Fiestas de San Juan Bautista
San Juan corona su belleza y poetiza la fe como ofrenda al santo patrón
El arranque de las fiestas sanjuaneras fue un espectáculo de música, color y sonido, donde fueron protagonistas su gente y sus sentimientos. La nueva reina, Cinta del Rocío Rebollo Espinosa, se sintió “viviendo un sueño del que no me gustaría despertar nunca” y el pregonero, Norberto Moreno Galán, recorrió el San Juan de sus vivencias, el pasado y el presente tras el paso del patrón, al que repetidamente exclamó: “Esta noche quiero seguirte en el procesionar por tus calles”. El alcalde, Juan Carlos Duarte, destacó el valor de “las mejores fiestas del mundo”, que aúnan “tradición y modernidad”, reflejo de un pueblo 'próspero y que mira al futuro”.

Un bautismo feliz y emocionado de sanjuanismo abrió las fiestas patronales de San Juan Bautista 2014, donde el pueblo sanjuanero ofreció a su santo patrón como tributo inicial toda la belleza de su gente, representada en las cortes de damas salientes y entrantes y la reina coronada Cinta del Rocío Rebollo Espinosa. Además regaló a su alcalde perpetuo las palabras del pregonero Norberto Moreno Galán, que con sentimiento y devoción unió en una procesión de palabras los pasos de ayer, hoy y siempre junto a la figura del patrón.

San Juan Bautista moraba en su iglesia, expectante, y presidía por él su torre, engalanada, con las banderas de San Juan, Andalucía y España mecidas por la brisa, resplandeciendo sobre una plaza llena de sanjuaneros también vestidos para la ocasión en un marco tan novedoso como ideal, que tuvo como sencillo complemento un escenario regio que llenaron de hermosura las flores escogidas del jardín, por el que guiaron a los presentes Gregoria Rebollo Martín y José Manuel Raposo Vela, que con concisión y humor fueron los mantenedores de una noche que una vez más fue mágica.
Ellos introdujeron el homenaje tradicional a las representantes de la juventud y la belleza sanjuanera. De dos en dos fueron subiendo entre aplausos las 14 jóvenes que han disfrutado de la condición de damas de honor durante todo un año, que con coloridos vestidos fueron flanqueando en el decorado el lugar destacado que después ocupó Rocío de la Cinta Ibáñez Benítez, quien realizó un balance de su reinado. “Una estrella iluminó la noche del 18 de junio como nunca”, recordó sobre el día de su coronación, que vino a colmar un sueño iniciado cuando jugaba con muñecas y su abuela le vestía con traje nuevo y la llevaba a la plaza, asistía a la decena “con los vellos de punta” admirada por la música, los repiques de campana, y los cohetes estallando el cielo, bajo el que unas jóvenes mayores de ella aparecía de blanco.

Se vio de nuevo dibujando de pequeña toros, casetas, fuegos artificiales y la procesión para redondear “unas fiestas inolvidables y vividas al máximo”. Así pidió a su sucesora, Cinta del Rocío Rebollo Espinosa, que las viviera en su reinado, mientras que ella se despidió diciendo que “mi sueño se ha cumplido”, agradeciendo a su abuela y su familia el apoyo recibido, por “enseñarme estas costumbres”, momento en el que se le cortó la voz de emoción entre lágrimas pero que con los aplausos logró recobrar para gritar fuerte “¡Viva San Juan Bautista!”.
Después fueron subiendo al estrado las damas de la corte de 2014, 14 bellezas vestidas de un elegante blanco inmaculado, velas con luz propia en la noche sanjuanera, que de la mano de jóvenes con smoking se colocaron delante de sus predecesoras, erguidas y con las manos entrelazadas apoyadas bajo la cintura. La música sonaba como en un cuento clásico, que comenzó a desvanecerse al sonar las campanas de las 23.00 horas, que marcó el comienzo del sueño de la nueva corte. La saliente desfiló por parejas ante la reina, a la que reverenciaron para recibir un ramo de flores como recuerdo.

