva, Ignacio Noguer Carmona, descubrió la urna conlos restos, que posteriormente fueron llevados al monumento funerario. Una vezque el obispo leyó el responso, el alcalde de Gibraleón introdujo el pergamino,y el presidente de Gibraleón Cultural hizo lo propio con el documento decesión.

El broche final lo puso el poeta y escritor olontense JuanAngona, que recitó un poema de exaltación.

A la ceremonia, en la que intervino el Coro de laUniversidad de Huelva, acudieron alcaldes de municipios que en su díaintegraron el Marquesado de Gibraleón, entre ellos los de Cartaya, Villanuevade los Castillejos y Sanlúcar de Guadiana, así como el primer teniente dealcalde de Béjar (Salamanca), Santiago Sánchez Yuste, entre otrosrepresentantes institucionales.

Cientos de vecinos de Gibraleón también quisieron sertestigos de este hecho histórico y, para inmortalizar el momento, se hicieronfotos junto al monumento funerario.  

El duque y marqués Francisco III fue un hombre culto,mecenas de artistas y escritores como Miguel de Cervantes. Precisamente, elfamoso autor le dedicaría su inmortal obra El Quijote al citado noble. Fueenterrado el 11 de julio de 1621 en el arcosolio que su nieto, el Duque deBéjar Francisco IV Diego, hizo construir en el Convento del Vado de Gibraleón.

Según recuerda el historiador onubense Antonio Mira, traslos sucesos de 1936, saqueado y parcialmente destruido este túmulo, sus restosfueron trasladados por las monjas dominicas y sepultados en el Convento delEspíritu Santo de Jerez de la Frontera, de donde la Asociación GibraleónCultural, con la colaboración del Ayuntamiento olontense, los rescató el 11 deabril de 2011 para darles sepultura en la Iglesia de Santiago Apóstol de lalocalidad en la que el noble quería descansar para siempre.

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