El foco del protagonismo pasó Cinta del Rocío Rebollo Espinosa, que apareció vestida de rojo, caminando del brazo del alcalde, Juan Carlos Duarte, que procedió a su coronación como reina de 2014 con los sones de la marcha real y los fuegos artificiales que con estruendo llenaron de chispas de colores el cielo oscuro de la noche sanjuanera, bajo el cual también brilló la representación de la belleza local.
Con “satisfacción y orgullo” acogió el honor de ser reina, algo que “todavía hoy no me lo puedo creer” al contemplar a su pueblo y corte, “viviendo un sueño del que no me gustaría despertar nunca”. Dedicó estos momentos especiales a sus abuelos, fallecidos hace unos años y que “estarán felices de verme desde arriba”, así como a sus padres y hermanas por su “entrega absoluta” y al resto de la familia que “me apoyaron para que esto sea inolvidable”. “Veo refrendada mi fe y adoración a San Juan Bautista, heredada de mi familia”, expresó antes de soltar al viento un enérgico “¡Viva San Juan Bautista!”.

El alcalde la acompañó de nuevo a su trono antes de saludar desde el atril al subdelegado del Gobierno, Enrique Pérez Viguera, su corporación municipal, representantes de otros municipios, Guardia Civil, párroco de la villa y junta de la Hermandad de San Juan Bautista. “Como cada año el 18 de junio abrimos al mundo nuestro corazón sanjuanero para demostrar lo mejor que tenemos y hacer partícipes a todo el mundo, porque aquí nadie forastero y hoy menos que nunca”, comenzó diciendo el regidor sanjuanero, que destacó que hoy en día las fiestas patronales aúnan “tradición y modernidad” y que sin duda son “las mejores fiestas del mundo” y de la que todos deben sentirse orgullosos.
Señaló la idoneidad de los cambios realizados para dotar de mayor “seguridad y comodidad” a una celebración que ha ganado en participación local y visitante. En esta línea resaltó que estas fiestas son “reflejo de un pueblo próspero y que mira al futuro”, para cuyo tejido empresarial el Ayuntamiento ha buscado recursos. También resaltó las obras acometidas y el “esfuerzo pese a las trabas de la actividad política” para recorrer “la senda de la recuperación y el crecimiento” y lograr “trabajo, bienestar y prosperidad”.
Duarte se dirigió a la reina y su corte de honor para animarles a que disfruten de unas fiestas que son “una oportunidad de representar a la mujer sanjuanera” y a las que piropeó al decir que “no hay pueblo como éste ni santo como éste ni mujer como vosotras”. Asimismo alabó al pregonero, Norberto Moreno Galán, por el ejercicio que iba a realizar de regalar “vivencias de años, expuestas en minutos y recordadas para siempre” y también felicitó a la hermandad patronal, de la que es hermano, y su junta de gobierno por su “excelente trabajo desinteresado” y su “labor incansable”. Por último dijo del santo patrón que estos días “nos mira con indulgencia plena” y sumó un viva sentido más para ser respondido por el público.
Un video con los mejores momentos de las fiestas de 2013, música y aplausos despidieron un reinado para dar paso al nuevo, en el que Cinta del Rocío impuso las bandas con los colores azul y blanco de San Juan a sus damas, que como el resto de los presentes se sentaron para escuchar al pregonero.

Antes de sus palabras llegaron las de José Manuel Pulido Santos, que ensalzó a su amigo Norberto Moreno Galán. “Caminante no hay camino se hace camino al andar”, verso célebre de Machado que recitó para expresar lo que hizo Norberto desde que sus padres, Felipe y María llegaron de Mérida a San Juan, donde “echaron el ancla”. Destacó de él su “capacidad de trabajo, su claridad de ideas, su marcado carácter pasional, su constancia y tenacidad”, cualidades que puso en todo desde sus primeros años.
Rememoró como compartieron “tardes interminables” haciendo deporte, sobre todo “baloncesto, su gran pasión de la infancia”, cómo después trabajó en la cafetería familiar y también en unos grandes almacenes e “hizo camino al andar, con la camisa de la constancia y la chaqueta de las pasiones”, para compartir con él “escenario, alegría y buenos momentos” en el carnaval. También se acordó de su familia y le dio las gracias por hacerle partícipe de su “hora marcada en tu calendario”.
Norberto Moreno Galán, subió al estrado se fundió en un abrazo con su amigo, “compañero de vida de los que abundan poco”, con el que compartió pupitre, deporte, coplas de carnaval y carreras con vaquillas en la calle Pozo Nuevo. Señaló que fue Pulido quien le acercó a San Juan Bautista y quien le hizo “un hueco para llevarlo por primera vez”, por lo que no hay “palabras suficientes para agradecértelo”. También se sintió agradecido a familia, hermanos, sobrinos, cuñados y también a Fátima, su esposa, a la que dedicó versos que en su día Juan Ramón Jiménez escribió para Zenobia. En su lista también estaban el alcalde y el presidente de la hermandad por su elección, que le provocó “infinita alegría, inmenso nerviosismo, gran responsabilidad”, además de “profunda necesidad de expresar mis recuerdos y vivencias”, entregándose con “humildad y pasión”.

“Lo veo rodeado de naranjos y vecinos, una estampa única”, dibujó con palabras el pregonero, que en la estrechez que ocupaba la multitud extrajo la figura de su madre. “No faltabas nunca para pedir por nosotros, por la salud de los tuyos. Vas siempre descalza como siempre, con velas encendidas. Te veo madre, con tu humildad caminando delante del santo”, relató con el corazón abierto para una mujer “noble y sacrificada”, a la que “le debo todo” y que aunque se marchó le dijo “ gracias madre por estar aquí esta noche”.

Por la calle Carmen quiso cargar al patrón, “meter mi hombro y quererte y cogerte de nuevo hasta que el dolor se haga irresistible, renovar mi fe en ti y señalar el camino a mis hijos”. Por la calle Toneleros “el patrón empieza a mirar a su río”, y él miró hacia poterías alzadas con dos piedras y quienes la rondaban, amigos algunos de los cuales están junto el patrón, como Juan el Huelva, que ahora “te hace reír”.
También pasó por las calzadillas, las primeras casas de San Juan del Puerto, el aire puro de marisma, el paso del tren, la calle Ríos, donde rescató a los “sanjuanistas puros en la memoria”, como Juan José Rebollo, letras de carnaval, piropos y pasodobles que cantó como “un trovador”. Recordó parte de un pasodoble de la comparsa Danza Gitana, (Carnaval del 89) y cuyo autor era Antonio Minchón. Además citó El Buitrón Los Palitos, lagares y bodegas que existieron, las fuentes que adornaban callejuelas… “recuerdos del viejo San Juan”. Una vivencia marcada en su pasado fue el 20 junio del 1976, cuando tenía “5 añitos”, y el pasodoble a San Juan del Puerto, que cantó a capella con sentimiento su hermana Toñi Moreno Galán, que se llevó un gran aplauso.
Tampoco olvidó la calle labradores, la calle Real, los godovis, la mercería, bares, vecinos como Conchita la de los dulces, por los que ejecutó una levantá antes de regresar a la iglesia y su plaza, para dirigirse a la nueva reina y para agradecer al público “ser compañeros de un viaje a mi mismo”, a ese San Juan que “siento tan grande que caben todos”, que lucha por mejorar para no caer en el olvido”. Su broche fue: “Viva San Juan Bautista / Viva la alegría de los sanjuaneros / Viva San Juan Bautista / y viva San Juan del Puerto”.